Escuinapa, Sin.- Aunque hasta el momento la incertidumbre se apodera de Lupita, al no saber si el Covid-19 frenará la venta de las piñatas que año con año elabora en el municipio, al estar restringidas las fiestas y posadas, no pierde el entusiasmo y ya está más que lista para seguir la tradición que le heredó su madre.
El olor a engrudo y a papel periódico húmedo son característicos en la casa de la maestra Lupita, como es conocida, la cual por muchos años ha servido también como taller para la elaboración de las tradicionales piñatas navideñas.
Lupita comenta que la creación de estos artículos es, además de un negocio, una tradición en su familia, ya que por muchos años y hasta sus últimos días de vida, su madre, la señora María Antonia Sánchez, Doña "Toña", se dedicó a elaborar piñatas, principalmente durante las épocas decembrinas para las posadas.
Fue hace aproximadamente 13 años, en el 2007 para ser exactos, cuando al ya no estar su madre, ella se dedicó a elaborar las piñatas.
Asegura que mantiene viva la artesanía de la piñata, ya que utiliza los mismos métodos que su madre, siendo uno de ellos el conocido engrudo, material que se prepara con harina y agua y que sirve para pegar el papel.
"Ahorita ya mucha gente usa resistol para pegar el papel, pero aquí yo sigo usando el engrudo, las piñatas quedan más macizas y aguantan más palazos, además, esa es la tradición, hacerlas con engrudo".
Además del engrudo, otro de los materiales principales es el papel periódico, el cual se utiliza reciclado, aunque cada vez se le dificulta más poder conseguirlo.
Dijo que cada año son entre 300 y 400 piñatas las que vende en épocas decembrinas, siendo las de "picos" la que más se llevan sus clientes.
Iniciamos desde varios días antes a trabajar, así para cuando se llega la temporada, ya llevamos un buen avance en la elaboración de las piñatas Lupita
Le entristece un poco que esta temporada la venta sea menor, por el tema del Covid-19, sin embargo no pierde la ilusión de que, aunque sea para recuerdo, sus clientes no fallen.
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Sabe que la pandemia le ha “pegado” duro a todos los sectores del país y que en Escuinapa la situación está difícil. Para ella, lo más importante es tener una ganancia para poder disfrutar las fiestas navideñas en familia, “resguardada”, pero sin perder la esperanza de tener un mundo mejor para el próximo año.
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