Culiacán, Sin.-La escuelita temporal de la colonia Ampliación Bicentenario busca ahora convertirse en un centro cultural autogestivo para continuar con su trabajo en una de las zonas más pobres de la capital del estado.
Estigmatizada hace un año cuando surgió en un pequeño cobertizo que se fue ampliando en un terreno prestado, la escuela para actualizar a los niños de la zona que no tenían clases virtuales por falta de internet, fue conocida debido a que en su arranque fue financiada presuntamente por los hijos del Chapo Guzmán.
Sin embargo, como aclaró Esmeralda Quiñones, una de las gestoras, más allá de esta circunstancia, decenas de niños lograron continuar con sus clases y gracias a esta situación, que polarizó a la ciudadanía en las redes sociales, las autoridades poco a poco voltearon hacia este barrio depauperado.
"Ahora que ya se están abriendo las escuelas para las clases presenciales y que los niños ya podrán ir a regularizarse, lo que queremos es que esto sea un centro cultural aquí en Ampliación Bicentenario", comentó Quiñones.
Debido a que desde un principio el terreno donde se levanta la techumbre era prestado, se comenzarán a mudar a su casa, la cual pretende donar para hacer ahí el centro cultural.
CULTURA A LOS NIÑOS
En estos últimos días de octubre, la escuelita continuaba operando, no ya con los casi 100 niños y niñas, sino con unos cuantos ya que muchos se preparan para entrar a sus planteles.
Así, Esmeralda explica que como escuela temporal, el proyecto ya cumplió su misión y por eso espera continuar gestionando para que ahora los infantes tengan un centro cultural adecuado en donde aprender más allá de la e
"Nos hace falta, mucha falta que los niños tengan un lugar a donde entretenerse de manera sana", puntualizó.
La Ampliación Bicentenario es un asentamiento irregular que se levanta entre lomas continuas al relleno sanitario de la zona norte de Culiacán; por allí, durante y antes de la campaña política, desfilaron candidatos y funcionarios con su ramillete de buenas intenciones.
Algunos dejaron unas ayudas, como despensas, otro nada más se despidieron con promesas. Ahora que el gobierno de Rubén Rocha Moya asumió el poder en el estado, estas gentes del sector esperan que sea válido aquello de "primero los pobres".
"Nuestros niños se merecen una buena educación", apuntaló la promotora educativa, que de pepenadora, tomó pizarrón, plumones y sobre todo la iniciativa, para que los infantes de este punto sumergido en la precariedad, tuvieran acceso a las clases.
LA TRANSFORMACIÓN
A un año -se echó a andar el 1 de noviembre de 2020- de su fundación, Esmeralda Quiñones señaló que la escuelita está lista para la transformación.
"Queremos computadoras para que los niños tengan dónde hacer sus trabajos, tengan internet de manera fija, que en el centro cultura haya actividades para ellos", apuntó.
La transformación de fondo viniera muy ah hoc justo con el arranque de un sexenio que se precia de ser gestor del bienestar de los grupos más vulnerables.
Esmeralda recordó que cuando se dio a conocer la creación del plantel, la noticia alcanzó impacto nacional "y hasta internacional", pero en realidad ella y sus hermanas ya trabajaban en el proyecto.
Sin embargo, en contraste con la "fama" que les llegó, fueron pocas las personas, asociaciones y dependencias quienes entraron a colaborar con el proyecto de verdad.
"Aquí no somos partidistas, no apoyamos a ningún candidato, pero esperamos como ciudadanos, que nos apoyen, porque es el futuro de unos niños", concluyó Quiñones.
Doce meses se cumplen de la fundación de este plantel por el que pasaron más de 100 niños y niñas.
TRABAJO
Al cumplirse un ciclo, esperan que el proyecto aterrice en un centro cultural para las infancias de esta zona.
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