Culiacán, Sin.- Desconocimiento total de las denuncias de acoso y abuso sexual contra sacerdotes de la Diócesis de Culiacán es lo que declaró el alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil al cuestionarle una opinión al respecto.
Gámez Mendívil dijo no estar enterado del tema, mismo que surgió desde hace más de una semana, luego de la movilización del 8 de marzo, cuando jóvenes y adolescentes denunciaron a sacerdotes en redes sociales por acosar, realizar tocamientos y abusar sexualmente de mujeres y niñas.
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Al respecto, la Diócesis de Culiacán se pronunció asegurando que no solapará tales delitos, por lo que presentaron una denuncia penal en la Fiscalía General del Estado contra los presuntos implicados.
Posterior a ello, el Gobernador Rubén Rocha Moya, la Secretaria de las Mujeres, María Teresa Guerra Ochoa y la Fiscal General, Sara Bruna Quiñones Estrada, realizaron declaraciones sobre el tema, anunciaron que hay una carpeta de investigación en proceso y que se actuará conforme a derecho.
Sin embargo, el alcalde de Culiacán, donde ocurrieron la mayoría de estos delitos, dijo no estar enterado del tema y pidió disculpas por ello.
“Me voy a disculpar nada más por algo, porque no conozco bien el tema, lo venía escuchando muy temprano en la radio, pero no lo conozco de fondo y vi algunas notas en la mañana de la señora fiscal, del Gobernador y de Tere Guerra”, expresó Gámez Mendívil.
Declaró que está en contra de estos actos y que realizará un exhorto para que se revise el caso.
“Me gustaría en particular ahora reservar mi comentario, obviamente ya sabemos que estamos en contra, que invitamos a que se revise”, expresó.
Culiacán es el municipio que encabeza la lista de delitos contra la vida, la integridad y libertad sexual de las mujeres, también es el lugar donde se han registrado los tres feminicidios que han ocurrido en el estado en lo que va del año 2023.
Colectivos feministas están convocando a la sociedad a manifestarse este próximo sábado 18 de marzo frente a las escalinatas de Catedral en protesta por los abusos que sacerdotes han cometido contra jóvenes, adolescentes, mujeres y niñas.