/ lunes 9 de septiembre de 2024

La muerte del “Rodolfillo”: un antes y un después en la narcoguerra de Sinaloa

El asesinato de ‘El Niño de Oro’ y de su esposa al salir de un centro comercial de Culiacán marcó la primera ruptura del narco en el estado, cuyas secuelas dejaron una estela de violencia en Sinaloa y Ciudad Juárez

Culiacán, Sin.- Han pasado 20 años de aquel sábado negro que cimbró la estructura criminal en Sinaloa y México. El Guamuchilito, Navolato, fue de nuevo noticia en el mundo criminal. Muchas versiones aún siguen en el ambiente.

El día parecía intrascendente para la capital del estado, pero a las 4 de la tarde el tiempo se detuvo con el asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes y su esposa Geovana Quevedo Gastélum en el estacionamiento de plaza Cinépolis, en el bulevar Pedro Infante, a unos metros del Congreso del Estado.

También puedes leer: “Si le dijeron que yo iba, le mintieron y cayó en la trampa”; gobernador sobre carta del Mayo

El crimen fue atribuido a Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, quien sostenía rencillas con “El Niño de Oro”, como era conocido el heredero del imperio criminal del Cártel de Juárez, debido a pleitos por el territorio de Chihuahua.

La familia oriunda de El Guamuchilito, Navolato, había padecido la muerte de Amado Carrillo Fuentes, alias “El Señor de los Cielos”, en 1997 en la Ciudad de México durante una cirugía estética para cambiarse el rostro.

Destapa complicidades

En el fuego cruzado en la plaza comercial, “El Niño de Oro” traía una escolta conformada por agentes de la Policía Ministerial del Estado, la corporación a cargo de Jesús Antonio Aguilar Íñiguez en los tiempos del Gobierno del Estado de Juan Millán (1999-2004).

Uno de los agentes que resultó herido fue el mismísimo jefe de Investigaciones de la PME, Pedro Pérez, quien en ese momento se presume estaba de permiso o gozaba de vacaciones.

Con este hecho se terminó por confirmar la penetración del narcotráfico en las corporaciones del estado en todos sus niveles. No había duda, pues, del lodazal criminal que salpicaba a las autoridades estatales.

Se dijo que al enterarse del asesinato de su hermano y de quien habría ordenado el crimen, Vicente Carrillo Fuentes, alias “El Viceroy”, líder del cártel fronterizo, llamó a Ismael Zambada García alias “El Mayo” para pedirle la cabeza de “El Chapo”, pero la alianza con el oriundo de La Tuna, Badiraguato, ya estaba pactada para encabezar lo que se denominó en ese tiempo La Federación, el súper cártel liderado por los sinaloenses, ya que los principales cabecillas del Cártel de Tijuana estaban uno muerto y el otro detenido (Ramón Arellano y Benjamín Arellano).

Oleada de muertes

Ese sábado, la consecución de los demás hechos fue una serie de asesinatos cometidos, incluso, por policías estatales, quienes cercaron a los gatilleros que cometieron el crimen en un predio de Navolato.

Testimonios refieren que el comandante de la PEP a cargo del operativo recibió una llamada telefónica cuando los sicarios ya estaban hincados, y con las manos detrás de la cabeza, levantó el brazo y volteó el dedo hacia abajo, orden que se puede traducir como que “les dieran para abajo” (fusilarlos).

Meses después, este comandante fue desaparecido al salir a comprar cerveza en una posada y jamás apareció.

Y sí, Culiacán se paralizó después de los hechos.

Pactos y sellos

Con este crimen el grupo sinaloense comenzó a afianzarse en la estructura de la delincuencia organizada en México.

Desde el Gobierno federal parecía haber un respaldo al Cártel de Sinaloa para que liderara al resto de los grupos criminales, sus integrantes eran intocables y se paseaban sin ninguna restricción por todo el País.

De hecho, se puede decir que fueron los tiempos de bonanza para “El Chapo” y “El Mayo”.

