Culiacán, Sin.- "¡Trae un niño, sáquenla!", le gritaron a Esthela cuando iba a hacer la compra de víveres en el super, como siempre lo ha hecho, una actividad esencial que ya no puede hacer a menos que le cuiden a sus dos hijos de 5 meses y 6 años.
Pero no tiene quien le haga ese favor.
"Me trataron como si tuviera un bicho, como si fuera un monstruo porque la empleada del lugar gritó que me sacaran y si quiera fueron para ayudarme con las compras. Sólo me sacaron y ya. He llorado incluso de coraje e impotencia porque, por tener niños, no puedo hacer lo esencial para poder estar en casa", relata, la mujer de 26 años de edad.
Desde que se pusieron letreros en la puerta de los supermercados, bancos y demás espacios públicos que prohíben la entrada a niños, la vida de las madres solteras se ha vuelto más complicada.
Aunque esta medida sea una norma que se debe acatar por la alza en la curva de contagios por Covid-19 en la capital de Sinaloa, las jefas de familia se sienten discriminadas.
Dan por hecho que una tiene quien le haga el paro de cuidarle a los plebes pero no es así, a donde yo voy ellos van, no los puedo dejar en casa.
Esthela
A Leticia de 30 años le pasa igual, ella no ha podido concretar trámites bancarios ni pagar sus deudas en tiendas departamentales, pues sus tres hijos dependen de ella y no los puede dejar solos en casa.
Tengo mucho queriendo ir a liquidar unos muebles y cancelar unas cuentas del banco, pero no puedo. Y ni modo de dejar a los niños afuera en la banqueta mientras hago esas cosas.
Esthela
Sus hijos tienen tres, ocho y once años.
"NOS RESPONSABILIZAN"
Cuando en Sinaloa inició el confinamiento por el Covid-19 en 2020, las críticas a madres de familia no se hicieron esperar cuando, en filas de bancos, supermercados o restaurantes, había niños de la mano de su madre.
"Es bien fácil decir que nosotras tenemos la culpa, que estamos poniendo en riesgo a los niños y a la gente pero no piensan que esta situación es porque no nos queda de otra. Niñera no tengo, en mi caso, y ni modo de llevárselos a la abuela porque es ponerla en riesgo por la enfermedad. Pero nos responsabilizan, sin saber qué situaciones tenemos", expone, Leticia.
Puedes leer: Hospitales reciben la condecoración “Miguel Hidalgo”
La solución para poder hacer comprar y trámites en esta contingencia, se ha volcado a la tecnología. El uso de aplicaciones en un teléfono inteligente a los que las empresas asumen que todas las personas tienen acceso. Pero no es así.
"Sale más caro hacer el súper a domicilio, además no es la misma que te escojan las cosas. Hay mamás que no saben usar esas aplicaciones, no han pensado en nosotras, mínimo en que haya un horario de atención para mamás con hijos, así como con los adultos mayores", señala Esthela.
LA AUSENCIA DE UN PADRE
Además de no tener acceso a los espacios públicos, Carmen de 27 años, comenta que los ingresos han disminuido, pues el padre de su bebé se quedó sin trabajo a la par que a ella la corrieron de la empresa en que laboraba.
"Ha sido incertidumbre por no contar con la economía del padre para llevar la alimentación, vestimenta y necesidades del niño. En mi caso se volvió mucho más grave cuando me quede sin empleo, pues yo estaba acostumbrada a mi sueldo, a dividir mis gastos de manera en que pudiera alcanzarme para cubrir mis necesidades, las de niño y las deudas", platica, Carmen.
Aunque recientemente pudo obtener un empleo formal, señala que el padre del niño no aporta lo suficiente para los gatos del menor, dejando todo a manos de ella. El estrés en su día a día, aumentó cuando las guarderías cerraron y tuvo que irse a vivir con su suegra para que le cuidaran al bebé.
"La llegada del Covid-19 fue otro golpe, los cuidados en casa y en el trabajo se volvieron complejas, ¿cómo obligas a un niño a traer cubre bocas todo el día? ¿o evitar que lleve cosas a su boca cuando estás trabajando? Nadie cuida a sus hijos como su propia madre, la pandemia llevo consigo el cierre de las guarderías, mientras trabaje en casa por el Home Office. Fue pesado pues mi hijo como no estaba acostumbrado a verme en las mañanas", plática.
Las tres madres señalan que, a quienes crearon las reglas para mitigar el Covid-19, olvidaron que no todos cuentan con una red de apoyo, con internet, dinero o familia que les pueda echar una mano aunque sea para ir al supermercado.
Lee más aquí ⬇