Culiacán, Sin.- Con una trayectoria política de izquierda de toda la vida, que le llevó a fundar el PMT, luego el PMS, después el PRD y finalmente Morena, Jaime Palacios Barreda se declara partidistamente en “stand by”, luego de haber sido expulsado del último partido que coadyuvo a fundar, y advierte que este último sigue sin ser orgánicamente un partido y lamenta que sea un dictador el que lo controla porque no acepta ninguna opinión que no sea igual a la de él.
EL “SEÑOR LÓPEZ”
En particular se refiere al “Señor López”, el actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a quien culpa de que en Sinaloa el partido Morena no tenga dirigencia estatal ni dirigencias municipales, y que en consecuencia en su interior estén proliferando los “grupos corporativos” a pesar de estar prohibidos estatutariamente.
Lamenta también que para permanecer y avanzar en este partido, políticamente hablando, se tengan que hacer genuflexiones ante el “Señor López”, lo cual considera algo similar a perder la dignidad.
Como prueba de ello, recordó que hace aproximadamente dos años y medio fue expulsado oficialmente de Morena por “la mal llamada Comisión Nacional de Honestidad y Justicia” de este partido, luego de que nunca se le informó de que se le acusaba ni se le diera oportunidad de defenderse, tal como lo establecen los estatutos.
Este fenómeno de expulsiones se dio en 14 estados de la República. Quien se inconformaba contra las decisiones del Señor López, les cortaban la cabeza y luego se enviaba a esas entidades a encargados de administrar las prerrogativas estatales de Morena. Y no eran dirigentes políticos ni estaban para administrar a Morena, nunca lo estuvieron ni lo están.
Con l a experiencia de haber sido “soldado raso” de Morena, luego consejero estatal y haber llegado a la presidencia estatal de este partido, Jaime Palacios advierte que a la fecha este instituto político “carece de un cuerpo encargado de construir orgánicamente a Morena y que se desarrolle políticamente. Es hora de que no existe. No hay comités de base”.
Advierte que por ahí puede haber alguien que se ostente, como dirigente de un comité municipal, “pero aclara que ya se le acabó el periodo estatutario porque no se ha convocado a elecciones”.
Lo que prevalece en Morena, sostiene “es un centralismo perverso. Empezando por el presidente de la República, la Ciudad de México y todos los estados en donde hubo elecciones. Que la tómbola, que no sé cuánto…”
En realidad, dice, es el viejo mecanismo de “el dedazo” del PRI, al que tanto han criticado y critican los morenos, el que prevalece en su partido.
En su momento, dice, que “la trilogía de dirigentes fue Estrada Ferreiro, Raúl Elenes y El Químico (Guillermo) Benítez. Al mismo estilo del PRI, eran los que palomeaban y así salían candidatos y así volvieron a salir en las últimas elecciones, pues Morena no tuvo elecciones para elegir candidatos en su último proceso electoral.
A nivel de diputados de mayoría relativa se hicieron algunas elecciones y las tómbolas para los plurinominales. Esas son las prácticas que se dan en Morena. Una masa de sumisos. Es verdaderamente increíble que se dé en una organización que se ostenta como alternativa de izquierda y una alternativa para el pueblo mexicano.
Para Jaime Palacios es claro que quien manda en Morena es el “Señor López”, “un dirigente dictatorial, vertical, centralista. De lo que se trata ahí es hacer genuflexiones al jefe máximo de Morena, que si yo lo hubiera hecho me perdona, pero nunca he sido así”.
Quien sí actuó así, dice, es el actual diputado local y militante de la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación), Horacio Lora Oliva, cuyo nombre es el único que apareció en la querella que a Jaime Palacios se le levantó, acusándole de “prácticas corporativas.
“Quien estaba en aquella querella, se le arrodilló a López Obrador y eso permitió, entre otras cosas, que hoy sea diputado pluri.
LA CATAFIXIA DE LOS REDENTORES
--¿Se mantiene Morena en la misma situación de ese entonces?
--Sigue igual. No convocaron a elección de las direcciones municipales ni estatal. Mandaron un administrador de Morena y punto. Ahorita no lo sé.
--¿Ves grupos al interior de Morena?
--Claro. Han proliferado. Lo que estaba prohibido, lo que supuestamente sirvió de base para enjuiciarme y expulsarme y que nunca me lo pudieron demostrar, eso es lo que hay. Y ahora ya tiene carta de naturalización: El Químico (alcalde Mazatlán) tiene su equipo; Estrada Ferreiro, tiene su equipo; Rocha Moya tiene su equipo.
“Es público y notorio que en la fracción parlamentaria del Congreso del Estado hay dos grupos. Uno por su lado y el otro por el suyo. Y se odian a muerte. Y hacen actividades de manera brutal. Algunos grupos se apoderan de unos puestos, otros de otros puestos.
“Yo recuerdo que cuando se empezaban a dar estas contradicciones al interior de Morena vino el Señor López e impuso a Estrada Ferreiro. Ante ello, el universitario José Antonio Ríos Rojo dijo que tenía la idea de que Morena iba transitando por una senda de descomposición, pero que nunca pensó que fuera tan rápido. Yo creo que ya se compuso, porque Ríos Rojo ahora es secretario del Congreso del Estado.
Morena va a seguir así. No están en las concepciones del Señor López de fortalecer orgánicamente a Morena. Él quiere seguidores, apoyadores incondicionales que le aplaudan. Quiere su rebaño religioso. Sentarse como el predicador. Son las concepciones que tiene. Le molesta enormemente que alguien pueda tener una idea diferente a él, y más le molesta que esa idea diferente a la de él se manifieste.
“Él concibe que para que pueda haber cambios en México se necesita un presidente fuerte, en donde él decida, dé la línea y no haya quien se le oponga.
LA MALDICIÓN DE LA INVOLUCIÓN PARTIDARIA
En descargo de Morena, el político, el inconforme de siempre, porque así es Jaime Palacios, aclara que todos los partidos sufrieron el mismo fenómeno de Morena. Todos empezaron a desarrollarse involucionando, volviéndose pragmáticos, olvidándose de principios, de convicciones y de objetivos programáticos y asumieron el pragmatismo como filosofía política, y cuando ello sucede, se pervierte la política, se pervierten los militantes políticos. Pero en realidad hay muchas aristas de cómo explicarse el grado de corrupción al que llegaron.
A manera de fundamentar su postura, recuerda al polémico exdirector de la Policía Ministerial, Jesús Antonio (Chuytoño) Aguilar Iñíguez, quien primero ocupó dicho cargo con el entonces gobernador Juan S. Millán, y luego repitió con el hijo político del mismo Juan S. Millán, el ahora deplorado como corrupto Mario López Valdés (Malova).
“¡Todo mundo sabíamos que Chuytoño era empleado de los capos de la mafia!, ¿Menos la autoridad correspondiente? ¡Claro que no! ¡Sí se daban cuenta! ¡Pero estaban corrompidos desde los pelos de la cabeza hasta las plantas de los piesl!
“El gobierno de Malova fue un gobierno extraordinariamente corrupto. Y el grueso de los partidos le aplaudía, colaboraban con su gobierno. A los partidos se les acabó la posibilidad de análisis, ya no de crítica.
“Lo que sucedió es que estos partidos se convirtieron en verdaderos cómplices. ¿Quién en Sinaloa puede decir que el gobierno de Malova fue un gobierno decente?
“Molestaba su gobierno porque había cada vez menos recursos para atender las necesidades de la gente; esos recursos iban a los bolsillos de funcionarios estatales, municipales federales, diputados y senadores”, asegura.