En los días posteriores continuaron los asesinatos y el Gobernador Juan Millán se vio obligado a correr de la PME a “Chuy Toño”, porque su jefe de Investigaciones brindaba seguridad al narcotraficante navolatense.

La entonces Procuraduría General de la República citó a declarar a Aguilar Íñiguez por estos hechos, pero nunca pisó la cárcel, incluso, estuvo durante años como una de las personas más buscadas por la PGR, hasta que en 2009 salió de esa lista, pero se mantuvo con bajo perfil.

El vox populi lo ubicaba en Escuinapa, su tierra natal, brindando seguridad al ex Gobernador Antonio Toledo Corro y a sus propiedades.

Fue hasta 2011, en el Gobierno de Mario López Valdez, que reapareció en la estructura de su gobierno de vuelta al mando de la Policía Ministerial, en donde se jubiló.

En el juicio de “El Chapo” en Nueva York, Vicente Zambada Niebla, hijo de “El Mayo”, testificó que su padre le entregaba miles de dólares al mes por brindar seguridad. Murió de Covid en el año 2020 en Mazatlán.

En los años posteriores familiares de los Carrillo Fuentes fueron asesinados a balazos en Navolato, mientras que otros perdieron la vida en accidentes, y todavía a 20 años, la estela de otras guerras han sacudido Sinaloa, como la encabezada por Arturo Beltrán Leyva entre 2008 y 2013, hasta la de los Dámaso con Los Chapitos… y ahora se cierne la amenaza de un nuevo conflicto entre La Mayiza y los Guzmán tras el secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada.

Culiacán, Sin.- Han pasado 20 años de aquel sábado negro que cimbró la estructura criminal en Sinaloa y México. El Guamuchilito, Navolato, fue de nuevo noticia en el mundo criminal. Muchas versiones aún siguen en el ambiente.

El día parecía intrascendente para la capital del estado, pero a las 4 de la tarde el tiempo se detuvo con el asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes y su esposa Geovana Quevedo Gastélum en el estacionamiento de plaza Cinépolis, en el bulevar Pedro Infante, a unos metros del Congreso del Estado.

También puedes leer: “Si le dijeron que yo iba, le mintieron y cayó en la trampa”; gobernador sobre carta del Mayo

El crimen fue atribuido a Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, quien sostenía rencillas con “El Niño de Oro”, como era conocido el heredero del imperio criminal del Cártel de Juárez, debido a pleitos por el territorio de Chihuahua.

La familia oriunda de El Guamuchilito, Navolato, había padecido la muerte de Amado Carrillo Fuentes, alias “El Señor de los Cielos”, en 1997 en la Ciudad de México durante una cirugía estética para cambiarse el rostro.

Destapa complicidades

En el fuego cruzado en la plaza comercial, “El Niño de Oro” traía una escolta conformada por agentes de la Policía Ministerial del Estado, la corporación a cargo de Jesús Antonio Aguilar Íñiguez en los tiempos del Gobierno del Estado de Juan Millán (1999-2004).

Uno de los agentes que resultó herido fue el mismísimo jefe de Investigaciones de la PME, Pedro Pérez, quien en ese momento se presume estaba de permiso o gozaba de vacaciones.

Con este hecho se terminó por confirmar la penetración del narcotráfico en las corporaciones del estado en todos sus niveles. No había duda, pues, del lodazal criminal que salpicaba a las autoridades estatales.

Se dijo que al enterarse del asesinato de su hermano y de quien habría ordenado el crimen, Vicente Carrillo Fuentes, alias “El Viceroy”, líder del cártel fronterizo, llamó a Ismael Zambada García alias “El Mayo” para pedirle la cabeza de “El Chapo”, pero la alianza con el oriundo de La Tuna, Badiraguato, ya estaba pactada para encabezar lo que se denominó en ese tiempo La Federación, el súper cártel liderado por los sinaloenses, ya que los principales cabecillas del Cártel de Tijuana estaban uno muerto y el otro detenido (Ramón Arellano y Benjamín Arellano).

