Culiacán, Sin.- Los acuacultores de Baila y Elota apenas se estaban reponiendo por los daños que les ocasionó el huracán Nora en agosto pasado y ahora viene Pamela a destruirles lo poco que habían logrado, hay zozobra y miedo por lo que pueda ocurrir al entrar el meteoro a Sinaloa.
La gente resignada desde temprano y de manera apresurada empezó a sacar sus pocas pertenencias que les quedó en las granjas acuícolas.
Cabe recordar que en agosto pasado más de 200 granjas acuícolas de Cóspita, Nicolás Bravo –Sindicatura de Baila, en Culiacán–, y Elota fueron arrastradas por la corriente, dejando dolor, angustia y desesperación de los acuicultores que viven del camarón.
Pasado el ciclón y cuando bajaron las aguas, empezaron de nuevo, reparando bordos y apenas hace unos días emprendieron la siembra de larvas de camarón.
Julio César Sánchez, presidente de la Junta Local de Sanidad acuícola de Cóspita y comisario municipal de el Ejido Nicolás Bravo, dolido, recuerda que a causa de “Nora”, las pérdidas fueron totales porque los bordos desaparecieron, se perdió maquinaria, vehículos pangas y los camarones se los llevó la corriente.
Había optimismo, Conapesca y la Marina los apoyaron para que se volvieran a levantar.
“Ahorita estábamos sembrando en corto, pero tenemos miedo de que ‘Pamela’ nos vuelva a pegar y arrase con lo que a base de sacrificio reconstruimos. Ya teníamos rehabilitados caminos, habíamos recuperado alguna maquinaria” lamenta César Sánchez.
Desde temprano, los habitantes de estas comunidades están poniendo a buen resguardo lo que les quedó por el ciclón.
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“Estamos poniendo a resguardo lanchas, motores, bombas para esperar que llegue Pamela, a ver cómo nos va ahora porque dicen que el huracán llegará por Elota y las granjas están pegadas a Elota”, señaló.
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