Hasta que el divorcio nos separe…

En Sinaloa durante los últimos dos años, tan sólo por la vía judicial, 20 mil parejas se han separado; el trámite es como hacer una diligencia funeraria

Irene Medrano Villanueva 

  · jueves 14 de febrero de 2019

10 Mil 079 divorcios judiciales se registraron en Sinaloa durante el 2017 y en el 2018, 11 mil 175. Foto: Especial

Culiacán, Sin.- ¡Roncaba mucho y no me dejaba dormir...!, éste es uno de los miles de motivos que presentan tanto mujeres como hombres para separarse.

La falta de amor, el no conocerse a fondo y la falta de respeto, son las tres causas principales que han provocado que a diario los juzgados sean visitados para buscar la separación y Sinaloa de acuerdo con el INEGI en el 2017 ocupara a nivel nacional el sexto lugar en divorcios.

De acuerdo con funcionarios, tanto del Registro Civil como del ramo familiar, la situación se torna preocupante debido a que en un futuro cercano aumentarán los divorcios y disminuirán los matrimonios.

En la sala de justicia familiar del Supremo Tribunal de Justicia, en el 2017 se presentaron 10 mil 079 divorcios judiciales, de ellos terminaron 10 mil 835 y en el 2018, 11 mil 175, de los cuáles se resolvieron ocho mil 619.

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Es decir que en tan solo en los últimos dos años sin contar los trámites que se llevan a cabo en el Registro Civil, quedaron divorciadas cerca de 20 mil parejas por la vía judicial, de ellos se dieron cinco sin expresión de causa y seis por mutuo consentimiento.

DIVORCIOS Y MATRIMONIOS, CASI EMPATADOS

La directora del Registro Civil, Irma Tirado Sandoval advierte que en estos dos últimos años las cifras de divorcios y matrimonios casi están empatadas.

Se ha elevado el número de divorcios, en porcentaje están alcanzando las cifras, solo le falta un 25 por ciento, para quedar en cifras iguales a las que trae el matrimonio.

Directora del Registro Civil

La directora del Registró Civil lamentó que los matrimonios no están teniendo una duración como en años anteriores, ya que quienes más se están separando son los jóvenes, además de que ya no se están uniendo a temprana edad.

Las edades no importan, como se pueden divorciar una pareja que tenía 40 años de casados, como de uno o tres años.

Agregó que algunas de las causas por las que duran poco tiempo los matrimonios son por falta de compatibilidad, pero, admitió que no existen estudios sociológicos de las causas que están generando este aumento de divorcios, por lo que sería de gran utilidad conocer las causales que están provocando este fenómeno social.

Recuerda que hace algunos años era común ver parejas de hasta 16, 18 y 20 años ya casadas, ahora los sinaloenses esperan hasta los 25, 30 y en algunos casos hasta los 35 para contraer nupcias.

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“Los matrimonios hoy se efectúan en jóvenes que son un poquito mayores, ya no se casan tan fácilmente como de 16, 17, 18 o 20 años como antes se llevaba a cabo. Ahorita los matrimonios son de gente de 25, 27, 30 35 y esos son los matrimonios jóvenes”, señaló la funcionaria estatal.

DIVORCIOS ENTRE JÓVENES

Para divorciarse, la edad no importa, sin embargo, sobresalen las parejas jóvenes, quienes en su mayoría admiten que no son compatibles, lo que los ha llevado a la violencia física.

Mónica Rivas, tiene 22 años, de ellos, dice, cuatro han sido un “infierno”.

“Mi infierno comenzó a los 18 años, me casé según yo enamorada, pero a los días me di cuenta que no era lo que yo deseaba, un hombre cariñoso, comprensivo, no, todo lo contrario, para empezar roncaba mucho, no me dejaba dormir, tenía que levantarme temprano para ir a trabajar, él se quedaba en la cama, por la tarde llegaba cansada, tenía que recoger todo, era un desastre, no me ayudaba en nada, llegaba malhumorado y a veces hasta golpes había”, recuerda.

