Culiacán, Sin.- Al tener el narcotráfico de rodillas al gobierno federal, estatal y municipal, el terror y la incertidumbre ha invadido a la sociedad de Culiacán, por lo que hombres de negocios y funcionarios estatales están solicitando escoltas armadas, señaló Abel Jacobo Miller.
A partir del jueves negro en Culiacán, hemos recibido 22 solicitudes para escoltas armadas para empresarios y funcionarios, no quieren escoltas de gobierno, están optando por escoltas privadas.
Jacobo Miller
El empresario que se dedica a proporcionar escoltas armadas, tiene 15 años en el ramo de la seguridad, es consultor de varios empresarios, incluso ha trabajado con personal de Israel y los ha traído a Sinaloa para entrenamientos de escoltas que ofrece.
“No soy un improvisado en este show “, aclara Jacobo Miller, quien también es maestro de Krav Maga, un sistema oficial de lucha y defensa personal, maestro universitario en licenciatura y posgrado, además ofrece cursos de tiro avanzado.
Detalla que también negocios de todos los ramos, como nunca, le están solicitando protocolos de seguridad, porque los sinaloenses ya se dieron cuenta que están solos.
Se han disparado las solicitudes protocolos de seguridad en instituciones, empresas y algunos centros escolares, quieren saber cómo actuar en un momento como los que se vivieron por más de cinco horas en Culiacán.
Jacobo Miller
HECHO HISTÓRICO
Este hecho ha sido histórico. Tengo 47 años y nunca en mi vida había visto algo así como ese 17 de octubre donde el narcotráfico arrodilló a los tres niveles de gobierno, señaló.
Los señores que anduvieron haciendo ese relajo, conocían perfectamente el manual de lo que es la guerrilla urbana, o sea, llegar y tapar accesos de entrada y salida, nada más les faltó cortar la luz y suministro de agua, pero todo lo demás lo hicieron de acuerdo a ese manual, me extraña que el ejército no se haya prevenido.
Jacobo Miller
Es inverosímil, indica, como agarrar a un narco en su tierra, en una zona densamente poblada, a quien se le ocurre eso.
Los empresarios, añade, se sienten protegidos al traer a una persona armada a su lado. Ya está cambiando ese chip de que a la seguridad la veían como un gasto innecesario, ahora como están las cosas, estamos pensando en ser preventivos, porque aquí somos reactivos y a veces no reaccionamos bien. Después de este jueves hay un antes y un después.
“Ya comprobamos que el narco aquí en Sinaloa hace y desase, y ese día quedó completamente claro quién manda. Los tres órdenes de gobierno quedaron exhibidos totalmente, brilló por su ausencia una policía estatal, muy pocos anduvieron repeliendo agresiones por ahí. Y no se diga el gobierno federal que quedó con una credibilidad por los suelos”, lamentó.
NARCOS MANDAN
Los gobiernos, añadió, también entendieron que los narcos son los que mandan y lo que tenemos bien claro que los índices de seguridad aquí bajan no por la labor de los policías, de las autoridades, aquí los índices delictivos bajan porque los delincuentes se calman, porque ellos quieren.
“Es una realidad bien triste, pero así es”, señaló.
Dijo que el balconeo que ha hecho el presidente dando nombres, es un detalle muy grave porque no puede estar manejando nombres y apellidos del personal de seguridad que interviene en operativos porque arriesga su seguridad y la de sus familiares.
“No debe de balconear el nombre de los encargados de los operativos”, insistió.
Dijo que es muy triste para los mexicanos que la actuación en el jueves negro, el ejército quedó burlado no solo en el país sino internacionalmente.
“En ese día que lo llamamos jueves negro, cuidaba a un personaje norteamericano que estaba en el estado y pasa este evento y cuando se enteran de que apresan a un narco y lo sueltan, no lo entendía, decía cómo es posible que después de aprendido lo dejan ir”, dijo.
Indicó que el presidente justifica que así se evitó la matanza y mucha gente se lo cree, pero la matanza se debió haber evitado al principio del operativo, porque siempre un operativo debe tener un plan A, un plan B y hasta un plan Z.
“Yo no entiendo en mis conocimientos de seguridad cómo se configuró ese operativo sin tomar en cuenta que se hizo en una zona urbana altamente poblada, a plena luz del día, y sin personal operativo de fuerzas especiales, lo hicieron de manera irregular, por eso, insisto que hubo muchas inconsistencias en ese operativo”, explica.
Incluso, explica, el pasado jueves en la mañanera, el presidente saca un video de lo que “realmente sucede”, entre comillas y en lugar de ayudarlo, terminó de hundirlo, primero porque se ve que sale un Ovidio a quien no le muestran una orden de cateo y de aprehensión y en lugar de esposarlo le dan un celular para que hable, además entran los solados a ese domicilio y no se les ve ni uniforme regular, no se les ve una característica de una institución formalizada, entonces, hay muchas cosas que no cuadran.
“Ahora dicen que el relajo empezó cuando tomaron a este señor Ovidio y resulta que en ese video apenas lo están apresando y ya se escuchan balaceras en la calle, hay muchas inconsistencias que me llaman la atención en ese video”, insiste.
MONTAJE
Advierte que para él todo fue un montaje y la misma gente lo está diciendo, fue un montaje actuado que de alguna manera están tratando de justificar algo que se llamó operativo fallido.
Jacobo Miller asegura que lo único que podría salvar al gobierno federal y medio a volver a reconstruir su imagen es detener a Ovidio, si no, cada día que esté suelto ese señor será una afrenta para el estado de derecho.
Dejarlo libre, no es un favor que le hizo a los ciudadanos cuando alguien te tiene arrodillado con el hacha en el cuello, no queda más que negociar forzosamente lo menos peor. No fue gracias a López Obrador, sino que el narco lo arrodilló de tal manera que no le quedó otra más que soltar a este señor. Salvar la vida de la ciudadanía fue antes no después.
Jacobo Miller
Ese día en Culiacán, dijo, no se vio a los más de dos mil elementos de la guarda nacional que llegaron hace meses, ni vimos a los tres mil militares que están aquí destacamentados en el Sauz.
Lamentó que López Obrador hace unos días haya declarado que ya no hay guerra contra el narco, ni se expone la vida de civiles: “eso es muy grave porque entonces quiere decir que no va a combatir la delincuencia organizada, entonces para que tenemos una fiscalía general de seguridad pública, para que tenemos al ejército en las calles. Sé que no debe de empezar una guerra como lo hizo Calderón, pero cuando ya tienes una afrenta como la del 17 de octubre, se tiene que sentir el peso del estado para el narco y que vaya paralelo con sus programas sociales, pero un presidente no puede decir que no va a combatir la delincuencia…”
OPERATIVO FALLIDO
El pasado 17 de octubre, Culiacán fue tomado por un "ejército" de gatilleros del Cártel de Sinaloa para rescatar a Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán.
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