La vida en los barcos atuneros de Mazatlán

Hace 35 años dos barcos pesqueros emprendieron su primer viaje de captura desde Mazatlán, lo que fue el origen de una de las empresas más grandes de América Latina, Pesca Azteca

Luis Loaiza | El Sol de Mazatlán

  · sábado 31 de agosto de 2019

El capitán Lazarini nos muestra el puente de mando de un barco atunero. Foto: Rolando Salazar.

Mazatlán, Sin.- En 1984 dos barcos pesqueros de reciente adquisición, Azteca 1 y Azteca 2, emprenderían su primer viaje de captura de atún desde el puerto de Mazatlán; nadie de aquella tripulación sospechaba que esa travesía sería la ‘punta de lanza’ de lo que, a través del tiempo y de forjar hombres de mar, se convertiría en una gran empresa pesquera que se consolidaría como una de las más grandes y exitosas de América Latina, Pesca Azteca.

La tripulación de un barco atunero se compone de 25 trabajadores, todos con una función muy específica que cumplir, la actividad en el barco inicia con la salida del sol y termina cuando el sol se oculta, por ello la tripulación se reúne en el comedor para desayunar muy temprano, cuando el cielo todavía está oscuro; cuando el astro rey inicia a asomarse por el horizonte, ya cada tripulante debe estar en su posición de trabajo

Joaquín Lazarini, Capitán de Puerto y Jefe de Seguridad Marítima en Pesca Azteca

El capitán nos comparte que el promedio de viaje de cada barco que sale a la pesca es de 60 días, la capacidad de almacenamiento de la embarcación es de mil toneladas; otra característica de estos barcos pesqueros es que no tocan tierra durante el trayecto, ni llegan a alguna isla, además permanecen siempre muy alejados de la costa, al grado que en algún momento del viaje les queda más cerca Hawaii que Mazatlán.

El barco atunero tiene de eslora (largo) una longitud de 69 metros, la manga (ancho) mide 13 metros y un calado (parte que va bajo el agua) de 22-23 pies (cerca de siete metros); en cuanto a la movilidad, el barco atunero puede desarrollar una velocidad de 16-17 nudos (31.4 kilómetros/hora), pero en términos de ahorro de combustible, normalmente se opera a una velocidad de 12-13 nudos (24 km/hora).

El capitán Lazarini nos comenta que actualmente los barcos atuneros cuentan con tecnología de punta, dicha instrumentación se encuentra en el puente de mando de la embarcación, ya sea para comunicación, para ubicar la posición geográfica de la nave, o para escudriñar el fondo marino. El sonar, por ejemplo, es un aparato que les permite ubicar un cardumen en el fondo marino, cuando no se puede localizar a simple vista; el video plotter, es un instrumento que les permite conocer el desplazamiento del helicóptero cuando sale en busca del atún; el radar aéreo, popularmente conocido como ‘radar pajarero’, cuya función es detectar la presencia de parvadas de aves marinas, ya que es una señal clara de la presencia de algún cardumen en la zona; para la navegación se dispone de una carta electrónica y compás magnético, que sustituyen a las brújulas que durante muchos años usaron los barcos; la videosonda les ayuda a saber la profundidad del mar, del lugar donde se encuentran.

En cuanto a comunicación, la nave cuenta con diversos aparatos de radiocomunicación, ya sea para corta, mediana y larga distancia, dependiendo de las necesidades; cabe señalar que algunos dispositivos de comunicación o localización, funcionan por medio de satélite.

: La proa de un barco atunero, aspecto en cubierta. Foto: Rolando Salazar

LA PESCA

El helicóptero juega un papel muy importante en la pesca del atún, narra el capitán, pues ellos ubican el cardumen y se mantienen en constante vigilancia, además por medio de la observación determinan qué tipo de atún es, en el caso de Pesca Azteca, se trabaja el atún aleta amarilla, dicho túnido muestra un color verdoso cuando brilla a través del agua de mar, por eso el piloto y su ayudante lo identifican. La tripulación puede ver la masa de peces por medio del sonar, pero no se puede identificar por ese medio.

Algunos ejemplares de atún pueden superar los 60 kilos de peso. Foto: Cortesía

El piloto y el ayudante en el helicóptero son los ‘ojos en el cielo’ de la embarcación, y desde esa privilegiada posición guían al barco hacia dónde moverse para iniciar con el proceso de captura; la nave inicia a largar la red, que llega a tener cerca de 800 metros de longitud, para tender el cerco de forma circular en torno al cardumen de atún, una vez cerrado el círculo también se cierra la red en la parte de abajo, enseguida se procede a recoger la red para hacer el círculo más pequeño, el atún ya no puede escapar y pronto será levantado para congelarlo y almacenarlo en los contenedores del barco, esta última operación requiere de máquinas hidráulicas, poleas, ganchos, cuerdas, así como la pericia y fuerza de los trabajadores en cubierta.

Buque pesquero Franz, integrante de la flota de Pesca Azteca. Foto: Rolando Salazar.

EN MAL TIEMPO

En lo que respecta al clima, que es un tema muy importante para cualquier embarcación que se encuentra en altamar, señala el capitán Lazarini, la empresa envía dos reportes meteorológicos al día a los barcos que están en travesía, dichos reportes son emitidos directamente de la NOAA (NationalOceanic and AtmosphericAdministration) es decir, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos; además cada embarcación tiene un programa que se llama CatSat, donde se puede visualizar la formación y la ruta de cualquier fenómeno meteorológico en el océano, y así poder tomar precauciones.

En caso de la presencia de un evento ciclónico en el océano, de acuerdo a la ubicación y el movimiento del fenómeno meteorológico, el barco puede acudir a buscar refugio a la costa más cercana, o bien navegar lejos de la zona de influencia del mal tiempo.

PESCA SUSTENTABLE Y RESPONSABLE

“Estamos muy al pendiente y en constante monitoreo satelital de las embarcaciones, para que se respete la normatividad y no se incurra en invadir Áreas Naturales Protegidas, - señala Francisco Lizárraga, encargado del departamento de Oceanografía en Pesca Azteca- , cuando uno de nuestros barcos se acerca a una zona prohibida, nosotros les emitimos una alerta para que no vayan a ingresar a dicha zona, es algo muy importante para nosotros, el no incurrir en alguna falta de este tipo”.

La popa de un barco atunero, donde se realizan las maniobras para subir la captura. Foto: Rolando Salazar.

“Estamos muy al pendiente y en constante monitoreo satelital de las embarcaciones, para que se respete la normatividad y no se incurra en invadir Áreas Naturales Protegidas, - señala Francisco Lizárraga, encargado del departamento de Oceanografía en Pesca Azteca- , cuando uno de nuestros barcos se acerca a una zona prohibida, nosotros les emitimos una alerta para que no vayan a ingresar a dicha zona, es algo muy importante para nosotros, el no incurrir en alguna falta de este tipo”.

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NUMERALIA

  • 35 años cumple en 2019 Pesca Azteca.
  • 1,200 toneladas por viaje produce en promedio cada barco.
  • 85,000 toneladas, la producción anual en Pesca Azteca.
  • 12% de las pesquerías en el mundo cuentan con certificación MSC.
  • 21 barcos atuneros conforman la flota de Pesca Azteca.
  • 60 kilos puede llegar a pesar un atún.

La popa de un barco atunero, donde se realizan las maniobras para subir la captura. Foto: Rolando Salazar.



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