Lupita y Gregorio, al rescate de la alfarería y la cerámica en Sinaloa

Este matrimonio es de artistas muy sui géneris que calladamente moldean el barro y ganan premios

Irene Medrano Villanueva | El Sol de Sinaloa

  · sábado 16 de julio de 2022

Lupita y Gregorio han dedicado su vida a crear arte. Foto: Mario Ibarra | El Sol de Sinaloa

Culiacán, Sin.- Sara Guadalupe Espinoza Corrales y don Gregorio García Grimaldo, son un matrimonio al que no solo el amor los unió hace 23 años, sino que el barro los mantiene adheridos a una pasión: el arte. Ella se especializó en alfarería y él en cerámica.

Son un par de artesanos que no cambian su forma de vivir, al contrario, le piden a Dios que les dé más tiempo para seguir creando y dando a conocer su artesanía, porque lamentan que este arte está en peligro de desaparecer.

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La alfarería es considerada una artesanía muy antigua en el mundo; probablemente apareció hacia fines del neolítico superior, como lo prueban vasijas y jarrones desenterrados en Asia y Europa.

Doña Lupita, refiere que ella tiene un don especial, ya que sin ver ningún objeto, le viene a la mente algún utensilio y empieza a moldearlo, pero no lo hace como cualquier chirimbolo tradicional, sino que sus manos empiezan a fabricar objetos prehispánicos.

Yo hago alfarería tradicional, pero es algo que no me explico, que le hago el acabado que hacían mis antepasados. Me gusta cómo quedan…”, narra.

Este matrimonio compita al tu por tu con los alfareros reconocidos

Si bien es cierto que Sinaloa no se distingue por este arte, como lo practican en Guanajuato, Jalisco y otros estados, este matrimonio no concibe la vida si no están amasando el barro, lo que les ha dado grandes satisfacciones, al competir con reconocidos alfareros del país, al tú por tú, trayéndose en varias ocasiones primeros y terceros lugares.

Su figura diminuta no la detiene para moldear y cocer el barro, con alegría, destreza y ritmo, doña Lupita mueve sus manos callosas para ir dándole forma a la arcilla.

Mi felicidad radica entre mi familia y el lodo

Soy empírica, nadie me enseñó, mi esposo me supervisa, me da ideas, pero hasta ahí. Mi felicidad radica entre mi familia y el lodo, tenemos cuatro hijos y solo una de ellas, ha seguido nuestros pasos”, indica.

Sus pequeños ojos se agrandan cuando presume que ella es obrera de su marido, porque la emplea cuando hacen grandes obras.

Hemos trabajado en obras que quedan plasmadas, por ejemplo el escudo de Sinaloa que hicimos en la Central Camionera, que incluso el mismo Arjona le certificó el trabajo a Goyo”.

Lupita deja su corazón en cada pieza que fabrica. Foto: Mario Ibarra | El Sol de Sinaloa

Don Gregorio ganó el premio nacional de cerámica en el 2013

Don Gregorio, a diferencia de su esposa, narra que él hace arte más contemporáneo, su destreza para combinar colores lo mantiene ensimismado por horas para recrear la cerámica que compite con los mejores ceramistas del país.

Su entrega y pasión he hecho que acumule premios, como el Premio Nacional de la cerámica Tlaquepaque en el 2013 o reconocimientos como el de la Universidad de Guadalajara, sin embargo, todo ese conocimiento, se queda en esas cuatro paredes, porque en Sinaloa no son reconocidos como debieran.

Asegura que su oficio de ceramista está lleno de significados porque decorar, modelar y hornear todo tipo de figuras, no es poca cosa.

Su entrega y pasión se ven reflejados al ganarse Premio Nacional de la cerámica Tlaquepaque en el 2013. Foto: Mario Ibarra | El Sol de Sinaloa

Lo que sobra en Sinaloa es el barro

"La cerámica es fuego, tierra, aire y agua, son los cuatro elementos, además se resumen muchos oficios, uno tiene que aprender a pintar, dibujar, modelar, manejar algo de química y física, hornos, y para mí es una satisfacción, porque si algo tenemos de sobra en Sinaloa, es el barro".

Detalla, por ejemplo, que el barro o arcilla roja lo trae de Loma de Rodriguera, de Tepuche y el amarillo de Sanalona.

El barro blanco, ese sí lo traemos de Tlaquepaque, es el que más uso en la cerámica, porque es donde se pueden trabajar los colores y se cuece a altas temperaturas”, explica.

Las figuras que crean compiten con los mejores ceramistas del país. Foto: Mario Ibarra | El Sol de Sinaloa

Sinaloa en el último lugar en artesanía

Mientras modela con destreza la figura que enviará al concurso del Premio Nacional de Cerámica, dice que siempre Ha luchado para que en Sinaloa se rescate la artesanía.

"En Sinaloa somos de los estados que tenemos muy baja actividad artesanal, a nivel nacional, de acuerdo al Fonart, estamos casi en el último lugar, se lo peleamos a Sonora", dijo.

Don Gregorio también se dedica a dar talleres y a vender cerámica sobre pedido, al igual que su esposa, porque desafortunadamente en Sinaloa no hay un lugar para exhibir la artesanía.

Además, este matrimonio junto con su hija Adriana García Espinoza, que vive en Cancún, organizan diversos talleres en su negocio Loditos.

Lamentan que la artesanía se esté extinguiendo primero porque ya casi no hay alfareros y el mercado chino ha venido a inundar con artesanía pirata los mercados, lo que ha provocado que la mano de obra no tenga valor.