Culiacán Sin.- La historia de Cristian Romero es de esas que inspiran a las masas, de las que merecen ser contadas mil y un veces, y repetidas a los que piensan en rendirse. Nacido en Culiacán y formado en el Instituto Estatal de Ciencias Penales y Seguridad Pública como oficial de la fuerzas municipales, y ahí es donde comenzó su historia.
Esas tardes de bromas y relajo en la academia daban peleas de box espectaculares entre los cadetes, ahí en la cancha donde los gritos se multiplican y amplifican. Entre risas Cristian cuenta que empezó a anunciar las improvisadas puestas de guantes. Imitando las frases de los famosos anunciadores de las vegas: "let's get ready to rumble" retumbaba las canchas cóncavas del lugar. Con su poderosa voz y gran carisma rápidamente se vio obligado por sus compañeros a anunciar todas las peleas, les encantó.
Dejó de ponerse los guantes y comenzó a "cantar" las peleas de manera recurrente y sus compañeros comenzaron a reconocerle su talento. Ese interés y pasión al deporte estaba ya sembrado en Cristian desde hace años, solo faltaba la chispa que detonara el camino que lo llevaría a escenarios nacionales.
Sus ganas y dedicación las enfocó en una sola cosa; buscar convertirse en anunciador profesional. Cada vez buscaba mejores frases y a buscar un promotor, pues ese consejo le dieron para empezar a recorrer ese camino. Carlos Monzón Stamatis era el nombre que buscó, lo contactó y le pidió la oportunidad de ser probado como anunciador. "El Comandante" Stamatis fue una leyenda del boxeo en cuestión de promoción de nuevos talentos. Y él le pido unos audios, una prueba pues de su talento.
Cristian se preparó y creo escenarios ficticios para dichos audios, los mandó y Stamatis le dijo que luego le hablaba; Romero Valvidia sintió que nada pasaría y todo se quedaría en un fracaso. Pasaron cuatro días y la llamada llegó: "necesito que vayas a una conferencia de prensa en el (parque) constitución, anunciaremos la próxima pelea" le dijo, Monzón.
La fecha se dio y frente a más figuras de la promoción deportiva demostró sus habilidades de anunciador, eso sí, los nervios lo querían dominar pero se mantuvo firme. "Mira este es el de la vocecita de angel" dijo, el comandante a sus compañeros.
"Ahora si, todo lo que me mandaste, dilo aquí... a capela" le ordenó el promotor. Cristian recitó su presentación y terminó de convencer a todos ahí, los rostros de aprobación eran unánimes.
Al terminar su improvisado casting se acercaron a Cristian y le dijeron: "te tenemos una buena y una mala... la buena es que te vamos a debutar en la siguiente pelea, y la mala... es que no te vamos a pagar" la risa se le desbordó y aceptó; la oportunidad había llegado para él.
El debut llegó el 9 de diciembre de 2016 en la arena del parque Revolución. Ese mismo día era el sepelio de sus suegra, su cabeza y presencia estaban con su familia en aquel momento doloroso. "Me agarró el suegro y mi esposa: ya mi mamá falleció, te agradecemos por estar aquí pero tienes que cumplir, ya quedaste..." y así como ese apoyo se fue a Culiacán para su cita con el destino.
Desde entonces y a la fecha a anunciado peleas estelares en Guadalajara, Mochis, Culiacán y la mayoría de las plazas importantes del noroeste del país gracias a su promotora JD Promotions, a quien agradece la confianza y apoyo.
En su sentir, Cristian Romero Valdivia afirma que ninguna pelea es mayor a otra, las adopta como la mejor pelea y trata de inyectarle su pasión y hacer sentir a los peleadores y público en un evento de talla mundial.
"Todas las peleas para mi son importantes, porque no me fijo si es alguien que va empezando o ya está consolidado, yo quiero hacerlo sentir como campeón y contagiar a la gente para que disfrute más la pelea" afirma, Valvidia.
Su vida compartida se logra gracias al apoyo de sus mandos en la policía municipal, saben de su potencial y están completamente a disposición de acordar horarios específicos para que cumpla sus dos tareas de la mejor manera.
"La gente debe ver que los policías no somos malos, todos somos humanos, tenemos sueños y familias. Así como yo hay muchos con diferentes luchas y sueños" dice, Cristian Romero.
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El oficial reflexiona sobre los sacrificios de cumplir con su deber de oficial, pues es algo que lleva en el corazón, servir y hacer algo por la gente. El tiene "la sangre azul" y espera continuar con su labor de oficial hasta donde aguanten las circunstancias. Sabe lo que significa ese oficio en una ciudad como Culiacán, pues nunca se sabe si va regresar a ver a su familia al final del turno.
"Agradezco mucho a los mandos de la policía por el apoyo y la confianza que me han dado, y nosotros seguimos haciendo el mejor trabajo para que la gente deje de ver de manera negativa a los policías"
"La autentica voz del boxeo" como se le conoce en el medio, busca alcanzar los mejores escenarios en Estados Unidos y así poner en alto a Culiacán y a México. Su trabajo continua duro todos los días, desde que se pone el uniforme azul hasta las noches de traje y micrófono donde da rienda suelta a su pasión y entrega al deporte.
El futuro de Cristian luce prometedor, su carisma contagia la plaza a donde vaya y enciende al público con sus frases y gritos de guerra. Y la dualidad de su vida continua en armonía compartiendo el micrófono con la disciplina oficial, una combinación extraña, de esas que resultan en cosas grandes.
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