Mazatlán, Sin.- En esta pandemia del coronavirus, las personas más vulnerables y afectadas por el confinamiento son las que tienen alguna discapacidad, ya que no pueden salir de sus casas ni convivir en los grupos de apoyo y capacitación, señaló el presidente de Fraternidad de Personas Excepcionales de Mazatlán, José Antonio Muñoz Pérez.
Aseguró que muchos de ellos se ven obligados a pedir limosna, por falta de apoyo del gobierno federal.
Y aunque desde el inicio de su gobierno, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió pensión universal para todas las personas con discapacidad permanente, sólo entrega a quienes tienen menos de 29 años.
Dijo que algunos sólo reciben como apoyo mil 050 pesos cada tres meses por parte del DIF municipal, lo que les resulta insuficiente para vivir.
“Los apoyos de López Obrador a los mayores de 29 años no les llega, y la mayoría tenemos discapacidad permanente, quisiéramos que eso se hiciera por ley, ya que cuando entró dijo que sería pensión universal para todas las personas con discapacidad permanente, pero ahorita nomás la manejan a los menores de 29 años de edad”, expresó.
Indicó que para los discapacitados con más de 30 años es más difícil conseguir trabajo, ya que las fuentes de empleo disminuyeron, pero también tienen en su contra la edad y su discapacidad.
“Nosotros quisiéramos sentar un precedente en este gobierno que promete apoyar a todas las personas más vulnerables, no nomás a los jóvenes, nosotros tenemos el problema de que no fácil conseguimos trabajos, también por la edad y la discapacidad”, apuntó.
Fraternidad de Personas Excepcionales de Mazatlán es una asociación civil que se fundó desde hace 28 años, opera sin recursos ni apoyos, salvo el esfuerzo y la voluntad de ellos mismos, quienes alientan a otros que van iniciando en el proceso y desarrollo de la discapacidad. En sus registros, se ha capacitado a más de 50 personas.
Antes de la pandemia, se reunían todos los sábados en la escuela primaria Ignacio Zaragoza, de la colonia Pueblo Nuevo, donde ofrecen pláticas sobre desarrollo físico, intelectual y emocional a cuadripléjicos, personas con problemas psicomotores o malformaciones, amputados por diabetes y gente de la tercera edad que ya no puede caminar.
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Ahí aprenden desde cómo manejar sillas de ruedas, subirse o bajarse de ellas, hasta repararlas o engrasarlas, así como hacer ejercicio, jugar tenis o algún otro juego adaptado.
No obstante, desde la alerta sanitaria, las reuniones se mantienen suspendidas para evitar los riesgos de contagio.
Muñoz Pérez comenta que la mayoría de los integrantes de la Fraternidad son personas mayores de 29 años de edad que no perciben apoyos federales, a pesar de que la pensión universal para discapacitados permanentes fue una promesa de campaña del actual gobierno federal.
Sólo algunos, agregó, reciben el apoyo municipal del DIF, que son mil 050 pesos cada trimestre.
Dijo que, aunque muchos de ellos ya están viejos, insistirán en esta propuesta durante el presente gobierno, para que se concrete y se disponga por ley.
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