Redacción
Culiacán, Sin. La desaparición de cámaras devídeo-vigilancia en los municipios de Culiacán y Navolato,pudiera estar detrás de grupos pertenecientes al crimenorganizado, apoyados de elementos de las corporacionespolicíacas.
Estos últimos, son investigados por funcionarios de lasdependencias estatales y municipales, actualmente bajo mandosmilitares. Aunque los uniformados confiesan que son amenazados pordelincuentes para que no “digan nada”, algunos son observadosde cerca, ya que se niegan a acercarse a la zona donde es reportadoel robo de una de las filmadoras, ya que podrían toparse con los“ladrones”.
Millones de pérdidas se registran cada mes con el robo de estosaparatos, los cuales fueron adquiridos por el fondo de seguridadnacional, con dinero del Gobierno del Estado.
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Fuentes oficiales, encargadas de la seguridad del Gobierno delEstado, establecieron que las cámaras de video-vigilanciamonitoreadas por el Centro de Control y Comando de la Secretaríade Seguridad Pública Estatal, son robadas por “trabajadores”al servicio del “narco”.
Sujetos con mentes débiles y aviesas intenciones, se“trepan” como changos y utilizando herramienta especial, lograndesprender dichos dispositivos, para luego huir a destruirlos enotro lugar, pese a que se trata de aparatos con un valorcuantificado en varios miles de pesos.
Tan sólo los gobiernos de Culiacán y Navolato, han invertidoen ese rubro alrededor de dos millones 800 mil pesos.
Es tanto el descaro, que el sistema de monitoreo graba elmomento en que las cámaras son “destornilladas” y los rostrosde los responsables ríen ante el lente, antes de desconectar elcable que alimenta de energía.
Archivos de la policía indican que un promedio de 15 de estosdispositivos, son robados por delincuentes al servicio del“narco”. Prácticamente les estorba que sean grabados.
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Se sabe qué, en anteriores administraciones municipales, elcrimen organizado tenía en control de las cámaras de seguridad.Una sola llamada al “alcalde” y las video-cámara dejaban degrabar.
Los encargados de los controles de video-vigilancia de laciudad, recibían la orden del “presidente” de apagar lasfilmadoras en cientos sectores. Era por donde pasaba el“narco”.
Hoy en día, el “narco” ya no tiene el control, debido a quelas cámaras de video-vigilancia son controladas por elementosmilitares y hasta el momento no han logrado sobornarlos.
Lo acontecido la madrugada del pasado jueves 30, en la zona deAltata, ya estaba anunciado.
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Actores de la violencia habían amenazado que los dispositivosserian destruidos y la autoridad municipal no hizo nada.
Una fuente oficial asegura que durante el robo de todas lascámaras en la bahía de Altata y Nuevo Altata, se registró ladetención de dos personas, supuestas involucradas en esedelito.
No alcanzó la policía a reportar a sus superiores sobre lacaptura de los “pillos”, cuando un comando de hombres armadoslo “rescató”.
Con ello quedó demostrado que aun el que manda en Sinaloa, esel narco…