Oleada de muertes

Ese sábado, la consecución de los demás hechos fue una serie de asesinatos cometidos, incluso, por policías estatales, quienes cercaron a los gatilleros que cometieron el crimen en un predio de Navolato.

Testimonios refieren que el comandante de la PEP a cargo del operativo recibió una llamada telefónica cuando los sicarios ya estaban hincados, y con las manos detrás de la cabeza, levantó el brazo y volteó el dedo hacia abajo, orden que se puede traducir como que “les dieran para abajo” (fusilarlos).

Meses después, este comandante fue desaparecido al salir a comprar cerveza en una posada y jamás apareció.

Y sí, Culiacán se paralizó después de los hechos.

Pactos y sellos

Con este crimen el grupo sinaloense comenzó a afianzarse en la estructura de la delincuencia organizada en México.

Desde el Gobierno federal parecía haber un respaldo al Cártel de Sinaloa para que liderara al resto de los grupos criminales, sus integrantes eran intocables y se paseaban sin ninguna restricción por todo el País.

De hecho, se puede decir que fueron los tiempos de bonanza para “El Chapo” y “El Mayo”.

En los días posteriores continuaron los asesinatos y el Gobernador Juan Millán se vio obligado a correr de la PME a “Chuy Toño”, porque su jefe de Investigaciones brindaba seguridad al narcotraficante navolatense.

La entonces Procuraduría General de la República citó a declarar a Aguilar Íñiguez por estos hechos, pero nunca pisó la cárcel, incluso, estuvo durante años como una de las personas más buscadas por la PGR, hasta que en 2009 salió de esa lista, pero se mantuvo con bajo perfil.

El vox populi lo ubicaba en Escuinapa, su tierra natal, brindando seguridad al ex Gobernador Antonio Toledo Corro y a sus propiedades.

Fue hasta 2011, en el Gobierno de Mario López Valdez, que reapareció en la estructura de su gobierno de vuelta al mando de la Policía Ministerial, en donde se jubiló.

En el juicio de “El Chapo” en Nueva York, Vicente Zambada Niebla, hijo de “El Mayo”, testificó que su padre le entregaba miles de dólares al mes por brindar seguridad. Murió de Covid en el año 2020 en Mazatlán.

En los años posteriores familiares de los Carrillo Fuentes fueron asesinados a balazos en Navolato, mientras que otros perdieron la vida en accidentes, y todavía a 20 años, la estela de otras guerras han sacudido Sinaloa, como la encabezada por Arturo Beltrán Leyva entre 2008 y 2013, hasta la de los Dámaso con Los Chapitos… y ahora se cierne la amenaza de un nuevo conflicto entre La Mayiza y los Guzmán tras el secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada.

Policiaca

FGR clausura negocio de celulares en Villas del Río, Culiacán

El inmueble está ubicado por la avenida Villas del Río, a unos metros de la Universidad Autónoma de Durango

Cultura

Grandes “Historias del Ayer” envolvieron al Teatro Ángela Peralta

El público mazatleco presenció el talento del magnífico cantante Oscar Gómez, la Camerata Mazatlán, el Coro Ángela Peralta y el Ballet Folclórico del Instituto de Cultura de Mazatlán

Local

Rocha garantiza que apoyos a maiceros no se detienen por fusión de Segalmex

El Gobernador asegura que los productores reciben los apoyos que se prometieron en la cosecha de maíz

Local

Salud lleva 42 atenciones psicológicas derivadas de la violencia en Sinaloa

Ofrece consultas gratuitas tras los hechos de inseguridad acontecidos en las últimas semanas

Local

No solo es ‘El Piyi’, van más de 40 detenciones: Rocha Moya

El Gobernador de Sinaloa asegura que estos arrestos mitigan la violencia en el estado

Local

‘Tita’, la tigresa rescatada en Elota, ya está en el santuario Ostok

El presidente del refugio animal dice que la felina se encuentra a salvo y fuera de peligro, bajo atención con especialistas