Culiacán, Sin.- Por la avenida Paliza, en el Centro, un anuncio discreto escondía un patio interior que era un lugar de encuentro para estudiantes, diseñadores, artistas, músicos y maestros. El Fulgor resplandecía, se convertía en un sitio por donde pasaban la más variopinta clase de personajes del Primer Cuadro, ya que está a tiro de piedra de escuelas, el Museo de Arte y el Instituto de Cultura.
Pero en 2020, Fulgor tuvo que apagarse por un momento, pues los estudiantes se quedaron en casa y la pandemia no perdonó a negocios que se mantenían al día. Aunque a veces esos avispados jóvenes sólo consumían una taza de café, dice don Jesús, lo que se perseguía era ver a una comunidad de creadores y estudiantes trabajando en las mesas que, precisamente, para eso las fabricó.
Ahora el lugar se encuentra a la espera. Las plantas dejaron crecer, el polvo se adueñó de algunos rincones y las mesas de trabajo que recibían a culichis con grandes ideas y un vacío en su estómago o sedientos de café, están arrumbadas.
LA HISTORIA
Jesús Murillo es el dueño de Fulgor y Tecnidiseño, la papelería que colinda con el lugar. La cafetería se abrió con la finalidad de hacerla un lugar sencillo de snacks, en donde hubiera una imprenta para los estudiantes de arquitectura y profesionistas del ramo, sin embargo, los planes fueron otros.
"En agosto del 2016 se abrió Fulgor, un espacio que queríamos acondicionar para dar cursos, talleres y tener un centro de impresión, con un espacio donde pudieran tomarse un refrigerio mientras. Pero por cuestiones de visión, comencé a habilitarlo para un café y así fue. Se abrió Fulgor y posteriormente los espacios para los cursos. Lo irónico es que, lo que dio inicio a comprar este espacio, el centro de impresión, no se realizó", relata, Jesús Murillo.
Este lugar era antes la sede de una discoteca, pero con la limpieza y la visión de Murillo, se convirtió en un espacio cultural, donde incluso algunos maestros realizaban reuniones y charlas. También se realizaban ruedas de prensa. Las paredes de Fulgor también han servido como una galería para los artistas y estudiantes de artes que ahí se congregan a pasar las tardes.
El cliente de Fulgor se debe mucho al estudiante y los gastos de este café, obedecen a que los ingresos deben ser grandes, pero bueno, aun así, se ha formado un concepto que estamos trabajando y espero culminarlo a pesar de que, en marzo del 2020, la pandemia nos obligó a cerrarlo Jesús Murillo
PAUSA, PERO REGRESA
Murillo comenta que la decisión de poner en pausa a Fulgor, fue una decisión del equipo de trabajo, quienes le han externado, están dispuestos a volver cuando el lugar vuelva a recibir clientes.
"Me dijeron que venían uno o dos clientes al día. Pues los alumnos de Casa Blanca y del ISIC ya no estaban en clases presenciales, entonces el equipo decidió que cerráramos por el momento. He hablado con los chicos y, aunque ahorita están trabajando en otro lado, están dispuestos a volver. Creo que se debe a la comunidad que formamos", platica.
Durante los meses que el Covid-19 ha estado en Culiacán presente, el teléfono de Don Jesús no ha dejado de sonar, donde quienes le llaman le preguntan lo mismo: ¿cuándo volverá a abrir Fulgor?. A todos ellos ya se les tiene una respuesta, pues se estima que en el mes de febrero del 2021, la luz volverá a encenderse.
"El proyecto era abrirlo en noviembre pasado, pero ante la amenaza de volver a confinarnos no quise volver a jalar gente a trabajar que a lo mejor iba a tener que dejar por fuera por esta situación, entonces nos esperamos. Ahorita tenemos un proyecto en revisión para retomar Fulgor y es muy seguro que en febrero ya estemos abiertos nuevamente. Finalmente solo se ocupa pegar una limpiada y es todo", asegura.
El dueño del lugar comparte que habrá nuevo menú y más proyectos para engrandecer la proyección cultural de los artistas que rodean al café.
En este sentido, se espera que las notas musicales de los integrantes de la orquesta que ahí ensañaban, las maestras, los artistas y creadores que iban por un café y un emparedado, muy pronto vuelvan a las mesas que, Jesús, diseñó precisamente para eso: crear proyectos.
Al ir buscando mejoras para este espacio, se instalaron mesas de trabajo para que estudiantes y artistas llegaran a hacer sus trabajos en equipo o realizar trabajos con materiales que compraron en la papelería Tecnidiseño.
Jesús Murillo es un comerciante dueño de una papelería con especialidad en dibujo técnico y pintura. Ante la necesidad de tener un espacio para ampliar su negocio, sin querer queriendo, surgió Fulgor.
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"Ante la necesidad de crecer, solicitamos un espacio que estaba continuo a la papelería el cual era más grande, sin embargo no podía adquirir sólo una parte, era todo el área o nada. Al principio, la intención para ese espacio extra, era hacer un centro cultural que se adecuara a las necesidades de este negocio."
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