Culiacán, Sin.- Mientras que el gobierno es omiso en su obligación y acato a las leyes ambientales para la medición del aire, organizaciones civiles advierten que, el uso excesivo de vehículos, transporte público y el uso de agroquímicos, así como la producción de droga, están generando un gran impacto en el aire que afecta en la respiración de los sinaloenses.
Sinaloa es uno de los 8 estados que no registra en el Índice de Aire y Salud del Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire, (SINAICA) y a pesar de que, supuestamente cuenta con 3 estaciones de medición de la calidad del aire en DIF de Los Mochis, DIF de Culiacán y en la Junta Municipal de Agua Potable de Mazatlán, ninguna de estos mecanismos está funcionando.
También puedes leer: Hasta 130 incendios de lotes baldíos se atienden de manera mensual en Mazatlán
Las mediciones existen, pero a través de la iniciativa privada. Como la IAP, MAPASIN, la cual el pasado 5, 6 y 7 de mayo, midieron la calidad del aire de Culiacán como insalubre y arriba del límite establecido por la norma de Semarnat 2014 y lo determinado por la Organización Mundial de la Salud.
Según esta organización, las horas en las cuales la calidad del aire es más contaminante es de las 3:00 a 05:00 de la mañana y 5:00 a 07:00 de la tarde.
Entre estos días, se suscitó el mega incendio de un depósito de combustible en El Ranchito, ocurrido el pasado 5 de mayo, el cual fue uno más que se suma a los 30 incendios forestales que han ocurrido en Sinaloa en este 2024.
Incluso el pasado 16 de mayo, la calidad del aire de Culiacán en el sector de Valle Alto entre 8:00 y 09:00 de la mañana, la calidad del aire se encontraba en color rojo, es decir, “muy insalubre”, según el monitoreo.
Los puntos
Los puntos de medición de Mapasin también son tres, uno está ubicado en Valle Alto, otro en la Colonia Cañadas y otro en el centro de la Ciudad de Culiacán.
También hay otro punto de medición en Mazatlán, pero en general, la calidad de aire del puerto, permanece en condiciones salubres.
La plataforma de consulta de la calidad del aire se llama “Redspira” y en ella se puede ubicar geográficamente en un mapa, la zona de la que quiere conocer para ver cómo se encuentra el aire que se respira.
Esta es la única opción que tienen los sinaloenses, para medir la calidad del aire y además únicamente, miden el tipo de contaminante P10 y P2.5, los cuales son los más peligrosos para el ser humano, pero aún quedan sin conocerse las condiciones del aire en materia de monóxido de carbono, bióxido de nitrógeno, azufre y plomo.
En el abandono
Desde el 2014 la Secretaría de Medio Ambiente, no ha presentado un informe actualizado sobre la contaminación del aire de Sinaloa y de acuerdo con SENAICA de Semarnat, en 2017 Sinaloa debió contar con 7 zonas metropolitanas o poblaciones con equipos instalados para el monitoreo de la calidad del aire. Ninguna de ellas está vigente.
De acuerdo con la Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable de Sinaloa, el Gobierno del Estado debe establecer mecanismos de control y monitoreo de la calidad del aire. El programa Pro Aire 2018-2027, fue una iniciativa firmada por la administración de Quirino Ordaz.
Entre sus objetivos se plantea que para el 2027 el personal de gobierno estaría capacitado para el monitoreo de la calidad del aire con ayuda de Semarnat y para el 2021 se planteaba la creación de un Procuraduría Ambiental.
Entre otras actividades, se planteaba la creación de un transporte público sustentable, regulación de la calidad de emisiones de los vehículos de gobierno, regulación de ladrilleras y de quema de basura en calles. Todo con presupuesto asignado.
Al cambio de la administración de gobierno, con la entrada de Rubén Rocha Moya como gobernador, la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Sinaloa paso a adherirse a la Secretaría del Bienestar y en plan anterior fue olvidado.
Pero los monitoreos de medición de la calidad del aire no se han realizado por falta de presupuesto. Una de las formas para evaluar la calidad del aire es comparando las concentraciones de los contaminantes obtenidas de las redes de monitoreo con los límites máximos permisibles establecidos en las Normas Oficiales Mexicanas.
Sociedad en la oscuridad
Salvador Martínez, encargado de Redspira y otros proyectos de Mapasin, expone que si gobierno cumpliera con su obligación de monitorear la calidad del aire, los sinaloenses tendrían acceso a un catálogo más amplio de los contaminantes que convergen en el medio ambiente e impactan en la salud.
Pero sobre todo, se tendría un mayor margen de acción por parte de las autoridades para aplicar políticas públicas partiendo de una información completa y no limitada a los esfuerzos que las organizaciones civiles como Mapasin, realizan.
“Para que lo que medimos solo es una parte de los contaminantes que están en el aire, pero si gobierno hace lo pertinente y lo que ya es obligatorio, podríamos medir otros gases que hasta ahorita no sabemos qué condiciones presentan”.
De esta forma, el actual gobierno permanece ajeno y omiso en el actuar sobre temas ambientales y en este caso, sobre la calidad del aire mientras se sigue agravando con incendios forestales, la quema de establecimientos en la zona urbana y la quema de soca.