Culiacán.- “Su rostro no tendría que estar aquí en una pared, Mayra debería estar con nosotros”, dice Marisol, hermana de Mayra Millán Castro, quien apenas el 15 de enero cumplió 11 meses de haber sido desaparecida cuando acudía con una persona a La Ciénega de Casal, en Salvador Alvarado, a vender una motocicleta.
Los rasgos de Mayra, una chica de 29 años a la que todavía espera su familia, empezarán pronto a cobrar forma en el muro de un edificio de apariencia abandonado por la avenida Jesús G. Andrade, entre Ángel Flores y Antonio Rosales, en el corazón del Centro Histórico de Culiacán.
Para Marisol Millán es difícil ver el rostro de su hermana plasmado en una pared en la que, dice, no debería estar, en una lista de la que nunca debió ser parte.
"Tener su rostro aquí para mí son sentimientos encontrados, para mi familia es algo muy difícil, pero de esto se trata de visibilizarla, la desaparición de ella fue cobardemente una injusticia", manifiesta la hermana, quien en todo momento, mientras que las ‘Sabuesos Guerreras’ alistan la pared para iniciar con la obra plástica, porta la imagen de una joven de rasgos espigados y bonitos.
Es una manera de tenerlos aquí. “Ahora que estábamos limpiando la barda para empezar con el mural de nuestros desaparecidos, vino una persona del Instituto Nacional de Historia y Antropología (INAH) para querer impedir que hiciéramos la obra”.
“No, aquí no se puede porque es algo histórico”, recuerda Rosa Neriz que le dijo el empleado del INAH. Ella es parte de las ‘Sabuesos’.
“Pero qué más historia quiere que ver las caras de nuestros desaparecidos, la historia negra de este estado que nos arrebata lo que más queremos”, le respondió Neriz al funcionario.
Emergen los rostros
Mientras Mayra y otras mujeres lloran por sus familiares ausentes, de cara a los inicios para bosquejar sus imágenes que ahora perdurarán en la memoria urbana, Dante Aguilera, del colectivo ‘Juan Panadero’, gira instrucciones para iniciar con el fondeo del mural. Unas ramas de enredaderas que crecen del otro lado de la barda parecen dificultar el trabajo.
Ahí, montada en una escalera, se encuentra Isabel Cruz, la líder ‘sabueso’ que no se amilana para buscar de manera incansable a su hijo Yosimar Reyes García, el policía que este enero cumple 3 años desaparecido.
Con pintura color lila, va cubriendo la grisura de la pared, mientras el resto de las mujeres se afanan en otros puntos de ese gran lienzo urbano. Marisol Millán ahora sabe que ella, los hijos de Mayra y el resto de la familia, van a tener de ahora en adelante un mural para la memoria de su hermana, un mural que esperará a su regreso, como cada día y a cada momento, esperan todas las familias la vuelta de sus seres queridos. Los 33 que están aquí para no ser olvidados.
MEMORIAL
El domingo 19 de enero estará concluido el muro.
33
Son los rostros de personas desaparecidas que conformaran el segundo mural.
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