Culiacán Sin.- Las catrinas con su enigmática presencia, algunas vestidas de blanco y otras de un luto portentoso personificadas por maestras, mostraron su encanto y seducción paseándose por la Plaza de los Valores de la Secretaría de Educación Pública y Cultura, encantando a quien osaba acercarse a ellas.
Así más de 800 maestros mostraron su talento y perseverancia para que la tradición de muertos perdure en nuestras generaciones, llenando la plaza con altares cual más de sorprendentes y alegres, en muchos burlándose de la muerte como lo hace el mexicano y en otros plasmando el reflejo del misticismo y recogimiento.
Con el olor a cempasúchil, a incienso, el colorido del papel machado y las ofrendas, el sector educativo inició los festejos del Día de Muertos.
Así las calaveras y el pan de muerto esperarán a los sinaloenses que deseen ver y vivir este tradicional festejo que estará montado hasta el próximo viernes.
Las y los participantes de los Centros de Iniciación Artística, maestros, administrativos, directivos de la SEPyC, y el Voluntariado del Sector Educativo, emularon al pintor y caricaturista mexicano José Guadalupe Posadas para mostrar bellas catrinas ataviadas con anchos sombreros y vestidos pomposos con contrastantes encajes.
En México, desde las antiguas civilizaciones, más que temerle a “la calaca”, se le ve como parte natural del proceso de la vida, de ahí que el Día de Muertos sea una celebración donde la alegría, esa que produce la idea de saber que un ser querido vuelve a casa, es la invitada de honor.
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En los altares montados en la Plaza de los Valores, la mayoría están dedicados a maestros que se adelantaron a mejor vida, con ofrendas rodeadas de lo que en vida fueron los platillos favoritos del difunto, o bien la bebida o ajuares que les gustaban, como collares, rebosos, vestidos.
En algunos altares hay pequeños caminos de flores para que las almas encuentren la vía de regreso a casa.
En fin el rescate de nuestras tradiciones y el jolgorio se conjugan para conmemorar el Día de Muertos, pero sobre todo, para que los sinaloenses y mexicanos sigamos perdurando ésta tradición.
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