Culiacán, Sin.- “La pandemia me obligó”, es la frase que entre emprendedores se repite ahora en broma por el cambio drástico que tuvieron las empresas en este año y en el caso de una institución de idiomas, transformó las clases presenciales a una escuela digital, aún y cuando “Alpes”, apenas iba por su primer año de operaciones en un local del primer cuadro de la ciudad.
Desde 2016, Melissa Hernández Urías, creó la escuela de idiomas por un programa cultural que surgió para enseñar francés, al ir creciendo la demanda se instalaron en un coworking y al ya tener grupos más grandes, en verano de 2019 inauguró su propio local.
Los maestros, alumnos y ella misma, cada día se iban a adaptando a la nueva oficina, Melissa en constantes capacitaciones para en algún momento, trasladar las clases en línea, situación que como “piloto”, comenzó en diciembre del año pasado por una alumna que solicitó este servicio y para marzo ya tuvo que ser una realidad para todos los estudiantes.
“Todo esto implica mucho trabajo, desde entonces me di cuenta, que el hecho de programar una actividad que se tenía que ver en 3D, o sea incorporar cosas tecnológicas a la clase era demandante, complicado y mucha inversión de tiempo”, señaló.
Para la emprendedora, el tener un local propio era un sueño hecho realidad que el Covid-19 le arrebató a sus 32 años y aunque en ocasiones no contaba con los recursos suficientes para pagar la renta o los servicios, el proceso para mudar todo a internet fue difícil. Pero avizorando el panorama, tomó la decisión de cerrar el negocio a finales de marzo.
MOMENTO DE SALIR
Después de experimentar mucha ansiedad y desconocer que iba a ocurrir con su escuela de idiomas que ya tenía como fuerte el inglés y francés, Melissa cerró el ciclo de trabajar de forma presencial para abocarse de lleno a las nuevas metodologías que las plataformas ofrecían, sin perder la esencia y el dinamismo de una clase presencial.
Se acabó el mundo normal, empezó mi mundo digital, fue como navidad para mí, abrirme a muchos cursos que tenía en línea Melissa Hernández Urías
Ya para abril la apuesta para Melissa era no despedir a sus cinco colaboradores, ser flexible con los pagos con los estudiantes y aplicar estrategias para que una escuela digital de idiomas en medio de la pandemia aún fuera atractiva para las personas.
“Salía uno y veíamos como que bajaban los números y entraba otro y nos volvía como la manera de que respirara otra vez, un poquito de aire, entonces era un poco de sufrimiento en ese aspecto de que no veíamos estabilidad y veníamos de la estabilidad”, comentó.
Una recomendación llevó a otra y poco a poco, en un ambiente de supervivencia, los números fueron mejorando para la escuela “Alpes”, la estabilidad empezó en mayo, por un empresario que propuso a sus colaboradores a estudiar como una oportunidad para trabajar en su empresa en Canadá.
“Fue complicado y fue mucho aprendizaje durante estos meses, en prueba y error y cursos, que creo que eso es algo bien importante, nunca dejar de capacitarse y no dejar de lado los grupos empresariales que te pueden dar buenas ideas”, reconoció.
LAS FRONTERAS SE BORRAN
Por las bondades que tiene el internet, las fronteras ya no existen para Melissa y al tiempo empezó a tener clientes de otros municipios de Sinaloa, Sonora, Ciudad de México, Cuernavaca, Monterrey e incluso de Estados Unidos, por una mujer que vive en Texas y no había tenido la oportunidad de aprender bien el inglés.
“Se empiezan a animar personas que, porque ya no podían ir a la escuela de la vuelta de su casa, empiezan a ver que otras opciones hay en línea y también porque todos estamos encerrados y que vamos a hacer, pues aprender algo positivo”, destacó.
Para su sorpresa, cuando empezó a sacar cuentas, se dio cuenta como el 2020, el año atípico y crítico para todos, superó las estadísticas del 2019, a pesar de que, en los últimos meses, venían trabajando en un ritmo de austeridad.
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De acuerdo al dirigente de la Cámara Nacional del Comercio (Canaco), Diego Castro Blanco, tradicionalmente en los negocios, en menos de cinco años desparecen más del 80 por ciento, ahora con la pandemia, la estimación es que, de cada 10 empresas, uno o dos van a sobrevivir en este periodo.
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