Culiacán de Rosales una ciudad con casi 500 años de antigüedad donde lucen algunas calles empedradas, fachadas a doble altura, portales, arcos en puertas y ventanas, intenta revivir su Centro Histórico entre la idea de desarrollo económico que no se pone del todo de acuerdo con la conservación del patrimonio histórico.
En los últimos días grupos empresariales han señalado que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se ha dedicado a frenar las inversiones privadas y el desarrollo económico en el primer cuadro de la capital sinaloense. La dependencia rechazó que se opongan al desarrollo, por el contrario éste debería incluir la conservación del patrimonio, el cual está por encima del capital privado donde algunos sectores tienen una idea de progreso que se ha tergiversado.
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Existen criterios establecidos desde hace 40 años cuando se trata de modificar, ampliar, remodelar o demoler edificios y casas particulares que forman parte de los 450 inmuebles considerados monumentos históricos o artísticos.
Servando Rojo Quintero, director del INAH en Sinaloa, dice que en las últimas décadas se demolieron 400 inmuebles que ya eran irrecuperables. Hoy día la dependencia tiene registradas siete solicitudes de grupos empresariales para intervenir inmuebles y convertirlos en negocios, las cuales aun están en trámite.
“Nosotros como INAH no estamos para detener el desarrollo, estamos para proteger el patrimonio, ¿qué ha pasado con ese discurso del progreso? Es un mal entendimiento del progreso, veamos cómo está el centro histórico, súper destruido (…) una vez vino un señor de México y nos dice: esto parece que fue bombardeado”, declaró Servando Rojo.
Un poco de historia
El maestro e historiador cuenta que Culiacán en sus inicios como ciudad tuvo su crecimiento y consolidación aislado de la vida del centro y sur del país, hasta la creación del ferrocarril, el auge agrario y la construcción de la presa Sanalona.
“Culiacán fue una ciudad muy aislada del resto del país y se abrió al exterior primero con la construcción del ferrocarril en 1906 y sobre todo al mercado norteamericano con las hortalizas y todo esto, pero después viene el boom cuando se construye la presa Sanalona y tiene el boom constructivo en la ciudad”, narró.
El crecimiento y desarrollo económico de ese momento provocó que más de 400 años de historia fueran destruidos para darle paso a la modernidad, a edificios nuevos, con fachadas y elementos de la arquitectura contemporánea.
Fue en los años 80 cuando el INAH, empezó a regular la intervención de entes públicos y privados en el centro histórico de Culiacán, en edificios, monumentos históricos, calles y fachadas, a fin de preservar la historia e identidad.
“Las élites decían: la ciudad es una ciudad progresista y se tiene que demostrar en las edificaciones y viene un proceso de destrucción del patrimonio de los 50 y los 70 muy fuerte”, recordó.
“Esta concepción de modernidad excluyente duró hasta los 80 a partir de ahí hay un cambio de paradigma, el patrimonio ya no es de estarlo destruyendo, sino se recicla, entonces nosotros podemos ver calles como el propio Paseo del Ángel donde ya no están tumbando edificios y se les da otro uso”.
Para realizar alguna intervención en espacios considerados monumento histórico o monumento artístico el INAH debe otorgar un permiso expreso, esto según la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
De realizar una intervención en espacios considerados patrimonio cultural el Instituto cuenta con la facultad de imponer multas y sanciones que van desde salarios mínimos hasta 5 años de cárcel según el daño causado.
“Si está estipulado en la ley (multas y sanciones) pero dependería del daño que se ocasionó, no es lo mismo que abras un paso a lo mejor a que ya destruyas losas, muros, interiores, incluso hay hasta 5 años de cárcel, ya dependería del daño”, explicó el titular del INAH.
Caso Torre Medica
El tipo de suelo, la capacidad urbana, la historia de la zona y si en el espacio donde se pretende intervenir se encuentra un monumento histórico o artístico, son factores que se consideran al momento de otorgar o denegar un permiso de construcción.
Es el más reciente caso de una solicitud para realizar una torre médica en el centro de la ciudad, sobre la calle Miguel Hidalgo a un costado de un monumento histórico, razón por la cual la solicitud fue denegada, según explicó Servando Rojo.
“El proyecto en sí no era viable debido a las altura, porque colindante al proyecto que se quiere realizar hay un monumento histórico entonces si es competencia del INAH y el que digan que la calle Hidalgo tampoco tiene historia, claro que si lo tiene, era el Camino Real”, argumentó.
“Se regulan las alturas porque la ciudad tiene una capacidad de carga, no pueden estar metiendo grandes torres porque al rato truena la infraestructura, todo lo que son los drenajes, la red de agua, eso está pasando en Mazatlán, la vialidad la truenas también”.
Paseo del Ángel. próximo Barrio Magico
Como parte de una estrategia para detonar espacios turísticos y generar desarrollo y crecimiento económico y social en diversas ciudades, a finales del año pasado el Secretario de Turismo Federal, Miguel Torruco anunció el proyecto de Barrios Mágicos, similar a Pueblos Mágicos y Pueblos Señoriales, donde se resalta la historia, cultura, gastronomía y bondades de cada región.
En Sinaloa el Paseo del Ángel ubicado en el centro histórico de Culiacán será el primer Barrio Mágico, con este nombramiento se contempla que se realicen diversas modificaciones para mejora el espacio público como alumbrado, concreto y pintura de las fachadas de los edificios.
“Normalmente, se trabaja imagen urbana, la calle Zaragoza ya la están trabajando, este sector de la Rosales seguramente ya la van a empezar a trabajar, se van a meter seguramente el estampacreto que metieron en otras zonas, pero también se trabaja pintura, iluminación”, informó Servando Rojo sobre las modificaciones del centro de la ciudad.
En esta situación el INAH actuará como un ente vigilante que regule y garantice que se trabaje conforme a lo que establece la ley, no como una oposición al desarrollo, aseguró el titular de la Institución.
“Nosotros tenemos una comisión permanente con Turismo del municipio y Turismo del Estado, con Estrella, con Moisés, estamos coordinados, entonces va a ser estar nosotros cuidando que no se altere el patrimonio, que se conserve la esencia”, declaró Servando Rojo.
Las élites decían: la ciudad es una ciudad progresista y se tiene que demostrar en las edificaciones y viene un proceso de destrucción del patrimonio de los 50 y los 70 muy fuerte
Servando Rojo, Titular INAH Sinaloa
