Culiacán, Sin.- Al ritmo de cumbia sonidera, bajo los rayos del sol, se despliega el 13° Encuentro Artesanal en Culiacán, en el cual participan distintos estados de la república y artesanos del extranjero; uno de ellos Luis Córdova, un joven de 20 años originario de Quito, Ecuador, el país sudamericano que toma su nombre de la latitud cero del planeta, y que coquetea con los tonos andinos.
Algo cansado, mostrando las artesanías de su tierra a los paseantes que este día acudieron al estacionamiento de la tienda de autoservicio Soriana Zapata, Luis cuenta que en el transcurso de la mañana recibió un transporte que le entregó seis bultos de ropa artesanal proveniente de su tierra natal.
Luis Córdova es estudiante de Ingeniería en Sistemas en Quito, pero además es artesano de nacimiento. Cuenta que, en compañía de su padre, ha viajado a Sinaloa, sobre todo desde que inició el Primer Encuentro Arsenal.
Hasta esta tierra de los once ríos, él y su padre han traído productos originales, entre de los que destacan, los chalecos en telar de madera de doble vista, vestidos bordados a mano de diferentes colores, rebozos tejidos con lana de alpaca, capas de piel de res tejidas a ganchos, chales de algodón bordados y blusas con estampados de pavorreales de lentejuelas.
Además no podrían faltar accesorios como cubrebocas con diseños tejidos a mano, así como títeres de dedo con imágenes de los personajes del Chavo del 8 y mucho más.
SUEÑA CON EL FUTURO
El joven estudiante piensa en un futuro terminar y ejercer su carrera de Ingeniería en Sistemas; por ahora dice que seguirá con sus ventas de productos artesanales.
En el transcurso del año se encuentran visitando varias ciudades de la República Mexicana, pero dice que les gusta cerrar el año en el estado de Sinaloa porque las ventas son buenas y su gente es amigable.
“Siempre nos ha ido bien en estas fechas, más que todo”, menciona.
En compañía de su padre, entrando el año inician sus ventas de artesanías. Refiere que en el mes de enero arrancan en la cálida ciudad de Manzanillo, Colima, posteriormente en febrero se van a Puerto Vallarta, en marzo llegan a Mazatlán a trabajar y disfrutar de sus hermosas playas, para el mes de abril viajan a Ciudad Juárez, Chihuahua, en mayo toman un amplio y merecido descanso.
Ya cuando ven que iniciará junio, arrancan con fuerzas a San Luis Potosí, luego en julio viajan a Torreón, Coahuila, en agosto llegan a Monterrey, Nuevo León; se pasan a septiembre a Durango, octubre le toca de nuevo a Coahuila, pero en la ciudad de Saltillo, y en noviembre la ciudad de Los Mochis, para finalizar el año en la capital sinaloense.
Luis relata con un brillo en sus ojos que irradian felicidad y alegría, que sus familiares, como primos, tías y tíos, tienen ventas artesanales en la Unión Europea y la Unión Americana.
En Estados Unidos se encuentran en el estado de Chicago, Illinois, y en Los Ángeles; mientras que en Europa se localizan en Alemania, España y Bélgica, y asegura que en la Ciudad de México hay más de 500 personas, parientes de él, que vienen de su tierra ecuatoriana.
Por ese motivo, el joven artesano, terminando sus ventas en el mes de diciembre junto con su padre, empaca la mercancía y se van a la Ciudad de México a celebrar las festividades navideñas.
TRASHUMANTES
El trabajo y esfuerzo de su familia los ha llevado lejos, pues en la capital del país tienen una empresa establecida llamada “Textiles Santillán” con bodegas llenas de ropa en donde guardan sus mercancías, eso demuestra que la industria textil ecuatoriana, se encuentra en México y en el mundo fabricando productos provenientes de todo tipo de fibras, siendo las más utilizadas el ya mencionado algodón, el poliéster, el nylon, los acrílicos, la lana y la seda.
Con una sonrisa que se dibuja en su rostro, aunque el cubrebocas la cubra, resalta las facciones de este joven ecuatoriano, quien dice ser de religión católica y devoto a la Virgen de Guadalupe,
Justo es la imagen que extiende en sus manos y comenta que siempre pone en manos de Dios sus ventas, familia y padres, en especial a su madre, por ser la que radica más tiempo en el Ecuador.
Por último, dice ya que son pocas las veces que la ve en Ciudad de México, debido a que constantemente se cambian de ciudad para continuar sus ventas de objetos artesanales originarias de su país.
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