Culiacán, Sin.- En el Congreso del Estado se está cocinando el dictamen sobre la despenalización del aborto que en unos días se subirá al pleno, donde se advierte que la interrupción del embarazo se puede dar, incluso, hasta los nueve meses de la concepción, a lo que algunos legisladores de Morena se oponen, los del PAS aprobarán el dictamen si lo corrigen y queda igual al de la ciudad de México.
Esta disposición ha generado ya irritación no sólo entre algunos legisladores, sino en la sociedad y en la misma iglesia católica.
“En los próximos días estaremos escuchando por diferentes medios que el Congreso de Sinaloa votará la despenalización del aborto y sería muy interesante que los diputados explicaran por qué en Sinaloa ya no habrá derecho a la vida”, dijo el padre Miguel Ángel Soto Gaxiola.
El sacerdote que forma parte de la Pastoral Familiar de la Diócesis de Culiacán fue enfático al destacar que la respuesta más simplista que pueden dar los legisladores es que están acatando una resolución de la corte.
Por esto, dijo que por lo menos expliquen a los sinaloenses a quienes representan, le aclaren qué es lo que dijo la corte y de paso que digan para qué sirven los congresos locales, si todo lo resuelve la Suprema Corte.
“Resulta contraproducente que en tiempos donde nuestro Congreso debería ocuparse de la salud de sus ciudadanos la propuesta sea matar a más gente, en este caso al bebé en el vientre de su madre”, indicó.
Destacó que nadie se opone a la facultad que tiene la mujer de decidir sobre su propio cuerpo.
“Lo que pasa es que en el procedimiento del aborto se está decidiendo sobre el cuerpo de otra persona que no está en posibilidades de defenderse, por ello, surge una pregunta interesante: ¿qué derecho debe de prevalecer, el derecho a la vida del bebé o el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo?", dijo.
Reiteró que la aprobación del aborto contradice la esencia del derecho mismo, ya que el “derecho al aborto" viola el derecho que toda ley debe de proteger.
“La ley debe de tener como finalidad el bien del hombre, incluido el que no ha nacido. Ningún derecho puede justificarse si supone matar a otra persona”, insistió.
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