Jesús Estrada Ferreiro abre las puertas de su despacho de abogado en la colonia Jorge Almada para hablar de sus últimos días. Agotado entre audiencias que se suspenden, citas que se entrecruzan unas con otras y un sinfín de papeleo que lo mantienen en la picota, con dos procesos penales y dos juicios políticos en contra.
En entrevista exclusiva para El Sol de Sinaloa, el ex alcalde se observa relajado, sereno, con un semblante diferente que poco dejaba ver mientras fue presidente municipal de Culiacán.
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De aquel 10 de junio en que fue desaforado por el Congreso al día de hoy, han pasado más de tres meses. De sus procesos dice que ya no vuelve a la alcaldía, que Juan de Dios Gámez Mendívil usurpa el cargo, pero que aun así se lleva bien con él, el ahijado predilecto del gobernador Rubén Rocha Moya.
-¿Dada la situación, entonces, cuál sería el término para dirigirnos a usted ahora?
En lo legal, soy un alcalde con licencia, porque el que está ahorita, está usurpando un puesto que no le corresponde; claro, no está ahí por voluntad propia, el congreso lo nombró y es el ahijado del gobernador.
-¿Una vez desaforado, a que se dedica hoy en día?
Intento trabajar en lo mío pero no puedo, mi hijo está ayudándome a litigar pero pues lo mío son 6 procesos, y un día debo atender una cosa y luego otra.
-¿Es difícil sobrellevar su caso, siendo usted un abogado con amplia trayectoria?
Claro, voy a decirte que han tenido la perversidad de que me ponen las cosas el mismo día, coinciden las citas en el tribunal y el juzgado penal, imagínate.
-¿Cómo se siente ser Estrada Ferreiro en estos momentos?
Es una impotencia.
-¿Volvería usted a la alcaldía?
Mi objetivo ya no es volver, mi objetivo ahora es que se esclarezca esto y sí, ganar el caso para demostrar que el abuso de poder es lo que rifa aquí en Sinaloa, el autoritarismo, el totalitarismo, tienen el control completo de todos los poderes y esto nos tiene en un estado de terror.
-¿Siente miedo?
Sí, por todo, por la seguridad mía y de mi familia.
¿Qué espera usted de los procesos penales, considera una absolución del proceso o una suspensión?
Yo no tengo porque llegar a acuerdos porque yo no he hecho algo como para pedir perdón por lo que hice.
-¿Por todo esto, tiene usted ahora una red de apoyo?
Mi familia y la gente en la calle me lo dice, que están conmigo, que están orando por mí, me dicen échale ganas, Dios está con usted.
-¿Se han acercado políticos o empresarios?
Sí, me han brindado su apoyo y debo decir que varios también han externado terror por todo lo que está sucediendo.
-¿En su trayectoria como político y abogado, había visto tal desafuero y situación?
No, en toda mi vida, yo fui procurador de justicia y nunca hicimos algo de eso, ni me tocó ver en la procuraduría una bajeza como esta y por eso siento temor, porque estando Sinaloa en sus peores momentos, nunca vi tanta tontera como esta.
-¿Se arrepiente de algo?
No, yo siempre fui claro, siempre les dije que si me tenían que juzgar por algo que yo hice mal que lo hicieran, pero yo también siempre les pedí que no me anduviera inventado cosas.
-¿Ha tenido algún acercamiento o respaldo de AMLO?
En su última visita a Culiacán me dijo que el secretario (de Gobernación) me iba a atender y ahí mismo lo vi. AMLO en la conferencia mañanera en la novena zona, dijo que mi tema se tenía que dialogar que era algo de platicar entre el gobernador y yo, y ahí designó a Adán Augusto como mediador, entonces me quedé tranquilo. Días después en una semanera, Rocha dijo que no debería de haber mediadores porque era un caso local y así como si nada, mandó a volar al presidente y al secretario.
¿Todo esto ha traído afectaciones a su familia?
Sí, de todo tipo, una hija mía tuvo que recurrir a ayuda psiquiátrica y a las autoridades y al gobernador les valió madre el daño que pudieran causarle a mi familia.