Sandra Solís
Culiacán, Sin. La inquietud de ayudaral prójimo se refleja en diferentes maneras y en algunas personasse hace a través de la medicina, al tener laoportunidad de sanar a desconocidos y que, a pesarde no tener un vínculo cercano, dan todo de ellos para surecuperación.
Los doctores, Rómulo Núñez Pérez, Vanessa DíazSatarain e Ismael Duran Martínez, trabajadores deCruz Roja enCuliacán, reconocieron su amor a la medicina y lodifícil que puede ser ejercer esta profesión.
Sin buscar algo a cambio o un agradecimiento por el servicio queofrecen a sus pacientes, les es gratificante paraellos el saber que son pieza fundamental para el desarrollo de laspersonas.
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Aun y cuando en su vida personal tienen que realizar grandessacrificios con su familia, al no tener el tiempo suficiente paracompartir con sus seres queridos, buscan la manera de combinar susdos pasiones.
La vida del doctor es pasar la mayor parte de su vida en algúnhospital, consultorio privado o comunidad y contrario a lo que lasociedad piensa, el salario que reciben depende del lugar en dondetrabaje, situación que los obliga a tener hasta tres empleos parasubsistir.
APOYAR DESDE LA INFANCIA
Los doctores coincidieron en que desde niños tuvieron elinterés en apoyar a los demás y aunque pasaban los años yconocían otras profesiones, en ellos no se les quitaba la espinitade ejercer como doctores.
Al ser importante el factor humano, los médicos con experienciabuscan que las nuevas generaciones sean nobles, pacientes ycomprensibles con las personas que lleguen a sanar y se quiten laidea de que el doctor es inalcanzable en su entorno.
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El Dr. Rómulo Núñez, quien tiene 28 años ejerciendo lamedicina, expresó que durante su carrera ha atendido a pacientesde todas las edades y en algunas ocasiones, la experiencia le dejael mensaje de cómo tiene que atender a cada uno, por más criticaque sea la situación. “La medicina es lomás noble de lo que puede existir y no era como nos loimaginábamos, nosotros imaginábamos que iba a ser una vida muyfácil y de ganar mucho y no es, la realidad es de mucho trabajo,mucho cansancio, sin embargo, somos felices por atender a losnecesitados”, reconoció. Debido a la entrega que da en suprofesión, comentó que uno de sus hijos fue inspirado por esto ydecidió dedicarse a la medicina, a quien desde el inició leafirmó que es una carrera difícil pero muy gratificante.
Además de ser doctor en la benemérita institución, RómuloNúñez, también es empleado federal en la Secretaría deComunicaciones, trabajo que siempre compagino con la Cruz Roja.
ORGULLO DE PORTAR UNA BATA BLANCA
Por su parte, la coordinadora de doctores, VanessaDíaz, quien desde hace más de diez años inició suprofesión, destacó que el portar una bata blanca es de orgullo,mucho sacrificio y esfuerzo. No es una vidanormal la que lleva un médico a comparación de las carreras, hayveces que volteas a ver a tus compañeros de la preparatoria yellos ya están con buena estabilidad económica y tú siguesestudiando, pero no te pesa, es algo que te enorgullece, el portaruna bata blanca es de orgullo”, expresó. La Dra. Vanessaal igual que todos, desde pequeña tuvo la inquietud de salvar lavida de las personas, motivo por el que cuando estudiaba en lapreparatoria decidió ser socorrista en la Cruz Roja, lugar endonde reafirmó su compromiso en ejercer en el área de lasalud.
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En su caso, la coordinadora de doctores, además de laborar enla Cruz Roja, trabaja como docente en la Universidad Autónoma deSinaloa y en una institución privada.
Por último, el Dr. Ismael Duran, expresó que, en sus 15 añoscomo médico, disfruta trabajar en campo, razón por la que no seve laborando en otro lugar y que conoció gracias a la influenciade su madre, quien es enfermera. Empecé a vera mi mamá como trabajaba y yo dije esto es para mí y realmente yono me veo en ningún otro lugar más que en el servicio demedicina, a mí me encanta, disfruto mucho trabajar en el área delcampo, directo en ocasiones desde el sitio del accidente”,confesó. Ejerce la medicina también en el Hospital Integral de Valle de SanLorenzo en Pueblos Unidos y médico de serviciode urgencias, hospital y consulta externa.
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Recalcó que el camino para ser médico es difícil y que desdeel momento en que pasan el examen de admisión en la universidad,inician los retos, los cuales pueden superar con el apoyo de sufamilia.
A pesar de que ser doctor es una profesión que absorbe muchotiempo de sus días, provocando una lejanía con sus seresqueridos, el portar una bata blanca es una situación que nocambiarían por nada del mundo.