Los secretos de Huertos del Pedregal: del escape de Dámaso López a la muerte de Cuen

Las fincas donde presuntamente secuestraron al “Mayo” y dieron muerte a Cuén guardia historias como la noche en que la Marina intentó atrapar a Dámaso López Núñez, operativo que selló la guerra con los Guzmán en 2016

Redacción / El Sol de Sinaloa

  · lunes 19 de agosto de 2024

El campestre conocido como Huertos del Pedregal, que alberga salones de fiestas y fincas privadas en la salida a Culiacancito. Foto: Iván Medina / El Sol de Sinaloa

Culiacán, Sin.- El campestre conocido como Huertos del Pedregal, que alberga salones de fiestas y fincas privadas en la salida a Culiacancito, ha sido testigo de otros momentos en los diferendos del crimen organizado en Sinaloa, pues ahí fue donde la Secretaría de Marina intentó capturar por primera vez a Dámaso López Núñez, “El Licenciado”, y su hijo Dámaso López Serrano, “El Mini Lic”, con lo cual se selló la guerra entre esta familia y los hijos de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.

El pasado 25 de julio, de acuerdo con la narrativa expuesta en la carta filtrada por los abogados de Ismael “El Mayo” Zambada, Huertos del Pedregal fue el lugar elegido por Joaquín Guzmán Júnior para el cónclave al que supuestamente estaban convocados el gobernador Rubén Rocha Moya y Héctor Melesio Cuen Ojeda, para resolver los conflictos políticos que mantenían.

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Según Zambada, todo se trató de un ardid para secuestrarlo y llevarlo a entregar al gobierno de Estados Unidos, y ahí reveló que, quien sí acudió, fue Cuen Ojeda “y un acompañante”. A Cuen lo saludaría y hasta lamentó su homicidio en el mismo lugar.

Ocho años atrás, Huertos del Pedregal fue el escenario que marcó la ruptura entre las facciones de Los Dámaso y Los Chapitos, pues la Marina lanzó un operativo en estas fincas, mientras celebraban el cumpleaños de un hijo de “El Mini Lic”, para atraparlos, pero tanto Dámaso padre como hijo, lograron escapar huyendo en un auto compacto por entre las milpas que crecían en la parte trasera del campestre marcado por sus secretos.

Foto: Iván Medina / El Sol de Sinaloa


Sucesos marcados

Dentro de Huertos del Pedregal existen salones de fiestas y ranchos amoblados, en una extensión de varias hectáreas que empieza a la orilla de la carretera a Culiacancito y termina más de medio kilómetro al fondo, en donde la arboleda se pierde con las tierras de cultivo.

El 16 de marzo de 2016, dos meses después de la recaptura de “El Chapo” Guzmán en Los Mochis, El Licenciado y El Mini Lic eligieron la finca San José para celebrar la fiesta de tres años del hijo de Damasillo.

En el lugar se dieron cita al menos 300 invitados, entre quienes había personas cercanas a los Zambada y a otras familias mafiosas de Sinaloa. Vehículos de lujo, de la marca Mercedez Benz, BMW, entre otros, rodeaban el complejo mientras la piñata se desarrollaba con la temática de la película infantil Cars. El hijo de “El Mini Lic” iba vestido del “Rayo McQueen”. Todo era algarabía.

Hasta que al caer la tarde, se observó en el cielo de Culiacán el rotor de un helicóptero de la Secretaría de Marina, y minutos más tarde llegó la invasión de ‘rápidas’ todo terreno que sitiaron Huertos del Pedregal.

Foto: Iván Medina / El Sol de Sinaloa

Todo se dio en pocos minutos. El reporte señaló que primero cuatro camionetas se apostaron afuera de la finca, y otras más arribaron por la parte de atrás.

Personas que estuvieron presentes relataron que El Licenciado y su hijo tuvieron unos minutos para escapar a bordo de un Chevrolet Spark por entre las tierras de cultivo al norte de los campestres.

Al ingresar en el festejo la Marina informó a los invitados que se trataba de un operativo de inspección por lo que iniciaron la requisa a cada uno de los presentes. A todos mantuvieron retenidos hasta casi las 21:00 horas; les retiraron celulares y amedrentaron con amenazas que no pasaron más allá.

Fuentes extraoficiales consultadas señalaron que la fuga de padre e hijo por la parte trasera de la finca fue junto con dos hombres encargados de la seguridad de los capos.

Fue después de las 9 de la noche de ese día en que los marinos dejaron retirarse a los invitados, quienes fueron inspeccionados afuera de la finca por personal de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Marina.

Foto: Iván Medina / El Sol de Sinaloa


Polvos de viejos lodos

En la actualidad, la Fiscalía General de la República aseguró que realizó diligencias en el área de Huertos y de al menos dos aeródromos cercanos, que pudieron ser utilizados para el vuelo clandestino en el que viajaron “El Mayo” y Joaquín Guzmán hijo.

En un recorrido de El Sol de Sinaloa por el lugar, no se observó vigilancia militar ni ningún espacio asegurado por la FGR. Según la relatoría de Zambada, la finca usada aquel 25 de julio, estaba rodeada de hombres armados con vestimenta tipo militar, y por lo que narra, había al interior varios cuartos, ya que en uno de ellos, al parecer una sala de estar, se encontró a Héctor Melesio Cuen, a quien vio con un acompañante y lo saludó “por una amistad de años”.

En otro al que entró solo con Joaquín, fue donde lo redujeron a golpes y lo maniataron junto con sus escoltas, iniciando así la historia que hoy conocemos del Mayo y el hijo del Chapo bajo custodia del gobierno estadounidense.