Culiacán, Sin.- En el esoterismo, todo esto es sinónimo de culto y misterio, para otros, simple brujería, pero para doña Hilda y su familia, es una manera de bendecir el año venidero, luego de tanta crisis.
Esta vez, en su ritual de la abundancia, no va a pedir dinero o protección ante las envidias, esta vez será para que en 2021 no falte el alimento.
“Yo desde joven hago mi ritual, prendo los 12 veladoras, compro los granos de la abundancia y pido porque no me falte nada. Pero la verdad que este año fue muy distinto, lo que uno quiere aparte de salud, es que no le falte comida sobre todo. Trabajo donde quiera hay, pero la papa es lo que puede complicarse encontrar”, asegura la señora de 65 años.
Ella vive en la colonia Lázaro Cárdenas con sus dos nietos, que dice, son casi sus hijos porque ella los mantiene. Ante la contingencia de salud y la recesión económica del 2020, Doña Hilda tuvo que vender guisos, salsas, tortillas, servilletas bordadas y lo que pudiera, para que el huevo con tortilla no faltara en su mesa.
“Uno como quiera todavía aguanta, pero los niños no. A mí me dio pendiente porque al inicio de todo yo me enfermé muy feo. Se me complicó mi tuberculosis y en ese momento no dejé de orar y pedirle a mis santito el Niño Jesús. Yo siempre tengo veladora y ofrenda, siempre le pido a Dios y al universo por mí y por todos”, relata.
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Este tipo de culto, dice la abuela, era tachado antes como brujería por algunas personas, pero ella lo ve normal, pues en su familia siempre ha estado presente la cultura del esoterismo.
En la antigüedad, las enseñanzas eran transmitidas oralmente y solo para los iniciados manteniendo un secretismo. Se asocia las prácticas de magia, alquimia y astrología a lo esotérico que al no tener una base en métodos científicos tradicionales han sido considerados subjetivos y un adjetivo despectivo, así lo dicen los vendedores de estos productos, en el Mercado Municipal de Las Flores.
“Más que nada nos han pedido la vela de la abundancia para la comida y la salud. Ya la gente no pide tanto que se le quiten las envidias o que quiere dinero. Vienen en busca de que el alimento y el trabajo no falte, yo creo que esto fue lo que dejó la pandemia. Nosotros desde hace unos días ya comenzamos a vender las doce velas para el año nuevo. Cada uno tiene un significado diferente, todas enfocadas a que el año que sigue, sea mejor”, comenta Mónica Salazar.
Mónica tiene ya 10 años dedicándose a la venta de productos esotéricos, y asegura que, son los jóvenes los que más consumen las veladoras, inciensos, limpias y demás rituales para tener abundancia.
CREENCIA
En Culiacán las tiendas de esoterismo se han visto con clientes debido a los rituales de fin de año.
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