Culiacán, Sin.- Con 27 años de antigüedad como maestra de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Rosa María Vidrio Jiménez, de 54 años de edad, reafirmó su compromiso y vocación a la docencia, cuando a pesar del reto que implicaba la contingencia por el coronavirus, decidió seguir brindando una educación de calidad a sus alumnos.
Con una licenciatura en Química Farmacobiólogica, una maestría en Psicopedagogía y un doctorado en Educación, la profesora Rosa María tomó sus vastos conocimientos para no dejar de lado a sus alumnos de Mecánica de la Preparatoria Central Diurna, mientras iba aprendiendo sobre la marcha más medios para la aplicación de las tecnologías de la información.
Soy de la “vieja guardia”, fue la expresión que utilizó cuando en el nivel educativo empezaban los rumores de que las clases se transportarían a una pantalla, momento en el que inició a buscar las plataformas que más le convendrían para el proceso de enseñanza.
Es a través de WhatsApp y correos electrónicos como se comunica con sus dos grupos de Mecánica, a quienes con su distintiva profesionalidad ha buscado la manera de que los jóvenes sigan aprendiendo. Preparando su clase con un día de anterioridad, buscando tutoriales en YouTube y creando ejercicios sobre el tema.
Les mando el tutorial y les digo muchachos hagan el problema que viene en los tutoriales y luego yo les envío problemas, le cambio datos para que ellos me resuelvan y así es la manera en que estoy trabajando con ellos y sí, si nos lo envían, pero yo les digo que por WhatsApp y correo electrónico porque nos piden evidencias en de la DGEP de que estamos trabajando Rosa María Vidrio Jiménez,
Son ya semanas desde que los docentes y alumnos no pueden encontrarse en un salón y es por medio de un celular, computadora o tableta como la educación se sigue aplicando, por maestros que sin importarles su edad, siguen al pie del cañón por quienes en ocasiones consideran como sus segundos hijos: sus alumnos.
FESTEJO CONFINADO
En este Día del Maestro, festejo que al igual que todos los de este año, será una celebración atípica por la permanencia del coronavirus, en donde, en un momento de reflexión de la maestra Rosa María, la conclusión rápida a la que llega es el reconocimiento a sus cientos de colegas que día a día se esfuerzan para que sus estudiantes no pierdan el año.
El Día del Maestro me representa esfuerzo y más esfuerzo, porque la verdad que si estamos haciendo mucho los maestros, yo a como me esfuerzo y veo a mi esposo igual como le manda trabajo a los plebes y se pone a revisar, igualmente a mi hija, yo veo que los maestros se esfuerzan mucho a tratar de que no pierdan el año, sacarlos adelante con los temas y todo Rosa María Vidrio Jiménez,
El hecho de que no se podrá celebrar de la manera tradicional el Día del Maestro, es una situación que no le quita el sueño a la profesora Rosa María, al preferir que tanto sus alumnos, como colegas y familia permanezcan a salvo en sus hogares, al ser el factor más importante para salir de la pandemia.
No vamos a tener Día del Maestro pero esta bien, quedarnos en casa es importante para cuidarnos y cuidar a los demás Rosa María Vidrio Jiménez,
El ritmo de trabajo cuando ya se estabilizan los involucrados es similar a cuando se acude a la escuela, así lo externa Rosa María al afirmar que “ha de cuenta que estas en clase, pero en casa”, eso sí, significando ahora que la atención deja de ser por unos minutos para convertirse en horas.
LA NUEVA NORMALIDAD
En su hogar, es el comedor su nuevo pupitre, mientras que para su esposo que también se dedica a la docencia, el porche fue elegido como el nuevo salón para sus docentes, pero que a diferencia de Rosa María optó por el uso de las plataformas para impartir la clase. Por lo que ambos tuvieron que elegir un lugar de la casa para no interferir.
Después de terminar con sus labores como madre y haber comido por la tarde, la maestra agarra su computadora, hojas para escribir, plumas y alguna bebida y galletas, para que a partir de las 16:00 horas se dedique de lleno a las clases, en el mismo turno que trabaja en la escuela.
Yo ahorita a las cuatro ya me pongo a calificar, me levanto hasta las 11:00, 12:00, hasta la madrugada me he estado levantando calificando, porque los muchachos, yo les mando lo que me van a hacer y yo les doy tres, cuatro días para que me lo manden Rosa María Vidrio Jiménez,
Al tener como tiempo límite las 12:00 de la noche para recibir tareas, el propósito es que los alumnos no deserten y aunque ahora tienen más tareas por todos sus maestros, tienen todo el día para poder entregar un trabajo, el cual siempre es calificado por la maestra al representar el esfuerzo que hacen sus alumnos.
Después de las 12 de la noche me siguen mandando los plebes y yo los reviso, porque los muchachos, no sé, también que dificultades tengan ellos porque está canijo, no pueden salir afuera a comprar hojas Rosa María Vidrio Jiménez,
Aunque empieza su labor de maestra a las 16:00 horas, el trabajo como docente no para y en las ocasiones en que algún alumno la busca porque no entendió un problema, no importa en que esté ocupada, ella resuelve la duda de su estudiante para que pueda continuar con su tarea. Acción que hace con todo el gusto.
A la hora que ellos me hablan yo los atiendo, si estoy haciendo comida y suena el teléfono, yo los atiendo a la hora que ellos me ocupan Rosa María Vidrio Jiménez,
Ahora son los jóvenes también los que prefieren volver a las clases esenciales, al decirle a la maestra que es mejor tener una hora determinada para la clase y otras para sus tareas en casa, por lo que todos están en la espera de regresar a las aulas, siempre y cuando no sea un riesgo para la salud.
Como que si me da nostalgia, digo estuviera en el aula, estuviera explicando este tema bien, pero les mando los tutoriales y todo, pero pues ahí como explicarles Rosa María Vidrio Jiménez,
Te puede interesar: Alumnos se resisten a usar la tecnología para el aprendizaje
27
Son los años que tiene la maestra Rosa María de ejercer esta noble profesión.
ACTUALIZACIÓN
Rosa María no dejará de dar clases a sus alumnos, con la misma profesión y vocación que ha venido desarrollando.
Lee más aquí: