Mazatlán, Sin.- En el 2007, a la edad de 43 años, a Margarita Domínguez le detectaron cáncer de mama por primera vez y cuando parecía haber ganado la batalla, en el 2009 el tumor reapareció en su cuerpo y cuatro años más tarde, se lo diagnosticaron por tercera vez.
Son más de 13 años de una lucha contra la enfermedad que parece no darle tregua, pero que ella enfrenta con valentía y entusiasmo.
Cuando se dice la palabra cáncer, casi siempre se piensa en la muerte, no es para menos, en México, la primera causa de fallecimiento por cáncer en las mujeres es el de mama. Sin embargo, su detección oportuna puede ser el arma más poderosa para combatir a este padecimiento.
Quien lo ha padecido y sobrevivido tiene un antes y un después en su vida y en muchas ocasiones, el después suele ser mejor que el antes.
"Lo de nosotros es un cáncer genético, porque mi abuela falleció de cáncer de mama, mi abuelo cáncer en los pulmones, mis tías, una falleció de cáncer en la sangre, otra de cáncer en los huesos, mi papá fue de los pulmones, mis hermanas, tres han fallecido en menos de dos años, fueron grandes guerreras", expresó Margarita.
En el 2013, cuando le detectan cáncer por tercer a vez, creó la fundación Cruzada Rosa, “Lic. Margarita Domínguez”, con el objetivo de brindar apoyo psicológico, médico y en especie a mujeres sobrevivientes del cáncer.
"Me pensionaron y yo compré las prótesis con mi propio dinero para ayudar a las mujeres, Edith Graciano es una gran amiga y fundadora que anduvo boteando conmigo para juntar dinero y pagar el permiso de la fundación", recuerda.
Cuando el recurso propio empezó a agotarse, Margarita se vio en la necesidad de salir a tocar puertas con empresarios y recabar fondos a través de la venta de boletos, por concepto de un desayuno, comida o una cena.
Otorgando brasieres oncológicos, prótesis de mama, turbantes, pelucas, mangas para linfidema y estudios de mastografía, es como la fundación ha beneficiado a más de cinco mil 800 mujeres de diferentes partes del país en estos siete años.
Ha recibido apoyo y realizado eventos artísticos en Nayarit, Jalisco, Ciudad de México y Sinaloa; además, ha participado en 16 campañas de concientización.
"Ahorita, debido a la pandemia del Covid-19, no hacemos ni comidas, ni desayunos, ni cenas, no hemos hecho nada; lo que estamos haciendo es apoyar a las personas a cuota de recuperación, porque no hay ingresos, no contamos con dinero".
La también licenciada en Derecho y Psicoterapeuta se ha sometido a 40 quimioterapias y a pesar del desgaste físico y emocional, ha salido más fuerte que nunca.
"Ahora mi vestimenta es regularmente de tigresa, porque los tigres somos duros, somos fuertes y me identifico con ese animal, ya dejé el rosa, el negro, el luto, ¡hoy visto como una guerrera!".
El cáncer, dice, la ha fortalecido, la ha enseñado a amarse y ver lo valiosa que es como mujer, a amar la vida y a ser ella misma.
"Sí afecta, emocionalmente, porque te dicen la palabra cáncer y tiene el símbolo de muerte, yo pienso que las personas que se van más rápido son las que están en depresión, por eso yo les digo que bailen, salgan, disfruten su vida, que seamos aferradas a la vida, nos quedan muchos años por vivir".
En Sinaloa, cada año 300 mujeres padecen cada cáncer de mama, de las cuales alrededor de 100 pierden la vida. Y es que sólo el 33% de los casos son detectados en etapa temprana, lo que coloca al estado entre los 10 primeros del país con más nivel de mortandad por la enfermedad.
Según datos de la Secretaría de Salud, a pesar de que anteriormente la edad promedio en la que se detectaba el cáncer de mama era entre los 40 y 69 años, actualmente se tiene mujeres internadas menores a 40 años, sin antecedentes familiares o sin presentar factores de riesgo como obesidad, tabaquismo, entre otros.
DETECCIÓN A TIEMPO
La detección temprana se ha convertido en parte fundamental para el control del cáncer de mama, además de la autoexploración y tomar conciencia entre las mujeres en situación de riego para buscar atención temprana o la realización periódica de mastografías.
"Yo siempre he apoyado mucho a las mujeres en la cuestión de que se hagan la autoexploración y hago hoy esa invitación a todas la a mujeres, soy de las personas que dice que el cáncer no tiene edad, si sienten una bolita, una cosita rara, vayan con el doctor".
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Hoy la vida parece ponerle una nueva prueba a Margarita, al descubrirse una bolita en el seno derecho, se someterá a una biopsia, con la fe puesta en Dios para que el resultado sea negativo y poder reintegrarse a su labor humanitaria lo más pronto posible.
"Yo les abro las puertas, ahorita estamos dando el apoyo en cuestiones de terapia porque muchas personas cayeron en pánico. Me encuentran en el nuevo domicilio de la fundación, calle Salvador Magallón e independencia, colonia Olímpica, y mi número de teléfono es el 6691529244, ahora que me recupere de la biopsia, primeramente Dios, ahí estaré”.
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