Culiacán, Sin.- El crecimiento expansivo de la ciudad ha generado cada vez más suelo sin permeabilidad y esto impacta de manera directa en el comportamiento del suelo, explicó Juan Carlos Rojo Carrascal.
Anteriormente el Secretario de Obras Publicas y Servicios del Ayuntamiento de Culiacán, Manolo Ochoa, dijo en una entrevista para este medio de comunicación que, este factor, era ajeno a las inundaciones que sufre la ciudad en tiempos de lluvias.
“Cada fraccionamiento nuevo que se pavimenta con una “lápida” de cemento, hace que el agua se conduzca a otro lugar, entonces, yo creo que más allá de los estudios y lo que pueda significar tener un atlas, se tiene que cambiar diametralmente la política de urbanización de la ciudad. Estoy hablando de menos cemento y más área verde, esto ayudaría mucho a disminuir la concentración del agua”, dijo el académico Rojo Carrascal.
El Atlas de Riesgo es un sistema que integra información sobre fenómenos perturbadores a los que está expuesta una comunidad y su entorno. Por ley, las autoridades de Protección Civil de todos los niveles de gobierno deben desarrollar y actualizar su Atlas de Riesgo. Cosa que en Culiacán no ha sucedido, pese a que los estudios que comprenden estas actualizaciones son más baratos que las obras públicas que el ayuntamiento de Culiacán ha construido como una solución a lo inevitable.
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Pero como ya lo ha recalcado el mismo secretario de obras públicas, Culiacán está lleno de arroyos y ríos que, cuando llueve, cobran memoria y buscan su cauce sin importar que se les atraviese.
MÁS ASFALTO
“Cuanto más asfalto hay, más agua conducimos y con mayor velocidad. Esto genera inundaciones que, quizás hace 20 años no se tenían. Las inundaciones que se tuvieron en el 2018, no fueron por el desbordamiento de los ríos, fue un tema de falta de capacidad de los arroyos, ya que, están invadidos y reducidos, o transformados, por casas”, explicó el urbanista Rojo Carrascal.
Agregó que defiende la idea de recuperar los arroyos, es decir, quitar aquello construido a su paso.
"Sé que es mucho dinero, pero considero que sería lo mejor. Si ves el arroyo del piojo, vas a ver que el agua baja prácticamente haciendo un zigzagueo en las calles. Esto termina transformando el transcurso del agua y generando lo que hemos padecido los últimos años", externó.
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En la colonia Lázaro Cárdenas, por ejemplo, los vecinos comentan que en la Calle Plutarco Elías Calles, hace 20 años no se inundaba como ahora, donde por cierto, han fincado sobre el arroyo peligro que los atraviesa.
“El Atlas de Riesgo no es una llave mágica, si es una herramienta que nos da información, pero creo que lo que sí hay que hacer, más allá de pavimentar arroyos y buscar conducir el agua, es entender más el generar más áreas verdes y ver que los parques pueden retener agua” expuso.
REHUBICAR A HABITANTES
Rojo Carrascal señaló que los puntos der la ciudad que siempre se inundan, no deberían de continuar siendo habitados, pues el peligro continuará latente para los ciudadanos que ahí hacen su vida, como el sector Valle Alto.
Quizá las decisiones serían muy drásticas, pero debe de darse la reubicación de zonas que nunca debieron ser habitadas, pero eso tal vez es caro.
Rojo Carrascal
ARBORIZAR LA CIUDAD
El tener un mayor porcentaje de áreas verdes y tomar acciones como la arborización tiene entre sus múltiples beneficios el mitigar inundaciones, además de dar sombra y bajar la sensación térmica.
El árbol absorbe agua, que no mandas a circular por el cemento, si el suelo absorbe agua, vamos reduciendo la concentración del agua.
Rojo
Culiacán era una ciudad que no se inundaba, pero que de un tiempo para acá, por la expansión de esta, ha obstruido el flujo natural del agua, a pesar de los riesgos que ya se han padecido.
TEMPORADA
En la ciudad ya se comienzan a registrar las primeras lluvias fuertes de la temporada, con inundaciones leves.
La mala planeación urbana ha provocado importantes inundaciones en varios sectores de la capital.
Cuanto más asfalto hay, más agua conducimos y con mayor velocidad. Esto genera inundaciones que, quizás hace 20 años no se tenían, manidestó Juan Carlos Rojo, Urbanista sinaloense.
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