Reitera que su pareja nada más se acostaba y empezaba a roncar, no le importaba nada, el sexo, el amor para él no significó nada.

Mis noches a veces eran de desesperación, no podía dormir, deseaba a mi marido y nada. Le pedí que se tratara el sueño, porque no era posible que al poner la cabeza en la almohada ya estaba roncando. No fue posible y terminamos.

Mónica Rivas

También Rolando Mejía buscó el divorcio debido a que su mujer prefería los lujos, las fiestas.

La casa le picaba. Estaba mal humorada, pero llegaba el fin de semana y todo se volvía alegría, buscaba a donde salir, no tenía fin. Yo traté de complacerla, los sábados íbamos a un bar, nos divertíamos tomábamos unas copas, pero eso mismo lo quería repetir entre semana. Los domingos se desaparecía, no la pude hacer entrar en razón y decidimos por mutuo acuerdo separarnos, en eso andamos ahorita.

Rolando Mejía

Los quejosos que fueron entrevistados tramitando su divorcio, aseguran que, si se han conocido un poco más, quizá el matrimonio hubiese permanecido “hasta que la muerte nos separe”.

Las parejas, cuando dan el sí, no piensan que la relación vaya a tener un final, sino que, por el contrario, todos se aferran a la frase de novela: “vivieron felices para siempre”. Lamentablemente esto no siempre es así y muchas veces un matrimonio que se veía feliz termina en divorcio, despreciándose y odiándose.

No me atendía durante mi embarazo; los antojos no me los cumplía. Me di cuenta que no me quería, eso me motivó para pedirle el divorcio porque la verdad nunca lo quise, pensé que con el trato iba a sentir algo por él, pero él tampoco mostró cariño, amor, ambos nos equivocamos: Tuve dos hijos y ahora ando tramitando el divorcio y la manutención de mis hijos.

Mónica Abitia

EXPERIENCIA DOLOROSA

El divorcio, advierte la psicóloga Leticia Verdugo Valenzuela, es una experiencia que, si no se gestiona bien, puede causar mucho sufrimiento y consecuencias psicológicas, especialmente cuando hay bienes materiales por medio o se inicia una batalla por la custodia de los hijos. Por ello, recomienda acudir a una terapia de divorcio.

Destaca que la separación muchas veces, es una etapa muy difícil de superar, ya que la persona experimenta un proceso de duelo, en el que debe acostumbrarse a vivir una nueva vida separada de la persona con la que ha compartido tantos momentos.

El sufrimiento que esta etapa trae consigo, reitera, a veces no es posible superarlo sola, solo y, por ese motivo, muchas personas que se separan acuden al psicólogo en busca de ayuda profesional.

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“No pude superar la infidelidad de mi marido, le aguanté todo: mentiras, desprecios, pero lo que no pude soportar es que me enteré por otras personas que tenía dos hijos casi de la misma edad que los míos: 19 y 21 años. Duramos 23 años de casados”, señala Ángela Gutiérrez.

La señora de 46 años compara el trámite del divorcio como si estuviera llevando a cabo una diligencia funeraria.

“Estos días han sido negros, no hay nada que me consuele, fueron muchos años de convivir. Puse lo mejor de mi vida, lo atendí, le fui fiel. El durante el noviazgo me regalaba flores, luego de casados, se acabaron las flores, en lugar de eso, como dos veces me tiró con el florero, con el cenicero, que contradicción. Era mi marido, el padre de mis hijos, después de su infidelidad me rogó, me pidió que lo perdonara, que éste era su hogar… pero todo tiene un límite”, reflexiona. Lo siguiente es el divorcio.

10 Mil 079 divorcios judiciales se registraron en Sinaloa durante el 2017 y en el 2018, 11 mil 175


MÓNICA RIVAS

TRAMITA SU DIVORCIO

“Mi infierno comenzó a los 18 años, me casé según yo enamorada, pero a los días me di cuenta que no era lo que yo deseaba, un hombre cariñoso, comprensivo, no, todo lo contrario, para empezar, roncaba mucho, no me dejaba dormir…”

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