Culiacán, Sin.- Este lunes 7 de octubre inicia el paro de labores de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) tal y como lo anunció el encargado del despacho de rectoría, Candelario Ortiz Bueno.
Esto surge por la separación del cargo de Robespierre Lizárraga Otero como encargado de la universidad, ocurrido el pasado viernes en una audiencia de modificación de medidas cautelares.
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Asimismo, en su mensaje, Ortiz Bueno declaró que esto es en respuesta a lo que ellos consideran como un atropello, por la reforma a la ley Orgánica de la UAS sin consentimiento de sus autoridades.
El paro de labores es general y tras el anuncio varios diputados salieron a denunciar que el detener las actividades en la universidad es ilegal.
Incluso acusaron que la estadía de Ortiz Bueno como encargado es ilegal, afirmando que se debe de seleccionar a un nuevo rector por medio del voto popular.
Hoy están convocados estudiantes a manifestarse a las 10 de la mañana, en recorridos que realizó esta casa editorial se logra apreciar las puertas cerradas de diversos planteles, cabe mencionar que en Culiacán, Navolato y Mazatlán se decretó clases en línea por la ola de violencia que aqueja al territorio.
Por otra parte, el abogado Milton Ayala Vega, asegura que los atropellos dirigidos hacia la institución, así como las decisiones para destituir a los dirigentes de la UAS, han provocado este paro laboral.
Paro activo, no total
Pese a la suspensión de labores presenciales, el paro es considerado "activo", lo que significa que los maestros continuarán manteniendo cercanía con los estudiantes.
A través de tareas, trabajos y otras dinámicas educativas, los docentes seguirán apoyando a los alumnos a pesar de las circunstancias, con el objetivo de mitigar cualquier impacto en su educación.
Según las declaraciones de Ayala Vega, no ha habido un verdadero esfuerzo por parte de las autoridades para establecer un diálogo, y que las decisiones del Gobierno del Estado, junto con los tres poderes del Estado y la Fiscalía, han trastocado la vida interna de la universidad.
El conflicto se centra en la destitución de los líderes universitarios, que según Ayala Vega, afecta directamente la gestión de la UAS y sus actividades esenciales, como la emisión de títulos y la organización de las clases.