Por primera vez en la historia, un partido envía a uno de los suyos a un proceso judicial y a un juicio político que ya terminó con una destitución, pero ahora falta su inhabilitación para que no ocupe ningún puesto público o candidatura en todo lo que queda del gobierno de Rubén Rocha Moya en Sinaloa.
Jesús Estrada Ferreiro tuvo sus dos citas con el destino la semana pasada, primero en la audiencia inicial en donde el juez de control vinculó a proceso al ex presidente municipal por los delitos de abuso de poder y discriminación, en contra de las viudas de policías de la capital.
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Por su parte, el Congreso lo llevó a juicio político también por las denuncias de las viudas de policías. Este procedimiento concluyó el pasado miércoles 29 de junio con la solicitud del Poder Legislativo en Sinaloa al Supremo Tribunal de Justicia del Estado de inhabilitar por 6 años al ex munícipe para que no pueda ocupar ningún otro cargo público ni menos candidaturas.
Ahora, el Supremo Tribunal sesionará en aproximadamente 15 días para darle la última estocada al hombre que se sintió intocable por su otrora cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Secretos Ventilados
En la sesión nadie quiso salvarlo, ni siquiera la diputada Victoria Sánchez, quien era una de las pocas que lo defendía, prefirió ausentarse de la sesión secreta extraordinaria. Por unanimidad de los diputados presentes votaron por convertir al ex alcalde en un paria de la política sinaloense.
El juicio político es un mecanismo para fincar responsabilidad política y sancionar con destitución y/o inhabilitación a funcionarios o servidores públicos de alto nivel que, en el ámbito de sus atribuciones, han incurrido en arbitrariedad o abuso o acceso de poder.
¡Ya me acabaron!
Estrada Ferreiro, esta vez, no se escabulló como hace días que lo desaforaron, llegó al Congreso puntual, se veía agotado, daba la impresión que ya no tenía ganas de defenderse, lo hacía, pero no con esa enjundia que lo caracterizaba cuando el poder le sonreía.
Sin embargo, todavía tenía fuerzas para echarse otro “tirito” con los que dice que están en su contra: el gobernador y el presidente de la Junta de Coordinación Política, Feliciano Castro Meléndrez, al asegurar que no ha cometido ningún delito y lo que están haciendo contra él “es por ambición de negocios y ambición política”, aunque no quiso aclarar qué tipo de negocios están haciendo.
Una hora después de estas aseveraciones ante los medios, el ex alcalde de Culiacán, cuando salía de la sesión con los diputados, con voz desconsolada susurraba: ¡Ya me acabaron!
Caminaba cabizbajo, su semblante estaba desencajado, diferente a como entró a la sesión secreta donde todavía se le veía envalentonado, al asegurar que aunque lo condenen a muerte, está tranquilo, pero el tono de su voz lo delataba.
¿Qué voy hacer?
“La frustración de siempre, o sea, todo el aparato de gobierno contra mí solo, el Congreso, el Poder Judicial, el Ejecutivo, la Fiscalía, todos”, aseveró y remataba con una pregunta agarrándose la frente: ¿qué voy a hacer?
"No me dejaron denfenderme”
Lamentó que todos se “amafiaron” en su contra “ya me desaforaron, ya me destituyeron y ahora buscan inhabilitarme para que no participe en futuros procesos electorales”, señaló.
Durante la sesión secreta, Estrada Ferreiro tuvo 30 minutos para defenderse de las acusaciones de falta de pago que le hicieron las viudas de policías caídos en el ejercicio de su deber y que lo mantenían en el banquillo de los acusados. El tiempo se le agotó, pero, todavía pedía que su abogada María de Jesús “Chuyita” Verdugo también interviniera, lo que no le permitieron, porque así estaba en el orden del día.
Lo mismo hicieron las dos viudas que fueron las que se presentaron a dilucidar la acusación que habían presentado 49 mujeres, una vez que concluyeron sus 30 minutos, también les pidieron que abandonaran el recinto para que los legisladores continuaran con la sesión y emitir su voto.
“No me dejaron el tiempo suficiente para defenderme”, lamentaba el ex alcalde al salir.
Los reporteros le dieron un nuevo aire, cuando le preguntaron si se iba a defender, con voz impetuosa informó que se amparará ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación por la decisión de los legisladores, aclarando que no lo hacía en los tribunales locales porque están controlados por el gobernador.
Dijo que lo va a hacer, no porque quiera regresar al cargo ni porque esté obsesionado, sino porque es su derecho al haber sido electo por el pueblo.
Es vox pópuli que el Supremo Tribunal de Justicia de Sinaloa está en manos de Rubén Rocha Moya a través de su secretarío General de Gobierno, el magistrado en retiro Enrique Inzunza Cázares.
¿Qué sigue?
En aproximadamente 15 días más, el Supremo Tribunal pudiera someter ante el Pleno la petición de inhabilitar a Estrada, situación que se ve venir, debido al control que tiene Rubén Rocha sobre los magistrados.
La frustración de siempre, o sea, todo el aparato de gobierno contra mí solo, el Congreso, el Poder Judicial, el Ejecutivo, la Fiscalía, todos
Jesús Estrada Ferreiro , ex alcalde de Culiacán