Culiacán, Sin.- Pese a que se cree que la danza folclórica sólo es ponerte unos zapatos con tacón, mover una falda y bailar al ritmo de la banda sinaloense o el mariachi, Angélica, desmiente esto, y expone que Sinaloa merece maestros preparados en la danza y que esto, no es un camino sencillo.
Cuando eres profe de danza, luchas contra muchas cosas y más cuando eres mujer.
Angélica
Las artes y, sobre todo la danza, en el México machista, se ha creído que es para mujeres y homosexuales y que hay más maestras que maestros en la enseñanza de las artes escénicas, sin embargo, Angélica comparte que esto no es así, que en nuestro país hay pocas directoras de ballets folclóricos y pocos maestros y maestras preparadas, es por eso que ella busca doctorarse en artes, en la escuela de Bellas Artes en Ciudad de México.
A los 15 años, Angélica González Almaral, pisó la duela de manera profesional y de la mano del maestro Gabriel Uriarte en el salón de danza folclórica del Instituto Sinaloense de Cultura. Actualmente ella es bailarina y coach de danza folclórica mexicana.
Las cualidades artísticas de Angélica, las comenzó a desarrollar desde pequeña, en clases de canto coral, pero la formación que tuvo en la Compañía Folclórica de Culiacán, fue lo que la motivó a adentrarse al mundo de la danza representativa de México.
UNA VOCACIÓN ENCONTRADA
Siempre me gustó mucho cantar y bailar, pero en sí, profesionalmente, mi maestro Gabriel fue quien me abrió el camino y me ayudó a decidir que la danza iba a ser mi profesión.
Angélica
Sin embargo, esto no fue fácil desde que la joven lo planteo a su familia, donde ninguno de los integrantes había decidido estudiar alguna licenciatura artística.
Si tu familia, no es familia que se dedique al arte y al contrario, sea más académica, pues ellos esperan también que tú sigas esa corriente; que seas un buen abogado o etcétera. Mi familia quería que me dedicara a otra cosa.
Angélica.
Y así fue, al culminar la preparatoria, se inscribió a la licenciatura de Negocios y Comercio Internacional en la Universidad Autónoma de Sinaloa, de la cual se graduó con honores.
Al concluir y cumplirle a su familia con el título le dijo a su mamá que ahora era el turno de continuar con su sueño: la licenciatura en danza folclórica, lo que la llevaría cada verano y periodo vacacional a Nayarit.
Me gradué y entregué mi título en mi casa y me fui a estudiar mi licenciatura en danza en Nayarit, en la Escuela de la Danza Jaime Buentello Bazán. Yo quería estudiar en la escuela de Bellas Artes en la Ciudad de México, pero al buscar el trabajo que hacen los alumnos de las dos escuelas, me incliné por la Buentello y ahí andamos todavía, este es mi último año.
Angélica
NUEVAS OPORTUNIDADES
Dentro de su camino como estudiante para la enseñanza del folclor, tuvo la experiencia de bailar en el reconocido grupo de Jóvenes Zapateadores en el Puerto de Veracruz. Esto sucedió cuando acudió a un congreso para aprender la técnica autentica del estilo jarocho. Ahí, al destacar entre los asistentes por su técnica, el maestro Ernesto Luna, la invitó a quedarse a bailar. La decisión fue difícil, pues ponía en juego muchas cosas.
Le expliqué a mi mamá que el maestro de una de las mejores compañías de México me estaba invitando, y ella, con todo el dolor de su corazón y enojadísima conmigo me dijo: pues vete, y me fui a Veracruz. Luego de un año, salí becada por el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (FONCA), siendo nueva. Esa beca me amarraba dos años para bailar a donde el FONCA me mandara y eso significaba interrumpir mi licenciatura en danza tres años.
Angélica
Tuvo que rechazar la oferta, pues su licenciatura estaba en juego. “Al final yo me estoy preparando para ser maestra y eso requiere dejar de bailar en los escenarios”, expresa, la coach.
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Pero al volver a Culiacán, recibió un llamado de Tijuana, para que impartiera un curso de lo que había aprendido en Veracruz. Esa oportunidad le abrió las puertas para aventurarse a la ciudad fronteriza de Tijuana, a levantar el grupo de danza folclórica en una preparatoria. La ciudad fue dura con la joven coach, pues por el ritmo de vida y al ser ella la más chica de las maestras de danza en la ciudad, de repente sentía soledad en su cotidianidad.
Pero lo que mantuvo alegre e hizo levadera la estancia allá a Angie, fueron los logros con su primer ballet, el Ballet Mexica, con los alumnos del CBTIS 268, con los que ganó varios concursos y reconocimiento por su trabajo. Dos años y medio después, regresó a Culiacán, pues su objetivo está en su origen.
Culiacán, señala Angie, hace falta oportunidad para ejercer como maestra de danza pero, sobre todo, destaca que Culiacán y Sinaloa, merecen maestros más preparados para la enseñanza de las artes y, sobre todo, mujeres a nivel nacional. Es por eso que busca doctorarse y mostrar que, vale más ser un maestro preparado que recomendado.
Quiero hacer un doctorado en el Instituto Nacional de Bellas Artes, para el que debo prepárame bien. Es dura la carrera de bailarín en México, es tremenda. Es disciplina y mucho dolor de cuerpo. Actualmente hay pocas mujeres que dirigen ballets en México y contrario a lo que se piensa, hay más oportunidad para los hombres que para las mujeres.
Angélica
CLASES POR YOUTUBE
Al igual que todo este año, Angélica tenía muchos planes y cursos de danza por impartir en distintos estados de México, pero por la pandemia todo eso se paró. Sin embargo, la coach no ha dejado de ejercer, pues comenzó a dar clases en vivo por youtube.
PARA SABER
Puedes encontrar las clases en el canal de Youtube AngieFolk y en la Fan page de Facebook: Folklor mis ojos y mi voz.
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