Culiacán, Sin. -Rosa Neriz busca a su cuñado y sus dos hermanos desde hace 13 años en que fueron desaparecidos en Monclova, Coahuila, cuando trabajaban en un restaurante.
Después de muchos esfuerzos y voluntades, acompañado de un trabajo amplio desde el activismo, ella y otras madres de desaparecidos, lograron la conformación del Registro Nacional de Personas Desaparecidas que es nutrido por la Comisión Nacional de Búsqueda y la Comisión Local así como de las Fiscalías Especializadas en Desapariciones.
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Los nombres de sus desaparecidos estaban en el registro, pero al término de la estrategia de localización de personas del presidente Andrés Manuel López Obrador, dejada en manos de Bienestar, Rosa Neriz consultó el registro y se dio cuenta que sus hermanos y su cuñado ya no estaban allí.
Mismo caso le ocurrió a Marta Vega, quien busca esposo desde hace 46 años, al ser desaparecido en 1977 presuntamente por militares, década en que registran los más antiguos casos de desaparición forzada.
Eva Luz, madre de Martín Guadalupe Camacho, desaparecido en 2013, también se encontró con la sorpresa. “Los volvieron a desaparecer”, dijeron.
“Es falso, ellos (de la Secretaría de Bienestar) nos fueron a visitar y cuando llegaron únicamente decían “andamos buscando a tal persona” y decían no, no está desapercibido porque fue a vacunarse contra el Covid. Los desaparecidos existen, queremos cifras reales”, dijo Rosa Neriz.
No hay cifra real
De acuerdo con los resultados de la Estrategia Nacional de Búsqueda en Vida echada a andar luego de que AMLO asegurara que las cifras de desaparecidos eran excesivas, se logró localizar a 16 mil personas con vida, es decir, el 15 por ciento de las 110 mil 964 desapariciones registradas hasta el pasado agosto, mes en el que renunció Karla Quintana a la Comisión Nacional de Búsqueda.
Actualmente, se Registró Nacional contempla a más de 113,000 personas desaparecidas a nivel nacional. Según esta narrativa, en Sinaloa se logró obtener indicios de posible localización que 562 personas catalogadas como desaparecidas, en una primera jornada de búsqueda
Según la Delegación del Bienestar, las personas podrían estar vivas y en sus domicilios, pues sus nombres aparecían como beneficiarios de algún programa social, o bien que fueron a vacunarse contra el Covid-19, acudieron a realizar un trámite al SAT o al INE, o bien fueron acreedores de algún servicio de salud pública.
Durante el lapso de esta estrategia, en él fueron dadas de baja de Registro Nacional más de 500 personas; nada más, en Sinaloa, en el año 2022, estaban registradas 288 personas como desaparecidas y no localizadas y en 2023, la cifra aumentó a 348, es decir, se supondría que todo un año solo se registraron 60 personas como desaparecidas.
Las quejas
Familiares afirman que no existe un padrón confiable y ya reclaman que el gobierno le ha desaparecido tres veces a sus víctimas de desaparición: la primera cuando ya no volvieron a casa, la segunda cuando nunca los buscaron y ahora que pretenden borrarlos del censo.
“Rechazamos dicho informe porque desaparece a los desaparecidos: no aceptamos que reduzcan a 12 mil 377 las personas que dicen se ha confirmado su desaparición. No aceptamos su dicho de que no tienen datos suficientes para identificar a 26 mil personas. No aceptamos que de 36 mil personas digan que no tiene indicios para buscarlas”, indicaron las buscadoras con un pronunciamiento público.
Registro impreciso e inestable
Fuentes internas de la Comisión Estatal de Búsqueda, indicaron que para conformar el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas existen 3 fuentes de registro.
La primera, que es la Comisión Estatal de Búsqueda en la que personal autorizado de registro, realiza el procedimiento correspondiente a través de un proceso digital para que una persona denunciada como desaparecida aparezca en el registro nacional.
La segunda, es la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada de Personas, quien también tiene la facultad de llevar a cabo el alta de una persona a nivel nacional.
Y la tercera es el ciudadano mismo, que de manera anónima puede acceder al Registro Nacional y llenar los campos para que su familiar desaparecido sea catalogado como tal.
Asimismo, existe un registro local, controlado por la misma Comisión de Búsqueda de Sinaloa, el cual es una herramienta de software que contiene todos los registros de personas desaparecidas, únicamente del estado.
En conclusión, existen 3 variantes en la conformación de un registro de personas desaparecidas y además, un registro más parlero que se integra de forma independiente a nivel local.
Ninguna de las cifras concuerdan, ni las de Fiscalía con la de la comisión de Búsqueda, ni las de ambas instancias con las del Registro Nacional y viceversa.
En promedio existe una diferencia de cifras que oscila entre los 100 casos de desaparición.
No hay fiabilidad
Mientras el registro sigue inestable, madres siguen buscando a sus hijos, hijas siguen buscando a sus padres y más que se suman al número impreciso de desaparecidos en México y Sinaloa.
Al respecto, los colectivos en todo el país preparan amparos en contra del nuevo informe que emitió la Secretaría de Gobernación, pues critican que carece de una metodología científica y todo está diseñado para borrar a personas que siguen vivas en la memoria de sus familias.