Culiacán, Sin.- Guadalupe lleva 28 de sus 46 años de vida trabajando para su hogar y nunca ha cobrado un solo peso, lo hace, dice, por sus tres hijos, por su pareja. Se esfuerza no solo en sacar adelante su casa, también vende frutas y verduras en un puestecito que improvisa por la avenida República del Brasil, en la colonia Infonavit Humaya.
Originaria del municipio de Rosario, Guadalupe cuenta que es complicado sobrevivir con el ingreso de su esposo y a la vez cuidar de los hijos, de los quehaceres del hogar, por eso trabaja a medio tiempo.
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"Vendo frutas y verduras para completar el gasto, de ahí salen unos pesos", confía al ser entrevistada.
En México se tiene la fecha del 10 de mayo para festejar a la imagen consagrada de la Madre, bajo un carácter en el que se ellas son las "reinas de los hogares", que hacen un trabajo sacrificado y abnegado para defender a la familia.
Sin embargo, cada vez los análisis del Instituto Nacional de Estadística y Geografía arrojan datos reveladores: el trabajo no remunerado en las casas, alcanzó su punto más alto en 2021, con una cifra de 6.8 billones de pesos que representó el 26.8 por ciento del Producto Interno Bruto.
Es decir, aunque no sean pagadas, las labores domésticas generan una ganancia indirecta que, según el Inegi, son el motor de bienestar para la sociedad.
"Las mujeres contribuyeron con 19.1 % y los hombres, con 7.2 por ciento del trabajo. Con sus labores domésticas y sus cuidados en el hogar, las mujeres aportaron 2.6 veces más valor económico que los hombres", señala el estudio cualitativo replicado por el Inegi.
El caso de guadalupe
Desde su infancia en el sur de Sinaloa, la señora Guadalupe aprendió las labores domésticas necesarias para mantener una casa, cuenta.
En su adolescencia emigró a la capital sinaloense para estudiar una carrera comercial en secretariado, pero ya en Culiacán, conoció a su actual pareja y que fue a la edad de 19 años en los que "portó el velo y pactó el cariño que le tiene a don Andrés ante la Ley y Dios", dice.
Desde el momento en que se estableció el lazo matrimonial, Guadalupe comenzó a dedicarse de lleno al trabajo doméstico, mientras su esposo trabajaba; sin embargo, las tareas del hogar y el cuidado de los niños no la detuvieron para mantenerse activa en la economía.
Impacto del trabajo no pagado
Desde el 2003, el Inegi comenzó a contabilizar el recurso equivalente del trabajo no remunerado en las labores domésticas y cuidados. A partir del 2018, la cifra económica ha ido en un aumento sostenido.
Por ejemplo, en 2018 este concepto aportó el 23.5 por ciento del PIB, luego en 2020 durante la pandemia de Covid-19, alcanzó la cifra más alta desde que se empezó a medir: 27.6 por ciento.
Las cifras del organismo federal indican que un 88 porciento de la población femenil se dedican al trabajo doméstico, de las cuales el 28% tiene que trabajar además medio tiempo para obtener un ingreso extra que ayude a resolver los gastos de la casa.
Para ponerlo de relieve, en 2021 mientras el trabajo no remunerado del hogar tuvo el 26.8 por ciento del PIB, las actividades económicas como el comercio llegó al 19.6 por ciento, la industria de manufacturas el 18,1 por ciento y los servicios educativos el 3.6 por ciento.
El Inegi señaló que en el caso de mujeres que se han divorciado o están solteras, genera un 75 por ciento de más valor que las casadas, debido a que además de trabajar en el campo laboral, se hace cargo de la labor doméstica.
De modo, apunta el estudio, que el trabajo de las mujeres si bien no se paga, produce economía, de hecho el rubro de cuidados representa el 7 por ciento de la parte de toda labor doméstica, que incluye alimentación, limpieza, compras y administración del hogar.
Emprender
El caso de Guadalupe no es distinto al tipo de mujer que refleja la encuesta; ella a pesar de estar pendiente de su casa, hijos y pareja, y lo que implica en cuanto al manejo de toda esa economía circular, cuenta a El Sol de Sinaloa que siempre buscó tiempo “para emprender y poder tener un poco de dinero extra.”
“Ya que me casé y tuve a mis niños, empecé ver la manera de sacar dinero, porque mi esposo siempre ha trabajado de vendedor, entonces dependemos mucho de las comisiones que le dan por venta”, explica.
Relató que el primer proyecto que comenzó fue con la venta de helados en su casa, recuerda que no se detuvo con eso y que incluso tomó cursos de estilista. Actualmente lleva alrededor de 500 pesos diarios a su casa vendiendo diversas verduras y frutas afuera de la casa de su prima.
Así fue como logró unirse al 49% de mujeres mexicanas que tienen participación económica, sin embargo, por el simple hecho de dedicarse a las labores del hogar, Guadalupe genera 33 mil pesos al Producto Interno Bruto, como lo explica el estudio del Inegi.
Estigma
Con estos datos del Inegi, la subsecretaria de las Mujeres, Conzuelo Gutiérrez Gutiérrez, estima que la cifra de mujeres dedicadas al 100 por ciento a labores doméstica descienda en un futuro.
Detalla que hay un estigma en torno a la relación de las mujeres y el cuidado de la casa, ya que las mujeres destinan 70 por ciento de su tiempo a las labores domésticas, mientras que los hombres apenas entregan el 23.6 por ciento.
Actualmente, la Secretaría trabaja en programas para que las mujeres se integren de manera formal al empleo para que puedan acceder a los beneficios laborales como lo son las pensiones, al unísono de que tengan seguridad económica.
“Cada vez se está socializando más la responsabilidad del hogar de los hombres y que las mujeres comiencen a participar en otras actividades y no dedicarse exclusivamente al hogar”, finaliza.
Educada en la tradición
“Yo me siento muy feliz de saber qué mis tres hijos son buenos muchachos”, expresa mientras explicaba que acudió con profesionales para poder mejorar en su papel de madre.
Al ser originaria de una zona rural, la madre explica que toda su vida luchó con las costumbres impuestas por sus padres; notó aspectos en su crianza que le hicieron tomar la decisión de buscar apoyo para no repetir patrones de conducta dañinos con su familia.
“Sí uno no está bien, la familia es quien sufre las consecuencias. Cuando mi hijo más grande estaba en la secundaria yo acudí con una psicóloga pedagógica, allí aprendí a cómo formar un vínculo con mis hijos y a superar esas cosas malas que arrastraba”, dice.
Sus hijos son Manuel de 26, Enrique de 23 y Ernesto de 19. Y aunque ya son mayores, ella todavía le aporta el extnra que requiere su trabajo no remunerado en casa.
Frase de redes
“El trabajo del hogar y cuidados es trabajo. No tiene hora de entrada ni salida, ni día de descanso ni vacaciones”. Edith Robles, psicóloga.
“Y las que limpiamos casa, cocinamos, atendemos marido ( por 20 años) atender tres hijos, viuda después, sacar adelante tres hijos , trabajando y desarrollando profesión, hacerse cargo de la manutención de casa, colegiaturas hijos, ¿qué más trabajo?”. Isaura Lizárraga, artista plástica.
Dato
Las mujeres en México presentan el 39 por ciento de la fuerza laboral, dentro de la que no se considera el trabajo no remunerado del hogar.