Ángela Castelo Valenzuela de 13 años de edad es una alumna de sexto grado de primaria en la escuela Aula Móvil de la colonia Ampliación Bicentenario a un lado del relleno sanitario de la zona norponiente del municipio de Culiacán.
En una lucha por continuar con sus estudios, pero no contar con la documentación necesaria para acceder a una escuela, Ángela como más de 35 niños en situación de pobreza como desplazamiento y otras circunstancias han tenido la oportunidad de estudiar para regularizarse en este lugar.
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La niña Ángela Castelo es parte de estos niños que lamentablemente no cuentan con las oportunidades económicas ni facilidades para ingresar a una escuela. Es por ello que ahora está dentro de una nivelación de primaria. Dice estar muy contenta, pues puede estudiar y aprender lo que siempre soñó.
“Para mí es una oportunidad muy grande, perdí dos años de primaria, pero ya volví a empezar la primaria y ya me siento mejor porque sé que podré pasar a la secundaria y llegar a ser alguien mejor más adelante”, manifestó.
Ángela dijo sentirse feliz al tener esta oportunidad de regularizarse en sus estudios y prepararse para un mejor futuro.
Expresó que no había podido ingresar a una escuela debido a que se separó de una familia para llegar a este sector con familia de su mamá y no contaba con documentación para entrar seguir en una escuela.
Lucha por la educación
Esmeralda Quiñónez Terán, una luchadora social y trabajadora del relleno sanitario por 12 años, tiene dos años buscando oportunidades de estudio para niños que nunca han podido asistir a una escuela. Hoy son casi 37 niños los que están regularizándose en un aula móvil de este sector, 30 de nivel primaria y 7 de secundaria.
La escuela había iniciado a impartir clases a casi 120 niños debajo de un tejaban de lámina con sillas de madera, pero ahora los niños toman clases dos horas diarias por grupos en un aula móvil refrigerada. Sin embargo, el maestro que imparte las clases no se da abasto, al ser diferentes grados desde nivel primaria y secundaria con un importante rezago educativo.
Los niños toman clases en pequeñas butacas conseguidas con el esfuerzo de la activista Esmeralda y el actual maestro. Gracias a ello, los niños también cuentan con material práctico para tomar sus clases de todas las materias.
“Hemos batallado, nos ha costado mucho poder tenerla (el aula), ya que la Sepyc, pues, sí nos apoyó mucho en mandarnos, ayudarnos con él aula a través de las gestiones del alcalde Juan de Dios Gámez, pero, pues, seguimos sin tener el recurso”, señaló.
Dificultades
Los niños no pagan cuota en esta escuela, debido a que en su mayoría son de escasos recursos, de familias que trabajan diariamente en la pepena de desechos del relleno sanitario. Por ello y con la finalidad de que no caigan en grupos delictivos como violencia o drogadicción, Esmeralda se ha dado a la tarea de buscar oportunidades con las diferentes autoridades y organizaciones, ya que muchos de los pequeños nunca habían podido ir a una escuela.
La trabajadora del relleno sanitario, agregó que, pese a no contar con ciertos apoyos a través de Sepyc, los niños que ahí estudian ya son parte de la matrícula en una extensión de otra escuela, lo cual para ella es un logro que estos pequeños sean parte de un padrón y puedan recibir educación así como su documentación avalada por la secretaría de educación pública y Cultura de Sinaloa.
Sin embargo, Quiñónez Terán señaló que se está presentando otro problema, porque hay niños de primaria que por la alta edad ya van a pasar a la secundaria y acaban de reingresar a sexto, lo cual apenas están aprendiendo a leer, deletrear, escribir y no están preparados para ir a una secundaria; por ello la importancia de seguir impartiéndoles clases para regularizarlos.
Añadió que la escuela móvil está por concluir el primer año académico y ya hay 7 niños más para integrarse a la regularización para el próximo ciclo escolar, pero no cuentan con papeles, situación por la cual requieren del apoyo de las autoridades para que estos niños también tengan las mismas oportunidades.
La activista expresó que están tratando de rescatar el problema de educación que hay, por ello el llamado a la secretaría de educación Graciela Domínguez Nava que siga apoyando, pues no se logró tener contacto con ella para abordar el tema actual de la escuela.
“Nosotros hemos buscado recursos por otras partes con instituciones, con el alcalde, hemos tratado de poner el aula lo más adecuado de una escuela y pues lo más justo y lo más que pedimos es que la Secretaría de Educación nos apoye en ese tema”, manifestó.
Puntualizó que se debe crear un programa integral donde participen todas las instituciones, pero al ser una colonia irregular, nadie quiere hacer compromisos, ni acuerdos, lo cual es seguir en lo mismo, y tener que buscar dónde tocar puertas.
“Yo creo que esto lo deberían de replicar en otras partes, porque si en Ampliación Bicentenario hay 45 niños que nunca han ido en la escuela. También hay en otras colonias”.
Ante ello, Esmeralda Quiñónez llamó a las instituciones como DIF y Sipinna, quienes procuran el bienestar de la niñez, para atender dicha problemática, debido a que hay muchos niños que no están estudiando y es un problema grandísimo en Culiacán, Sinaloa.
Finalmente, Esmeralda señaló que hace falta un baño para los niños, ya cuentan con un pequeño parque, pero falta mucho por hacer, por lo que manifestó que si ella ha podido sostener los gastos de la escuela Bicentenario trabajando en el basurón, las autoridades también lo pueden hacer siendo ellos los indicados, los del recurso y sobre todo que es para la educación de los niños.
El rezago educativo en Sinaloa
El diputando de la Comisión de educación en el Congreso del Estado, José Manuel Luque Rojas, dijo que el rezago que existe en Sinaloa es de casi tres años y se vio afectado principalmente en la educación preescolar y primaria, sin embargo también en los niveles medio superior, esto derivado a la pandemia, además del histórico al mantenerse una incapacidad del estado mexicano para llevar educación básica y profesional a lugares apartados o alta marginación.
“El rezago que se derivó de la pandemia fue por el proceso de virtualidad, que atrasó en los primeros niveles, preescolar y primaria”.
Un ejemplo de ello es la educación que se le brinda a niños de las comunidades y colonias de las periferias como la Ampliación Bicentenario, que al ser un lugar irregular los infantes no pueden tener una educación de calidad a pesar de buscar y gestionar mejores oportunidades.
Dato de INEGI
Según INEGI en Sinaloa existe un registro total de 834 mil 528 niños, niñas y adolescentes en el ciclo escolar 2021-2022 de los cuales 414 mil 700 son hombres y 419 mil 828 son mujeres. Sin embargo en etapas de educación inicial son un total de 9 mil 080, en nivel preescolar 107 mil 623, en nivel primaria 309 mil 816 y en nivel secundaria 154 mil 636.