Culiacán, Sin.- Son cinco puntos a vigilar de manera permanente con las Fuerzas Armadas, pero para la lucha de los cárteles no hay frontera, pues mientras el gobierno federal planea contener los narcobloqueos en la autopista Durango a Mazatlán y a Culiacán, un corredor sumamente peleado por “Chapos” y “Mayos”, en la capital del estado la ola de levantones se mantiene de manera permanente, en la mayoría con finales trágicos.
El lunes 30 de septiembre, el gobernador Rubén Rocha Moya reveló que existe un plan conjunto con el Ejército, Guardia Nacional y Policía Estatal, que estarán equipados con grúas y cisternas, cuatro puntos instalados en el corredor que de la Maxipista, un tramo de 200 kilómetros entre Culiacán y Mazatlán, así como un quinto en el túnel El Sinaloense de la autopista a Durango.
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“Se establecerán a partir de ahora cinco puntos antibloqueos, cuatro en la Maxipista Culiacán-Mazatlán, vamos a tener aquí en la caseta -de Costa Rica-, en la parte de Quilá, en Elota y allá en Mármol -la otra caseta-. En esos puntos no solamente va a estar el Ejército, la Guardia, la Policía, sino además vamos a tener grúas y vamos a tener cisternas; primero, esos puntos van a ser de carácter preventivo, y segundo, con carácter resolutivo, para resolver y que no nos sorprendan”, dijo en su conferencia semanera.
En el túnel de la ruta duranguense, en donde también se han presentado narcobloqueos con incendio de tráilers y camiones, se reforzará la vigilancia, todo esto como parte de una Fuerza de Tarea (llamada así en lenguaje militar, para describir un conjunto de acciones de la milicia), que implementará el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo en sus primeros 100 días de gobierno.
“De por sí ya tenemos sembrado el territorio donde tenemos dificultades con puntos de seguridad, integrados por los tres órdenes de gobierno, en la ciudad de Culiacán en diferentes partes, en las diferentes comunidades de los municipios aledaños, Navolato, el valle de Culiacán, y Elota, en donde se ha agudizado mucho la situación ahí, y en San Ignacio y Cosalá”, reconoció Rocha Moya.
¿Por qué esa zona?
De acuerdo con fuentes de seguridad, una de las facciones en disputa del territorio sinaloense busca frenar el ingreso de células de sicarios provenientes de Durango, el pasado miércoles 3 de octubre, la capital amaneció flanqueada por lonas colgadas en distintos pasos viales en donde acusaban que eran los hermanos Cabrera Sarabia los que pretendían el ingreso a Mazatlán y a Culiacán.
En el puerto, se han registrado brotes de violencia, como el ocurrido el martes 1 de octubre durante la madrugada, cuando sujetos armados asesinaron a dos hombres en un negocio de maquinitas en la colonia Rafael Buelna controlado por el crimen organizado. El local fue incendiado por los pistoleros.
En la ruta de Culiacán a Mazatlán se han registrado diversos enfrentamientos y nacobloqueos con tráilers que son incendiados, entre San Ignacio, Elota y Culiacán, una zona clave en el conflicto entre las facciones en disputa.
Sin embargo, mientras se pretende reforzar los tramos carreteros, en la capital se sigue registrando una oleada de levantones y homicidios, pero bajo el modus operandis de dejar a las víctimas en las afueras de la ciudad, como los cinco hombres que aparecieron el jueves 3 de octubre durante la noche, a un lado del Calzada Heroico Colegio Militar, a la altura de la colonia Miguel de la Madrid, antes de llegar a La Costerita.
Cuatro de las víctimas eran jóvenes de entre 16 años y 23 años, quienes habían sido levantados días atrás de que aparecieran torturados y lacerados.
El viernes 4 de octubre, tras la toma de protesta del nuevo comandante de la Tercera Región Militar, general de brigada Guillermo Briseño Lobera, el gobernador Rocha Moya anunció, por enésima vez, el refuerzo de la capital del estado con 590 elementos de la Guardia Nacional.
Numeralia macabra
En su misma semanera, Rocha informó sobre los partes de guerra en el corte poco antes de cumplirse el mes del conflicto en el cártel de Sinaloa. Se registraron 58 enfrentamientos, de los cuales, 20 han sido agresiones contra personal militar y de la Guardia Nacional.
De esto, se logró la detención de 50 sujetos, la “neutralización” de 20 más, tres personas liberadas que habían sido privadas de su libertad, el aseguramiento de 122 vehículos, entre éstos 25 camionetas blindadas, y tres patrullas clonadas, una de la Policía Municipal, una más de la Policía de Investigación y otra del Ejército.
También se aseguraron 10 motocicletas, 8 de ellas clonadas de la Policía Estatal, 173 armas largas, entre éstas 16 ametralladoras y 7 fusiles Barret; 30 armas cortas, 7 granadas de fragmentación, 10 artefactos explosivos improvisados, 50 mil 449 cartuchos de diferentes calibres, 947 cargadores, una granada para lanzacohetes de 83 mm, un lanzagranadas MGL, diversos material y equipo táctico, 31.85 kilos de mariguana, y 45.014 kilos de fentanilo.