Culiacán, Sin.- Ante la desesperación de las pocas capturas de camarón en la Bahía de Altata y Ensenada de Pabellones, esta temporada algunos pescadores se arriesgaron a salir a buscar crustáceos con sus atarrayas tradicionales que de manera oficial no son permitidas, pero en el caso de Ignacio, “Nacho mi cua”, como era conocido, recibió una brutal golpiza que le provocó la muerte.
La Fiscalía General del Estado confirmó que inició una carpeta de investigación en la zona centro del estado por el deceso del pescador ribereño.
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Personas allegadas al caso informaron que fue el domingo cuando don Ignacio, con domicilio en el campo Pesquero de Las Arenitas, sindicatura de Eldorado, pero originario de El Castillo, Navolato, se aventuró en la bahía para tratar de sacar algunos kilos de camarón, el cual ha estado escaso desde el levantamiento de la veda este mes de septiembre.
“Nada más el primer día algunas pangas regresaron con 10 kilos, cuando en una buena temporada regresan con 50”, comentó una persona.
Aunque todavía de manera oficial la Fiscalía no informa cómo ocurrieron los hechos, testimonios indican que la golpiza que sufrió Ignacio se debió a que usó este arte de pesca prohibido, pues a los ribereños se les permite hacerlo mediante las llamadas redes suriperas, lo que en definitiva, según pescadores, suele dañar más que la atarraya tradicional.
“Ignacio estuvo un día hospitalizado y al día siguiente falleció”, comentó. Su funeral fue en Las Arenitas, pero su caso no se reportó públicamente en medios, hasta hoy jueves.
Sin embargo, denuncian que en esta bahía se presentan situaciones irregulares con las personas que “vigilan” la zona, hechos de los que debe estar al tanto la Conapesca y la Secretaría de Pesca, pero afirman que nadie se atreve a levantar la voz por temor.
Ni la secretaria de Pesca de Sinaloa, Flor Emilia Guerra, ni el encargado de Conapesca en el estado, se han acercado a estos campos pesqueros para buscar esclarecer estas situaciones anómalas de amenazas y riesgos para los pescadores nativos.
