Culiacán, Sin.- Hace tres años me detectaron VIH, en su momento, acudí al hospital, recibiendo el resultado de un examen que me practiqué voluntariamente. Para esto tenía que ir con mi médico familiar, fue luego que caminé por uno de los pasillos y llegué al consultorio correspondiente donde ya me esperaba con un sobre en su escritorio, para esto mis manos sudaban, pese a la noticia, conservaba la esperanza de que el diagnóstico fuera una equivocación, pero no fue así.
Llegué al consultorio, y el médico ojeaba las hojas y me observaba. Era evidente mi reacción al verlo, lo primero que me preguntó fríamente fue: “¿Eres homosexual, bisexual, promiscuo o te inyectas drogas?”. Todas para mí fueron palabras hirientes, y respondí: ¿y a usted qué le importa?
El médico me respondió que era un control estadístico, y comprendía la situación y fue así que el resultado fue positivo. En ese momento respiré hondo y pensé en mi familia y adopté tres palabras “mantén la calma”.
He de confesar que en cuestión de segundos pasaron por mi mente los momentos más alegres de mi vida junto a ellos: mis amigos, y pensando en la manera de cómo decirles. Rumbo a mi hogar, nunca pensé en la muerte, sino cómo contarlo y cómo sobrellevar esto, pero gracias a Dios me brindó fortaleza y las palabras sabias, pues aquí estoy de nuevo contándotelo.
Con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, que se celebra cada año el 1 de diciembre, entrevistamos a Fernando Diarte (nombre y apellido ficticio), por respeto al joven, que actualmente trabaja en una dependencia pública, es licenciado en Mercadotecnia y cuenta con 25 años.
¿Cómo fue ese momento en que te enteraste que tienes VIH?
En mi caso, la reacción fue no creérmelo, tras recibir los resultados de la prueba, estuve sin creerme que tenía VIH. Pensaba que me iba a morir y me dediqué a vivir la vida.
Cuando tienes parejas sexuales, ¿les hablas de tu estado seropositivo?
Al principio no se lo contaba. Creía que, si se lo decía, me iban a rechazar. La información sobre personas con VIH indetectable o intransmisible no suele llegar, casi nadie sabe que hay personas con el virus que no pueden transmitirlo. Entonces me callaba.
¿Cuáles son las preguntas que te hace la gente cuando le cuentas que tienes VIH?
La primera pregunta siempre es: "¿Quién te lo pasó, como te infectaste?", “¿Por qué no te cuidaste?”, “¿Morirás pronto?”, tantas y tantas más.
¿Qué le dirías a un joven que acaba de conocer que es seropositivo?
Lo primero, que se tranquilice. Que pase el duelo y no se atormente en la necesidad de entenderlo. Que deje el transcurso de los acontecimientos y que se lo cuente a alguien de confianza, eso sí, que si tiene ganas de llorar que lo haga, y que se desahogue con alguien de su total confianza.
¿Cuáles son los síntomas reales del VIH?
Ninguno. El VIH es, en principio, asintomático. La única manera de comprobar que lo tienes es haciéndote la prueba. Sí que es cierto que, si tienes alguna otra infección, como gonorrea, se te pueden inflamar los ganglios, y si tienes una infección de VIH avanzada también puede ocasionarte problemas.
“En sus etapas iniciales, el virus tuvo un fuerte impacto en mi cuerpo. Mi intestino se deterioró gravemente y perdí algo más de 40 kilos en apenas cuatro meses. Me volví frágil y débil”.
Me recetaron medicamentos tan pronto como me diagnosticaron, y pronto mi carga viral se volvió indetectable, lo que significa que mi tratamiento redujo la presencia del virus en mi cuerpo a niveles extremadamente bajo.
Fernando Diarte
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No es una cura definitiva en absoluto y si dejo de tomar mi medicación, la carga viral aumentará nuevamente”.
¿Tu vida no se diferencia en nada de la de una persona seronegativa?
En nada. Tengo que tomarme una pastilla retroviral al día, pero como otros se toman unas vitaminas o cualquier analgésico, es algo parecido, te adaptas.
Lo cierto es, que a tres años del diagnóstico, el VIH se ha instalado en Fernando como una forma de vida. Hoy en día siente más libertad para hablar sobre ello, sin pudores, sin temores.
¿Cómo reacciona la gente que se relaciona contigo?
Me encanta fijarme en esos pequeños detalles, y al principio sí que lo hacía. Notaba cómo miraba a una persona e intentaba apartarse o moverse, que bajaba la mirada... Pero llega un momento en el que lo normalizas.
A la hora de hablar, más allá de los gestos y el hecho de no querer tener contacto físico sí que lo sigo notando. A muchísima gente le da miedo pronunciar esas tres letritas, VIH, y cuando me hablan sobre el tema, se refieren a él como "la cosa", "eso que te pasa", "ese bicho"..., yo les digo que no les entiendo cuando ocurre esto. Hay que tratar las cosas con naturalidad.
¿Algo que quieras agregar?
Pronto haré una familia y ahora que finalmente me siento cómodo con mi estado, sé que no hay nada que me impida tener el futuro que quiero.
PARA SABER:
Hoy en día existe medicación para prevenir la infección del VIH (como las píldoras Prep) y otras para evitar su contagio (Prep) cuando se ha estado en situaciones de riesgo.
Fernando Diarte,
Portador de VIH.
Muchos piensan que no tengo nada que perder y que no escatimo en que la gente pueda espantarse con un tema que sigue siendo tabú”.
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