Escuinapa.- Muchas son las historias que existen y que se cuentan en relación a la aparición de “La llorona”, uno de los personajes más famosos e icónicos de la cultura popular mexicana desde hace muchos años.
Una de ellas es la que tiene como protagonista a una mujer originaria de Escuinapa, quien actualmente reside en Tijuana, pero que nunca ha podido borrar de su memoria los desgarradores gritos del alma en pena que busca a sus hijos.
Fue hace más o menos 30 años cuando me tocó vivir ese momento muy aterrador, me tocó vivirlo en carne propia, que cuando me pasó me quedé estática, sin poder caminar, ni hablar, a la fecha todavía se me ‘enchina’ la piel al recordarlo mujer
Relata que en aquellos años ella era una adolescente de apenas 16 años, y por las noches le tocaba cuidar de sus cinco hermanos, ya que su mamá, que era madre soltera, tenía que salir a trabajar en la empacadora que se encontraba junto a lo que hoy es la Clínica del IMSS, a las afueras de la cabecera municipal.
Ellos vivían en una casa en la colonia Benito Juárez, por la calle Ignacio Zaragoza, la cual está junto a una de las bardas perimetrales del panteón municipal.
Todas las noches, poco era lo que podía dormir, ya que tenía que estar al pendiente de sus hermanos, hasta que su mamá regresaba cerca de las 4:00 de la mañana.
En una ocasión, una de las vecinas le contó que tenía días que una mujer se asomaba por una de las ventanas de su casa en las noches, lo que la llenó de terror.
Sentí miedo porque yo me quedaba sola con mis hermanos en la casa, y aunque nunca nos había pasado nada, me dio más temor porque estábamos cerca del panteón mujer
Pasaron unos días cuando una de sus hermanas se puso enferma, con temperatura alta y no paraba de llorar. Esa noche corrían fuertes vientos y comenzaba a llover un poco. La salud de su hermana empeoraba, lo que la empezó a intranquilizar.
En la espera de su mamá, al asomarse por una de las ventanas, observó que las láminas de un viejo tejabán de una casa vecina, habían salido volando de lo fuerte que estaba el viento.
Yo sabía que esos vientos no eran normales, era mucho el miedo que sentía, y más porque estaba sola con mis hermanos, y yo sabía que mi hermana se estaba poniendo más enferma mujer
Aunque con temor, cerca de las 2:00 de la mañana abrió la puerta de su casa para salir a pedir ayuda, y poder llevar a su hermana al hospital.
Al estar en la calle escuchó los aterradores quejidos de alguien que gritaba: ¡¡¡Ayyy mis hijoooosss!!, al voltear para ver de dónde provenían los lamentos, vio caminar sobre la barda del panteón a una mujer de vestido blanco y pelo largo. Ella se quedó estática, sin poder hacer nada, y miró cómo poco a poco esta mujer fue desapareciendo frente a sus ojos.
En cuanto pudo, entró corriendo a su casa y abrazó a todos sus hermanos, sin soltarlos para nada, su hermana, la que se encontraba enferma, ya no tenía temperatura y dejó de llorar, pero el miedo seguía dentro de ella.
A las 4:00 de la mañana escuchó que tocaban la puerta de su casa, pero no quería abrir, seguía aterrada, hasta que escuchó que se trataba de su mamá, por lo que corrió desesperada a encontrarla.
Al contarle lo que había visto, su mamá la tomó del brazo, agarraron una Biblia y se pusieron a rezar.
A los días de haber vivido este suceso paranormal, su mamá decidió que se cambiaran de casa, para poder vivir en paz.
Te puede interesar: Leyendas del Sur: La gallina que 'trae' la muerte
Hoy, después de 30 años, cuando visita Escuinapa y le toca pasar de noche por el panteón, el miedo se vuelve a apoderar de ella, aunque no deja de voltear hacia el mismo lugar, por si acaso vuelve a ver y escuchar a "La Llorona" en busca de sus hijos.
DATOS
1990 fue el año en que ocurrió esta historia.
EL LUGAR
La aparición de "La Llorona" se dio en la colonia Benito Juárez, por la calle Ignacio Zaragoza, la cual está junto a una de las bardas perimetrales del panteón municipal.
Lee más aquí: