Culiacán.- Como la Sesenta y Tres Legislatura es una “lumbrera” en su trabajo legislativo, los diputados son “indemnizados” quincenalmente con 10 mil 285 pesos por “desgaste físico”.
Expresiones en tribuna como “fierro compadre…” no saber leer, vacacionar cuatro meses al año, pasar lista y salirse del pleno, no asistir al trabajo de comisiones y tener más de 500 iniciativas en la congeladora porque no las dictaminan, son premiados por tanto “desgaste físico”.
En todas las legislaturas, los diputados presentan iniciativas para reformar la Ley Orgánica del Estado, en lo que se refiere a trabajar más, es decir, aumentar el número de meses de trabajo legislativo, otros proponen que se amplíen los días de sesiones,, pero éstas se van a la congeladora, porque los diputados no les dan seguimiento, no las ratifican porque no les conviene.
Actualmente la Sesenta y Tres legislatura trabaja ocho meses – dos veces por semana con cuatro o cinco horas-, aunque cabe aclarar que algunos y algunas diputadas, se les reconoce por su trabajo que hacen en su distrito, pero son los menos.
Las percepciones de los diputados es de 70 mil 474 pesos quincenales y reciben un salario neto de 53 mil 500 pesos, en el que se incluye el desgaste físico, es decir ganan, 107 mil pesos mensuales, mil pesos menos que el presidente de la república.
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En esta legislatura hay dos iniciativas presentadas con el propósito de “trabajar más”. La propuesta del PAS que fue presentada el 11 de abril del 2019, propone que el congreso del estado tenga cada año, dos periodos ordinarios de sesiones prorrogables a juicio de la Cámara por el tiempo que fuera necesario.
El primero, propone, que comience el día primero de octubre y termine el día último de enero del año siguiente y, el segundo principiará el 15 de marzo y concluirá el 15 de julio, es decir que el trabajo legislativo sea de ocho meses, -igual que en la actual legislatura: ocho meses- porque sólo se busca homologar el periodo de vacaciones del congreso con el gobierno del estado y escuelas.
Por su parte la propuesta del PRI que presentó el pasado 10 de octubre del 2019, también propone que sean dos periodos ordinarios de sesiones: el primer periodo que inicie el primero de octubre y termine el último día de febrero del año siguiente y el segundo, principie el primero de abril y concluya el 30 de agosto, es decir que el trabajo legislativo sean 10 meses.
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Ninguna de las dos iniciativas, proponen que aumenten los días de sesiones.
En este momento la sesenta y tres legislatura, trabaja ocho meses del primero de octubre al 31 de enero y del primero de abril al el 31 de julio.
El coordinador del grupo parlamentario del PRI, Sergio Jacobo Gutiérrez, destacó que si los legisladores aprueban la propuesta estarán enviando un mensaje al pueblo de Sinaloa, en el sentido de que su Congreso está tratando de mejorar su productividad legislativa, para beneficio directo de todos los sectores sociales y productivos del estado.
Dijo que la ampliación de 2 meses cada año en el trabajo que se realiza durante los periodos ordinarios de sesiones, daría un buen mensaje, así como reducir de 6 a 3 meses el tiempo para que las iniciativas sean dictaminadas en uno u otro sentido y no se mantengan en la congeladora.
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