Culiacán, Sin.- En el evento de salida de brigadistas de la UAS, todo apuntaba a que la vacunación en la Torre Académica para adultos mayores de 80 años que llegaran en carro iba a fluir sin contratiempos, panorama que pocas horas después fue totalmente diferente para los abuelitos que buscaban la inmunización.
Para mediodía del martes, el arranque del esquema de vacunación giraba en torno a noticias negativas por la desorganización de las autoridades y el descontento de los adultos mayores que por horas se quedaron en la espera.
En el caso de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), la Torre Académica es uno de los dos únicos centros de vacunación en donde los abuelitos pueden ser vacunados en automóvil, lo que representó una alternativa para las familias, quienes para su sorpresa el proceso fue aun más lento.
De manera simultánea, en los 12 centros de vacunación de Culiacán se programó el inicio para las 10:00 horas y en el caso de la UAS, para las 11:00 horas, las personas que acudieron en carro seguían sin saber a qué hora iban a empezar a vacunar.
Al ser larga la espera, eran pocos los carros que seguían con el aire prendido y las primeras personas que llegaron desde las 7:00 horas, el enojo y la impotencia aumentaba al ver que no se avanzaba más allá del registro del paciente y que por parte de los jóvenes brigadistas, la respuesta era nula al justificar que ellos solo hacían el registro.
La indicación de acuerdo a los guardias, era que la vacunación sería en la Facultad de Química, en donde otros guardias no permitían el acceso a los medios de comunicación con el pretexto de que "eran ordenes de arriba".
En la toma de evidencia fotográfica por parte de El Sol de Sinaloa, un guardia prohibió que se capturara la imagen de la fila de carros que seguían atorados, a la par que una señora molesta cuestionaba al resto de los guardias por la falta de información.
A unos cuantos metros, en la preparatoria Emiliano Zapata, se observaba un grupo de jóvenes con bata blanca y una carpa que protegía de la luz a algunas personas que estaban sentados en la calle.
En el lugar, personal de la Japac, que aparentemente eran voluntarios, reiteraron que estaba restringido el acceso a medios, pero que dentro de la escuela ya se había vacunado a algunos adultos mayores, en la espera de que llegaran más con cita.
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