Culiacán, Sin.- Eran las heroínas de bata blanca, así las presumió el gobierno en los peores momento de la pandemia. Expuestas en medio de una guerra sin fusil, el personal de salud de contrato enfrentó al Covid-19 y ahora que luchan por una base, se sienten sin derechos laborales; ahora dicen estar sin el respaldo de aquella ciudadanía que tanto les aplaudió.
Durante la semana se plantaron afuera de los hospitales de Sinaloa, en exigencia de una base y un proceso sin corrupción, pero detrás de esta situación, hay miles de historias de trabajadores que dejan expuestas las injusticias y sacrificios a que son sometidos.
Reyna Franco Félix es una enfermera instrumentista que por 11 años ha protegido la vida de mujeres y neonatos en el Hospital de la Mujer, en el movimiento, la acompaña la doctora del centro de salud de Culiacancito, Modesta Cristerna Sánchez, con 10 años de servicio en la Secretaría de Salud. Ambas tienen una lucha encima.
Una década de espera
La enfermera Reyna, ingresó al Hospital de la Mujer justo después de haberse graduado, recuerda que cuando entró era consciente de que como trabajadora de contrato no tenía muchos derechos, sin embargo, esperaba que a los seis meses un día de trabajo, su base iba a llegar pronto.
La espera ha sido por más de una década, en el proceso, tuvo diplomados y su especialidad, formó una familia y el anhelo por una base seguía como algo lejano. Pero no es que no se basificara al personal, sino que, el proceso fue corrompido y las prestaciones fue para los de “contactos”.
“Sabemos que como trabajadores tenemos derechos, y aquí en la Secretaría de Salud desafortunadamente hay algunas situaciones en las que esos derechos, no se porque, los pasan por alto, a pesar de que saben que tenemos años trabajando, cumpliendo con nuestros deberes”, manifestó.
Como trabajadoras de contrato no tienen derecho a atención médica, prestaciones de vivienda, no tienen el respaldo de un sindicato y si fallece un familiar no se pueden ausentar por días, solo en sus vacaciones.
Después de un turno de 12 horas en la noche, afuera del Hospital de la Mujer, en el plantón que se tiene en la calle Miguel Tamayo, el cubrebocas no impide que se vea el cansancio de Reyna, el hartazgo y la decepción hacia las autoridades que no la reconocen.
A la quincena, confesó percibe un sueldo de dos mil 900 pesos, sumado a una compensación que aprobó el congreso, gana cuatro mil 500 pesos, pero, por su especialidad, debería estar recibiendo de 14 a 15 mil pesos.
En los momentos críticos de la pandemia, sociedad y gobierno reconocieron la labor titánica del personal de salud, algunos contagiados con cuadros graves o leves y otros dieron su vida en la batalla.
Para Reyna, eran héroes de bata blanca, héroes sin capa y ahora les dice a todos que “somos héroes sin bases, héroes sin prestaciones, héroes sin seguridad médica, entonces, héroes sin derechos”.
El sacrificio
La doctora Modesta es la imagen del dolor que sufre el personal de salud por la muerte de un familiar. Su padre murió en diciembre del año pasado, después de que ella, y su hijo también se contagiaran.
“Lo que más duele es saber o pensar que el contagio lo llevamos nosotros a nuestra casas, que nosotros fuimos los que vimos pacientes y que nunca te vas a quitar que tu fuiste culpable”, relató.
En el centro de salud de Culiacancito la segunda ola fue devastadora, cuando las campañas y elecciones provocó que los contagios aumentarán y por ende los decesos. La culpa, al final es de los políticos por hacer eventos masivos.
La doctora tiene un salario de tres mil 400 pesos a la quincena, más una compensación que no es suficiente para sus años de preparación y el nivel de riesgo en el centro de trabajo. Un médico de base percibe más de 13 mil pesos a la quincena.
“Siento que nosotros no nos vencimos, no nos rendimos aun enfermos no nos dimos por vencidos ¿y por qué ahorita la sociedad nos está dando la espalda?”, compartió.
Junto a Reyna y Modesta hay más de tres mil trabajadores de contrato de salud en Sinaloa, que sólo demandan lo que por ley les corresponde y sin dejar de salvar vidas, seguirán siendo los héroes de bata blanca sin reconocimiento real.
Modesta Cristerna
Doctora en Centro de Salud
“Siento que nosotros no nos vencimos, no nos rendimos aun enfermos no nos dimos por vencidos ¿y por qué ahorita la sociedad nos está dando la espalda?”.
LUCHA
Desde esta semana cientos de trabajadores de la salud salieron a protestar por una asignación de plazas de forma legal; son alrededor de 8 mil bases pendientes.
DISCURSO OFICIAL
Gobierno del Estado ha indicado que hasta enero se buscará asignar recursos federales y estatales para liberar las plazas.
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