Culiacán, Sin.- El ex gobernador Quirino Ordaz Coppel tuvo sus consentidos para la reparación, mantenimiento y conservación de instalaciones de los servicios de salud. En el año 2020 un total de 111 contratos se adjudicaron de manera directa sin licitar, a 49 contratistas por un monto de 30 millones de pesos.
Entre lo benficiarios hubo privilegios pues el hoy Embajador de México en España tuvo a sus consentidos a los que se les asignaron de manera directa 7 contratos a cada uno. En esta lista están las personas físicas Abel Antonio Gutiérrez Ibarra, Gloria Patricia Quevedo Valenzuela, Jesús Valentín Pérez Arredondo y Saúl Ignacio Torróntegui, al resto, les asignaron de cinco a una adjudicación.
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En el Informe de la Auditoría Superior del Estado (ASE) sobre la cuenta pública 2020, aparece el caso de Gloria Patricia Quevedo Valenzuela, registrada como representante legal de P&M Construcciones y Urbanización SA de CV, una empresa ampliamente mimada por el gobierno de Ordaz Coppel, la cual fue observada en ese mismo año por ser beneficiaria de obra pública por un monto de 14 millones de pesos.
Entre los trabajos que estos proveedores favoritos hicieron para Salud fue realizar la conservación y mantenimiento en hospitales, clínicas y centros de salud de Culiacán, Guasave, Mazatlán, entre otros municipios.
Contratos ventajosos
En la revisión de la cuenta pública 2020 la ASE determinó que la administración de Ordaz Coppel no fue equitativo en la distribución y otorgamiento de contratos respecto al Padrón de Contratistas. Siguiendo el cuestionado patrón de opacidad, privilegió la adjudicación directa para la contratación de la obra pública, pues el 77.08 por ciento de las obras se adjudicaron sin licitación.
El resto se distiribuyó con el 21.53 por ciento con adjudicaciones mediante invitación a cuando menos tres personas y sólo el 1.39 por ciento se licitó públicamente. Al ser mayoría las adjudicaciones directas, existe el riesgo que los Servicios de Salud de Sinaloa no tengan garantizados las mejores condiciones de precio y calidad para aumentar la eficiencia del gasto efectuado. Es decir, hubo gastos sin control.
Además, la ASE advierte que con éstas acciones no se garantiza que se transparente el procedimiento y se publique en Compra Net Sinaloa las invitaciones a cuando menos tres personas. Por lo que los resultados de la revisión a la obra pública de los Servicios de Salud, se determinó que no contó con mecanismos de control que garanticen que las obras cuenten con el documento que avale la posesión legal o adquisición del predio.
Como si esto fuera poco, se detectó que Salud no tuvo un Programa Anual de Obra 2020, debidamente validado y autorizado, como tampoco contó con mecanismos de control que garantizaran que cada una de las obras públicas tuviera las especificaciones de construcción generales y particulares.
La ASE también encontró que no contejaron precios en el mercadeo de los materiales para elaborar los presupuestos de cada una de las obras incluidas en los Programas Generales de Obra.
Además, no garantizó que se elaborara el oficio de invitación al contratista, como tampoco que el contratista al otorgarle el contrato entregara la fianza de anticipo, cumplimiento y la de vicios ocultos.
Controles laxos
En la revisión también hallaron que a los contratistas les dieron “manga ancha”. Por ejemplo no se garantizó que entregaran su análisis del factor de salario real, costos, horarios y programa de obra. Además todas estas peculiaridades no abonaron a que se elaborara el dictamen de fallo en las invitaciones a cuando menos tres personas, por lo que no avalaron que se diera cumplimiento al programa de obra aprobado y la aplicación de penas convencionales en las que presentaran atraso en su ejecución.
Por lo tanto se estableció que no garantizaron que cuando la obra se encontrara concluida se elaborara el acta de entrega‐recepción entre los Servicios de Salud y el contratista, pues se pasaron por alto los mecanismos de control para elaborar el acta de extinción de derechos dentro del plazo establecido. Tampoco hubo insección para que todas las obras elaboraran su bitácora y que contaran con las firmas del residente de obra.
Otras omisiones detectadas fueron la ausencia de mecanismos de control para evitar pagos por conceptos de obra no ejecutados “y en exceso”, como tampoco controles para evitar erogaciones por volúmenes de conceptos de obra calculados y ejecutados que no cumplieron con las especificaciones.
Abuso de la adjudicación
En 2020 la secretaría de Salud entregó 144 contratos a proveedores, de los cuales 111 (77%) fueron por adjudicación directa en 49 casos.
¿Quiénes fueron los favoritos?
- Proveedor Número de contratos
- Abel Antonio Gutiérrez Ibarra 7
- Gloria Patricia Quevedo Valenzuela 7
- Jesús Valentín Pérez Arredondo 7
- Saúl Ignacio Torrontegui Ibarra 7
- José Miguel Quintero Armenta 5
- Total: 33 contratos a 5 proveedores.
(A partir de aquí, el resto se llevó de 5 a 1 contrato para mantenimiento)
FUENTE: ASE