CULIACÁN, SIN.- Ante la aplicación de un arancel del 17.5 por ciento a las exportaciones de tomate mexicano, por la simple sospecha de que se vende por debajo de los costos de producción (práctica denominada dumping), México debe aplicar una política espejo y suspender acuerdos que permiten a Estados Unidos enviar maíz sin arancel y sin que se les revisen sus envíos, sobre todo cuando hay sospecha de que manden grano contaminado, consideró el secretario estatal de Agricultura, Manuel Tarriba.
En encuentro que tuvo con reporteros de medios locales el funcionario estatal aseguró que los productores de Sinaloa se sienten muy agredidos por Estados Unidos, tanto por el trato que se les brinda en la comercialización del tomate como en la del maíz.
En lo que se refiere al tomate, observó que por lo pronto el impacto no es de grandes dimensiones porque la temporada hortícola prácticamente está por terminar, además de que los productores que siguen exportando ya tenían previsiones ante este panorama.
Aclaró que la aplicación del citado arancel a las exportaciones de tomate no es algo definitivo, sino meramente temporal, en tanto se reinicia la investigación que se había venido posponiendo gracias a acuerdos a que llegaban los dos gobiernos.
Estos acuerdos, dijo, se habían venido renovando y restructurando cada cinco años, y ahora no se pudo lograr un acuerdo, de modo que la investigación que se reanuda podría llevar hasta 60 días en concluirse.
Si no se prueba la denuncia de que los mexicanos venden el tomate a un precio que está por debajo de los costos de producción, y que fue presentada principalmente por los productores del estado de Florida, entonces el arancel que se haya aplicado se regresa y se entraría a un esquema de mercado libre.
Pero entrar a este esquema, advirtió, no le conviene a los productores estadunidenses porque no van a poder competir contra los productores mexicanos en cuanto a precio y mucho menos en calidad.
Del impacto económico del arancel del 17.5 dólares, Manuel Tarriba dijo que se estima que para México, como país sería de aproximadamente 400 millones de dólares, en tanto que para Sinaloa sería de 71.96 millones de dólares.
Sin embargo, observó, también se afectará negativamente al consumidor final de Estados Unidos, que tendría que pagar entre un 30 y un 70 por ciento más a lo que he venido pagando por el tomate, y ello ya ha generado una inconformidad en el mercado norteamericano.
A ello le agregó que el productor de Estados Unidos si no puede competir con un precio mínimo, que se estima sea de 8,23 dólares, además de que habrá un momento que habrá mercado por debajo de ese precio y ahí sí podrá competir el productor de México, pero no el de Florida.
De su exigencia de aplicar una política espejo en el caso del maíz, explicó que se sospecha que el maíz de EU se exporta con dumping, y se hace la misma sugerencia de poner un arancel en tanto se investiga si eso es cierto.
Eso, aclaró, ya se expuso ente el secretario de Agricultura de México, Víctor Villalobos.
También, agregó, hay convenios firmados en octubre-noviembre con Senasica, gracias a los cuales el maíz que se importa de Estados Unidos no se revisa ni se fumiga, “y pedimos la suspensión de esos convenios y revisar cada embarque, pues por las inundaciones que meses atrás hubo en Estados Unidos, se puede enviar maíz contaminado a México, lo que es muy dañino”.
“Vamos aplicando una política espejo, y no sólo en el maíz”, dijo.