Culiacán, Sin.- A tres años de la toma de Culiacán por civiles armados integrantes Cártel de Sinaloa como parte de la estrategia criminal para liberar a Ovidio Guzmán López, hijo del “Chapo Guzmán”, los sucesos violentos no solo trastocaron la vida de los ciudadanos, el crimen organizado también cimbró las redes sociales a golpe de videos, audios y mensajes de texto, la mayoría falsos, que generaron pánico en las redes sociales.
La infodemia provocada por la difusión de material audiovisual, y la huella que dejó en la sociedad sobre la óptica de la imagen del narco, todavía se resiente en Sinaloa.
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Jairo Valdez Bátiz, maestro en estudios culturales de la UAS, señala que el suceso trastocó la perspectiva que tenía la población respecto al narcotráfico.
"Antes del Culiacanazo, podemos decir que había con mayor seguridad, esta percepción de que los integrantes de los grupos delictivos protegían a los ciudadanos cambió", explicó.
Cártel 2.0
Una de las posibles rutas de la delincuencia organizada fue que los sucesos, que incluyeron balaceras, bloqueos de vialidades, incendios de vehículos, fuega de reos, se subiera a las redes para generar confusión a manera de ruido y lograr su cometido de presionar para que los militares soltaran a Ovidio.
Esta es una apreciación del periodista culichi Ernesto Martínez, quien transmitió en vivo desde el epicentro del Culiacanazo en el sector Tres Ríos.
“Nunca habíamos tenido un evento violento de esas magnitudes, y ahora con los teléfonos smartphone son un arma de dos filos, porque hay mucha información falsa que circula en las redes sociales”, apunta Martínez, quien participó en un documental sobre el 17 de octubre de 2019.
Una de las más fuertes fake news que circuló ese día, mientras todavía había tiroteos callejeros, fue una imagen de un sujeto vestido de militar, con el rostro cubierto, del que se decía era Ovidio Guzmán.
Otro video falso fue el que circuló con la supuesta toma de la Novena Zona Militar y del complejo habitacional de las familias de los soldados en la colonia 21 de Marzo. Los videos resultaron ser de viejas batallas en países del Medio Oriente.
“Se decían en audios que tenían a decenas de militares secuestrados y a sus familias, pero no supimos qué tanto fue real”, refiere Martínez, mejor conocido como “Pepis”.
Generar miedo
Para el investigador de la UAS Valdez Bátiz, la estrategia de los grupos criminales fue generar miedo a través de estas herramientas digitales.
"Cualquier persona, no necesita ser un medio de comunicación para transmitir una noticia, a partir de este acceso, podemos interpretar que estos grupos tienen otra herramienta que pueden utilizar para generar miedo” comentó.
Aunque no lo parezca, añadió, el Culiacanazo no insensibilizó a la población ante la violencia.
“Parece ser que la ciudadanía se ha vuelto más represora respecto a la presencia del narco y a las alusiones a la violencia”, dice y pone como ejemplo la apología del delito en los narcocorridos.
Para Ernesto Martínez lo que observó fue que debido a que no había información oficial en medio de la tormenta de balas y bloqueos, la misma gente comenzó a reenviar todo lo que circulaba, sin importar si era cierto o falso.
“Se comenzó a torcer lo que estaba pasando, empezaron a decir que estallaron un coche bomba en una casa en el Tres Ríos, que habían tumbado un helicóptero, que habían matado al gobernador; lo que sí era real, era que eran cientos de personas armadas en las calles”, recuerda.
Entonces, la delincuencia sí quería lograr ese caos, traducido en presión, y los tiroteos reales se fundieron con las fake news para cumplir con la misión del terror.
Al final sí les funcionó la estrategia
Ernesto Martínez