Culiacán, Sin. - El pasado martes 29 de septiembre, activistas indígenas se manifestaron en el Congreso del Estado para exigir autonomía en sus procesos electorales, eligiendo con democracia y respeto a sus usos y costumbres, a sus representantes en cabildo.
Aunado a esta exigencia, los voceros de los pueblos mayo-yoreme, expusieron que la salud y la educación, no forma parte del escenario de estos pueblos, destacando que los políticos, han dejado fuera de su alcance, los programas correspondientes a este rubro.
Florencio Cubas Guzmán expuso que la educación a distancia es un reto mayor para los niños indígenas de estado y los hijos de jornaleros agrícolas que residen en Villa Juárez.
“Hablan de que, si uno no tiene computadora, escuche la radio, ¿ustedes creen que los hijos de jornaleros tienen una televisión o una radio para ver la educación a distancia? Hablan de los cuadernillos también, enviados por los voluntarios de CONAFE, pero siendo sinceros, este material no llega a todos los niños”, expuso Cubas Guzmán.
Desde el inicio de la pandemia, el secretario de educación Juan Alfonso Mejía López, presumió que ningún niño se quedaría fuera del programa educativo y responsabilizó a los docentes de hacerles llegar el material, mientras el subsecretario de educación básica, César Quevedo Inzunza, aseguró que los voluntarios del Consejo Nacional de Fomento Educativo(CONAFE), se desplegarían por la sierra de Sinaloa para atender a los niños que no cuentan con tecnología, entregándoles cuadernillos con ejercicios.
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Sin embargo, recientemente, la activista Hortensia Gaxiola, confirmó que, para los tarámaris, ninguna especie de atención ha llegado, dejando fuera a más de 400 estudiantes.
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