Culiacán, Sin.- La imagen de un repartidor de comida que trabaja en Culiacán se viralizó la semana pasada por la leyenda que llevaba en su caja de mercancía: "No me disparen. Abrazos, no balazos."
Al igual que otros sectores, los repartidores han sido afectados por la ola de violencia que se vive en el territorio sinaloense, primero por tener que reducir su jornada laboral ante los peligros de la noche, y luego por ser objeto de actos arbitrarios de la autoridad.
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“Muchas veces, por andar en moto, piensan que uno anda en malos pasos, y no es así. Trabajamos como cualquier otra gente de bien”, afirmó Jesús Alberto, repartidor de una plataforma digital.
Uno de los casos más sonados en los que un repartidor fue víctima de esta ola de violencia es el de Sergio Cárdenas, quien repartía periódicos de El Debate cuando fue privado de su libertad el 19 de octubre.
Las víctimas
El conflicto entre grupos criminales se detonó el 9 de septiembre con una ola de violencia en el territorio sinaloense. Los atentados contra repartidores solo se han registrado en Culiacán, siendo el primero una privación de la libertad registrada en la colonia Las Quintas el 16 de octubre.
Sujetos armados a bordo de una camioneta Honda se llevaron por la fuerza a un repartidor enfrente de una taquería. Este acontecimiento se registró alrededor de las 9 de la noche, por la calle General Rafael Buelna, entre Don Martín y Presa Tacotán. Al acudir al sitio, las autoridades localizaron la motocicleta a nombre de Valentino Alberto, aunque no se aclaró si él era la persona privada de la libertad.
Tres días después, Sergio Cárdenas, quien repartía periódicos para El Debate, también fue plagiado por sujetos armados; esto ocurrió días después de que el medio de comunicación local fuera baleado.
Desde entonces, la familia de Sergio no sabe nada de él y se ha manifestado en reiteradas ocasiones exigiendo su retorno y acciones por parte de las autoridades, sin obtener resultados positivos. Lo último que se supo es que la Fiscalía General del Estado acudió a un sitio donde se presumía que el repartidor estaba recluido; sin embargo, no encontraron nada.
La víctima más reciente del gremio fue un repartidor identificado como Lucio, de 32 años, quien fue asesinado a balazos en el sector Prados del Sur. Transitaba por la calle Islas Caimán cuando fue interceptado por sujetos desconocidos, quienes le dispararon en repetidas ocasiones y huyeron con rumbo desconocido.
Cambio de rutina
Jesús Alberto es un repartidor de 29 años que lleva dos años trabajando en este oficio. Su horario laboral era principalmente de noche, ya que, según él, los viajes salen más caros, dejándole mayores ganancias, y el tráfico es mínimo, lo que le permite trasladarse de un sitio a otro con mayor facilidad.
Desde que la violencia se detonó, ha optado por comenzar a trabajar más temprano y dejar de circular cuando la vida nocturna de Culiacán se apaga.
“Antes entraba a las 8 y le daba hasta la 1 o 2 de la madrugada; pero ya mejor empiezo a las 6 y para las 10 ya no salgo porque se queda todo solo”, expuso.
Si bien se siente afortunado de nunca haber sido víctima de alguna circunstancia violenta, comentó que últimamente toma más precauciones, evitando llevar pedidos de noche a colonias como la Miguel Hidalgo, donde se han registrado varios enfrentamientos.
“Las primeras dos semanas no salí, pero a esto es a lo que me dedico y pues no queda de otra”.
Comentó que incluso algunas plataformas en las que colabora dejan mensajes a los usuarios sugiriendo evitar circular a altas horas de la noche por cuestiones de seguridad.
Otros casos de motociclistas
Aunque no se estableció que fueran repartidores, el 14 de octubre dos jóvenes que iban en una motocicleta en el fraccionamiento Villa del Real fueron asesinados a tiros. Llevaban puestos el uniforme de una taquería.
Afuera del banco BBVA del Mercado de Abastos, otro motociclista fue asesinado; la Fiscalía no estableció tampoco el móvil del atentado. En total, seis jóvenes en moto han sido víctimas de atentados y “levantones”.
Saldo de la guerra
Hasta el lunes 28 de octubre, la FGE registró 252 carpetas por privación de la libertad, de las cuales se localizó a 86 personas con vida y a 31 sin vida, quedando un total de 135 sin localizar.
Desde el 9 de septiembre hasta finales de octubre, se registraron más de 225 homicidios en el territorio sinaloense. Tan solo en el mes patrio se registraron 142 asesinatos, la cifra más alta en un mes desde hace seis años.
