Culiacán, Sinaloa.- Contrario a las supuestas versiones de traiciones al interior del Cártel de Sinaloa, en el estado las dos facciones que continúan conformando este organización criminal, tanto de los Zambada como de los hijos del “Chapo” Guzmán, no buscan confrontarse, a pesar de las fricciones que han tenido en los últimos años.
Ambos grupos, según personas allegadas a las dos facciones, han optado por la cautela, el grupo de Los Chapitos se deslindó de manera clara a través de un escrito enviado por el abogado de la familia Guzmán, José Luis González Meza.
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De la reacción de Ismael Zambada Sicarios, “El Mayito Flaco”, hasta ahora no se ha confirmado nada, pues operadores intermedios aseguran que no hay señales hasta el momento.
“No nos han dicho nada, de momento todo sigue tranquilo”, comentan personas que trabajan en mandos bajos de la organización.
La clave, de acuerdo con estas fuentes, es que nadie de los grupos que conforman la organización más poderosa del narcotráfico del continente desean una guerra, pero mientras la preocupación se extiende, aunque en las calles se ha visto una reducción de la criminalidad.
“Lo que menos se quiere es tener detalles”, afirmó un trabajador de La Chapiza. Al igual que muchos de la organización, difundieron la versión de que Zambada García y Joaquín Júnior se entregaron tras negociaciones.
Reacciones y silencios
Seis días después de que “El Mayo” Zambada y su ahijado Joaquín Guzmán López quedaron bajo custodia del gobierno estadounidense, en Culiacán comenzaron a surgir rumores de choques violentos o supuestos “toques de queda”.
Ese día, sin agenda de por medio, el gobernador Rubén Rocha Moya salió al paso para desmentir situaciones de seguridad, como siempre, las redes sociales se volvieron caldo de cultivo de especulaciones.
“Estamos atentos a cualquier situación que altere la seguridad pública”, puntualizó Rocha Moya y recordó que al estado arribaron cientos de elementos de las Fuerzas Especiales del Ejército.
Según la SEDENA, los refuerzos arribaron en dos contingentes, el primero el viernes 26 de julio por la tarde y el segundo el domingo 28 por la mañana, después de desfilar por las principales calles de Culiacán, los soldados parecieron resguardarse.
Diversos reportes señalaron que contingentes del Ejército y la Guardia Nacional acudieron a recorridos de vigilancia por la sindicatura de El Salado, zona de influencia de los Zambada, así como en la entrada de Jesús María, al norte de la capital, región controlada por los Guzmán.
En las calles, los asesinatos disminuyeron un poco. El sábado no se registró ninguno, pues un día anterior el homicidio de Héctor Melesio Cuen Ojeda, líder del PAS, generó desconcierto en la ciudad.
El domingo se desató una balacera en una piñata infantil en la colonia Las Coloradas, pero el caso no se relacionó con la violencia del narcotráfico. Lunes, martes y miércoles, la capital navegó en una tensa calma.
El jueves una mujer de origen mazatleco que caminaba por El Palmito fue asesinada a balazos y durante la mañana de ese día fue encontrado el cadáver calcinado de un hombre en una casa abandonada de la Felipe Ángeles.
Por la noche se reportó presencia policial sobre el bulevar Zapata y en las inmediaciones del Pediátrico, pero no pasó de ahí, aunque circularon audios de pánico en los grupos de WhatsApp como suele suceder en estos casos de generación de sicosis.
Lo que dijo AMLO
Tras la segunda audiencia de Ismael Zambada en los juzgados de El Paso, Texas, en donde -a decir de medios internacionales- se le observó en condiciones de salud minadas, en sillas de ruedas, calzado Crocs y una sudadera azul con el lema “Carpe Diem” (vive el momento), el presidente Andrés Manuel López Obrador comentó en su mañanera que, en caso de que “El Mayo” haga acusaciones contra el gobierno, tendría que mostrar pruebas.
También habló de la situación de relativa calma en Sinaloa.
“Primero celebrar que no ha habido confrontación en la región donde actúan estos grupos, no hay violencia, no se ha desatado la violencia. Todos sabemos de que se trata de grupos que llevan años dedicados a actividades ilícitas, son los más famosos, por decirlo de alguna manera, en el país, y sin embargo, y aun cuando se trata de un asunto delicado, no ha habido confrontación entre grupos”, sostuvo el mandatario nacional.
Y en efecto, más allá de la rumorología en redes sociales y versiones de traiciones, Sinaloa se encuentra todavía en el “ojo de huracán”, con un apagón informativo de parte del clan Zambada.
