Culiacán, Sin.- En la época de antaño, la mayoría de los matrimonios consistían en que la mujer ocupara las labores del hogar y que el hombre fuera el proveedor y administrador de la economía de la familia, sin embargo, la lucha constante del género femenino por sobresalir ha llevado a miles de mujeres al empoderamiento y ocupar un lugar esencial en todos los ámbitos.
Similar ha sucedido con el caso de Marina Guadalupe López Monjes, quien es originaria de la comunidad de La Vuelta en Navolato, un ranchito al este del municipio cañero, donde la mayoría de sus habitantes se dedican a las actividades del campo.
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A sus 11 años de edad, Marina decidió migrar a la capital del estado, en busca de estudios de secundaria y a futuro una carrera profesional, y así fue, comenzó a través de la Universidad Autónoma de Sinaloa, su aprendizaje en enfermería, sin embargo a sus 17 años de edad, se enamoró de quien hasta la fecha es su esposo y decidió abandonar el camino profesional.
Marina compartió que luego de casarse comenzó a procrear a sus hijos y que durante muchos años sólo se dedicó a las labores del hogar, a educar a sus hijos y atender a su esposo.
LOGRAR LA INDEPENDENCIA
Sin embargo, una pregunta incógnita de su hija, la hizo reflexionar sobre el rumbo de su vida, pues a pesar de que vivían económicamente bien, ella no era independiente.
"¿Mamá, no te aburres de estar aquí en la casa sin trabajar? ¿No te gustaría tener un empleo, ganar tu propio dinero?", fue la pregunta que le hizo su hija.
Por días, Marina se cuestionó sobre que podría realizar para comenzar a generar su propia economía, y dio con que su sazón en la comida, era la herramienta perfecta para salir adelante por sí misma.
"Mi hija me sugirió que vendiera tacos de guisos afuera de su trabajo, me dijo mamá yo te ayudo a conseguir el terreno empieza con tres guisos", dijo.
Y así fue, Marina comenzó a instalarse todas las mañanas a la altura del bulevar Diego Valdés Ríos.
LOS DE MACHACA…
Indicó que fueron taquitos de frijol, chilorio, machaca y chicharrón, desde el primer día, su venta no se dio abasto y con el tiempo junto a su fiel amiga y empleada Marlén, quien se dedica a servir los platillos, han crecido como comerciantes al grado de expandir su comercio y ofertar más guisos.
"Desde el primer día fue un éxito la venta de tacos de guisos, empecé con tres guisos y poco a poco la gente me fue pidiendo más, comenzaron por los desayunos a pedir tacos de huevo, comenzamos a meter de huevo con Jamón, después con machaca, después con verdura y poco a poco le fuimos metiendo más guisos", añadió.
Recordó que en los primeros meses de su vendimia, sólo instalaban una pequeña mesita con una bufetera y una hielera para cargar las aguas frescas y refrescos, sin embargo luego de unos meses, se hizo acreedora a una carreta de vapor caliente y hasta montaron banquitos para que los asistentes comieran ahí.
A BAJO COSTO
El sazón de Marina, no fue lo único que le ayudó a incrementar sus ventas sino que también duró 10 años ofreciendo sus taquitos a tan sólo 10 pesos.
"Duré 10 años vendiendo los tacos a 10 pesos, con el incremento de los precios en los productos después subí a 11, luego a 12 y ahora a 13 pesos", explicó.
En sus 13 años de comerciante, se ha dedicado a consentir a los trabajadores que a diario acuden a desayunar ahí con ella.
"Los que vienen son mis clientes desde hace 13 años, todos los días vienen los mismos y por lo mismo, yo no vendo caro, le vengo a la gente trabajadora y no voy a abusar de eso, al contrario", subrayó.
El empoderamiento de Marina, ha logrado que se haga acreedora de locales establecidos y que con sus ganancias, cada año de dedique una quincena para viajar por el país y por el mundo.
"Yo trabajo todo el año de lunes a viernes, pero eso sí, desde que trabajo me hice más independiente, me enseñe a ganar mi dinero, a cuidarlo y a viajar, una vez al año me voy de viaje, me voy 15 días y los disfruto mucho", dijo.
Todo implica sacrificio
A diario Marina se despierta a las 4 de la mañana para alistar sus guisos, cuenta que desde un día antes Marina las carnes, pica la verdura de sus salsas y adelanta todo lo que le sea posible.
Su comercio, también ha derivado que su esposo se involucre más y le apoye con los quehaceres, pues cuenta que, él es el encargado de hacer las aguas de sabor, estas relacionadas con la fruta de temporada.
A su vez, acompaña a Marina varias veces a la semana, al mercado de abastos pata surtirse de verdura y todo lo necesario para la vendimia.
"En el negocio yo hago los guisos yo hago todo eso, mi esposo me ayuda con las aguas frescas y en las mañanas a trasladarme", dijo.
Otros datos
Actualmente ya son más de 10 guisos los que se venden, entre ellos cabeza, bistec ranchero, bistec de hígado, huevo, machaca y chilorio.
En su trayectoria, Marina ha recibido innumerables ofertas de personas que quieren colaborar con ella y hacer crecer su negocio como franquicia, sin embargo ella admitió ser celosa con su trabajo y que su sazón no está a la venta.