Irma Edith, el infierno de las fosas y la burocracia

Durante 8 años Ingrid buscó a su hermana desaparecida, pero el desorden administrativo la tenía enterrada en una fosa común

Jesús Verdugo │ El Sol de Sinaloa

  · jueves 5 de noviembre de 2020

Foto: Jesús Verdugo │ El Sol de Sinaloa

Culiacán, Sin.- Había una vez un pueblo de lógica relajada y circunstancias increíbles dónde la gente desaparece y no la vuelven a ver. En ese lugar existen reyes mediocres que son dueños de la verdad y a los cuerdos los llaman locos. Allí, Ingrid buscaba a su hermana y esos reyes la perdieron en un páramo de muerte y burocracia inoperante durante 8 años.

En ese tétrico lugar desapareció una joven hace ocho años, era mesera de un restaurante de aquel lugar. Cuando su hermana fue a pedir ayuda a la autoridad, la tacharon de loca; que su hermana debe andar de fiesta, que luego aparece, le dijeron.

Ingrid desesperada comenzó a buscar y preguntar por su cuenta. Tres meses después aparecieron 3 cuerpos semi enterrados en una fosa clandestina del Tambor, playa famosa de ese pueblo. Una mujer fue identificada como la compañera y amiga Irma Edith, así que Ingrid fue a pedir identificación del cuerpo.

Una vez más la burocracia le dijo que no, pues el cuerpo de que ella procuraba estaba en tan mal estado que era imposible mirarlo, le prometieron una prueba de ADN en seis meses, y mágicamente se convirtieron en 2 años.

Durante esa espera, Ingrid seguía buscando. Llorando a diario de rabia e impotencia preguntaba y escarbaba indicios. Cuando platicó con la familia de la mujer identificada en la fosa supo que era posible que su hermana estaba ahí y era el segundo cuerpo que tenían congelado en algún cuarto de la capital.


Foto: Jesús Verdugo │ El Sol de Sinaloa

"Es tu hermana, tu sabes que es ella, deja de buscar en otra parte... es ella la que encontraron enterrada" le decían, a Ingrid.

La mujer insistía pero la espera seguía; llegó la fecha dos años después. La prueba de ADN resultaba negativa. No es tu hermana, le dijeron, y así cerraron el caso. El cuerpo fue enterrado en una fosa común al sur de ese mágico pueblo.

Ingrid estaba destrozada; el sentimiento de saber que su hermana iba ser puesta en un agujero indigno con un folio como nombre la llenaba de rabia y dolor aplastante. Pero la lógica de este pueblo no daba para más, ella seguía buscando y la etiqueta de loca se le quedó impregnada.

Años después conoció a otras "locas" que buscaban a sus familiares: mujeres valientes que retaban al sistema y a sus inoperantes reyes. El colectivo Sabuesos Guerreras A.C. la cobijó entre su camaradería y fuerza.

Foto: Cortesía │ Sabuesos Guerreras A.C.

Ahora Ingrid ya no luchaba sola y tras más años de presión logró una revisión del expediente de su hermana. Lo que encontraron fue fatal: la prueba de ADN realizada no fue al cuerpo correcto.

En octubre del 2012 cuando se encontraron esos 3 cuerpos en la fosa clandestina del Tambor, había dos mujeres y un hombre. Cuando Ingrid pidió prueba de ADN del segundo cuerpo femenino, el aparato burocrático se confundió y tomó muestra del cuerpo masculino.

Una mezcla de rabia y alivio fue la que vivió Ingrid con tal dato. Ahora tenían las herramientas para exigir una exhumación de la fosa común y poder identificar al cuerpo femenino que presuntamente era su hermana.

En la semana de festejos por El , le avisaron a Ingrid que la prueba de ADN era positiva: sí era su hermana la que ella siempre buscó entre papeleos y fosas. Ahora tendrá la oportunidad de darle un entierro digno y vivir el duelo.

Foto: Jesús Verdugo │ El Sol de Sinaloa

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El dolor de Ingrid y su familia no termina, pero la calma por fin llega a su hogar, saber que la lucha dio frutos y poder darle un descanso a su hermana es una pequeña victoria de las "personas locas" que buscan justicia en este pueblo ilógico.

Por cierto, y por mera confirmación este pueblo mágico se llama Sinaloa, donde según datos oficiales de la secretaría de Gobernación, son de 9 mil 702 reportes de personas desaparecidas en el estado, del 15 de marzo de 1964 al 13 de julio de 2020, cuando dieron su último informe, de las cuales, 4 mil 851 siguen ausentes, y el 18.10 por ciento de las que han sido localizadas, fueron encontradas sin vida.





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Foto: Jesús Verdugo │El Sol de Sinaloa